Una vía con velocidades cambiantes

Entre la puesta en marcha del sistema de scoring en la Capital, que castiga a los conductores imprudentes con la quita de puntos en su licencia de conducir, y los controles del gobierno para hacer cumplir esta nueva normativa, algo causa confusión en una vía semirrápida como es la avenida Figueroa Alcorta: en distintos tramos, la velocidad máxima permitida oscila entre los 40, 60 y 70 kilómetros por hora, y cambia en nueve ocasiones.

A lo largo de esta arteria de más de 45 cuadras, la cartelería oficial anuncia en distintos sitios los límites de velocidad, que en algunos casos varían en cuestión de una cuadra. Si bien la ley de tránsito fija un límite de velocidad máxima de 60 km/h en las avenidas, en Figueroa Alcorta -como en las avenidas Del Libertador y Costanera Rafael Obligado- se hizo una excepción y se subió el tope a 70 km en algunos tramos.

En el gobierno porteño indicaron que la señalización de Figueroa Alcorta es clara y que en esa avenida se permitió subir los límites sólo en cuadras donde no hay colegios ni hospitales. Aunque hay una realidad: transitar por esa vía obliga al conductor a estar muy atento a los cambios en la cartelería.

A juzgar por el cartel indicador que hay en el nacimiento de la concurrida avenida, antes de la intersección con Pueyrredón, el límite máximo permitido es de 60 km/h. Pero inmediatamente pasa a ser de 70 km/h. Desde allí se podrá circular a esa velocidad hasta el cruce con Ortiz de Ocampo, donde el límite permitido vuelve a ser 60 km/h.

Ya en el cruce con Casares, la velocidad máxima es otra vez de 70 km/h, hasta que en el puente de los ferrocarriles Mitre y San Martín se reduce a 40 km/h la velocidad, para evitar que los vehículos, se argumentó, derrapen en esa zona de curvas.

El recorrido sigue: a la altura del Club Hípico Buenos Aires la velocidad permitida es de 60 km/h, hasta que en Dorrego vuelve a ser de 70, hasta Valentín Alsina. Pero 30 metros después de esta intersección, en el cruce con La Pampa, la velocidad máxima pasa a ser nuevamente de 60 km. Y vuelve a subir en Ramsay, a 70 km/h, hasta Udaondo. Sin dudas, es un buen ejercicio para la atención.

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