Presupuesto: para un experto en políticas públicas, el aumento en las partidas educativas no sería tal
Javier Curcio considera que el Gobierno calculó de manera muy optimista las proyecciones económicas que son clave para medir los incrementos de los fondos
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LA NACIONMaría Nöllmann
La mejora en la asignación de las partidas destinadas a educación dependerá de si se cumplen las proyecciones económicas − como la baja de la inflación, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y la disminución del tipo de cambio− que el Gobierno consignó en el proyecto de presupuesto que anoche envió al Congreso.
Así lo sostiene el economista especializado en monitoreo y evaluación de políticas públicas, Javier Curcio. El experto anticipa que los cálculos oficiales son extremadamente optimistas. Dada la improbabilidad de que se cumplan, considera que, al menos en el plano educativo, “no va a haber tal recuperación como la que se anunció”.
La situación educativa sí sería prometedora, en cambio, si se llega a cumplir el supuesto de una inflación anual del 10,4% en 2026 como prevé el Gobierno en el proyecto de ley. En ese caso, que Curcio plantea como improbable, sí habría un crecimiento de las partidas: del 3,6% para las asignadas a la Secretaría de Educación y otro del 8% para la función Educación y Cultura.
Qué dijo Milei
Anoche, en cadena nacional para la presentación del proyecto de ley de presupuesto 2026, Milei eligió detallar al aire particularmente la partida para el ítem Educación.
En la iniciativa que su gobierno envió al Congreso para su aprobación, detalló que está contemplado una partida de 4,8 billones de pesos de para las universidades nacionales. El Presidente afirmó, a su vez, que el documento presentado propone aumentar en términos reales un 5% las jubilaciones, 17% en salud, 8% en educación y 5% en pensiones por discapacidad.
Consultado sobre este 8% por encima de la inflación proyectada del que habló el Presidente, Curcio destacó: “Es verdad que habría un crecimiento [en las partidas], pero esto solo sucedería si se cumplen los supuestos de inflación, tipo de cambio y PBI que proyecta el Gobierno, que son de muy difícil cumplimiento”.
Y agrega: “En los cálculos que hace el Gobierno en el proyecto de ley de presupuesto, supone que la economía va a crecer mucho más de lo que el mercado cree que va a hacerlo. Prevé también que este año va a cerrar con una inflación del 24,5%, lo que implicaría que, de acá a que termine el año, la inflación debería mantenerse cercana al 1% mensual. Diría que esto no es improbable, sino directamente de imposible cumplimiento. El mercado prevé que el año cierre con una inflación cerca del 28%”.
Sobre la proyección de inflación para el año próximo, sigue Curcio, quien colabora con la ONG Argentinos para la Educación, el Gobierno calcula una baja y una de punta a punta del 10,4%. “Esto sería posible si se siguiera con la fase recesiva. Pero esta sería incompatible con el 5% de crecimiento del PBI que el Gobierno supone en el proyecto”, argumenta. Y suma: “En la iniciativa se estima que, además, cerramos el año que viene con un nivel de dólar menor al que tenemos hoy”.
Puntualmente sobre educación, detalla, se plantea una reversión “muy limitada” del ajuste de los últimos dos años. “Si se ve el ítem Educación, ya viene con un ajuste del 45,4% en 2024. Este año, si se logra la inflación del 24%, se sumaría un 12%”.
“Profundiza la inédita crisis”
El presupuesto para las universidades es un punto del presupuesto que despierta especial crispación social y política. Las primeras repercusiones se refieren a un incremento que no es suficiente. De hecho, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores de las instituciones públicas, criticó: “Es una iniciativa sin novedades que consolida el ajuste sobre el sistema universitario. Los 4,8 billones de pesos anunciados por el presidente para las universidades el año próximo implican anualizar para el 2026 lo percibido a diciembre de 2025, y quedan muy lejos de los 7,3 billones necesarios para que pueda funcionar normalmente el sistema”.
Y agregaron: “Para 2026 es igual presupuesto que para 2025, un año que vivimos en peligro. Se presenta, entonces, un proyecto que consolida la pérdida y profundiza el ajuste sobre el sistema universitario y científico”.
La posición de las universidades nacionales se conoce en pleno conflicto con el Gobierno. De hecho, mañana a partir de las 15 se prevé una protesta frente al Congreso para repudiar el veto a la ley de financiamiento del sector.
En la misma línea, la Universidad de Buenos Aires (UBA) cuestionó el anuncio de Milei. “El presupuesto presentado por el gobierno nacional ratifica y agrava el ajuste a las universidades”, sostiene, en un comunicado la universidad.
La partida presupuestaria que propone el Gobierno, apunta, “no hace más que profundizar la inédita crisis que ya atraviesa la UBA” y “ratifica el salario de profesores bajo la línea de pobreza y el recorte en los gastos de funcionamiento para las funciones de educación y ciencia y técnica”.
“Medida en relación al PBI, la inversión proyectada para 2026 mantiene el piso histórico alcanzado en 2025 y vuelve a ubicarse por debajo del 0,5% del PBI”, criticaron. Y sumaron: “Luego de dos años de no contar con un presupuesto aprobado, con prórrogas desactualizadas; y tras registrar en 2025 la inversión más baja de los últimos 20 años para educación superior, el proyecto presentado para 2026 consolida todos los recortes aplicados en el último año y medio y amenaza con llevar al sistema universitario a un nivel de deterioro sin precedentes”.
Detallan, a su vez, que la partida prevista para 2026 no contempla la recomposición de los gastos de funcionamiento de las universidades, la actualización de las becas estudiantiles, la “reanudación de las obras de infraestructura y mantenimiento” ni “la recuperación del poder adquisitivo de los salarios docentes y no docentes, gravemente afectados en 2024 y 2025”.
Desde la UBA llamaron, a su vez, al Congreso a ratificar la ley de financiamiento universitario para “garantizar la continuidad y el funcionamiento de las universidades públicas en 2026”.
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