
Voló un depósito clandestino de pirotecnia en Florencio Varela
Hubo 4 muertos y 17 heridos, 4 de ellos en estado crítico Creen que en el lugar también había garrafas de gas Más de 200 socorristas buscaban sobrevivientes bajo toneladas de escombros Saquearon dos locales
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Un depósito clandestino de pirotecnia situado en los fondos de un supermercado mayorista de Florencio Varela estalló y provocó la muerte de cuatro personas y heridas graves a otras 17, mientras socorristas buscaban anoche con perros por lo menos a dos desaparecidos bajo toneladas de escombros esparcidos en media manzana.
La explosión que, se sospecha, ocurrió por la combinación de los fuegos artificiales con el estallido de garrafas de gas, se produjo a las 16.30 en los fondos del supermercado El Rey de las Ofertas, situado en las calles El Ombú y El Zonda, de la zona conocida como Kilómetro 26, del partido de Florencio Varela.
Tras el estallido, una losa de 300 metros cuadrados que cubría el local se desplomó sobre clientes y la detonación destruyó al menos nueve locales vecinos, las paredes de por lo menos dos casas linderas y todos los vidrios de la manzana. Dos grúas municipales y 19 dotaciones de bomberos trabajaron para despejar los escombros.
Unos 200 policías, mezclados con empleados municipales y vecinos, se desesperaban por remover piedras y ladrillos, al tiempo que perros entrenados especialmente buscaban sobrevivientes entre los escombros.
Otros vecinos, en cambio, se olvidaron de la solidaridad y saquearon un local de venta de aberturas y una peluquería.
Los muertos
Uno de las muertos como consecuencia de la explosión es un odontólogo identificado como Loyola Segundo García Vázquez, de 45 años, que atendía a unos 30 metros del autoservicio. El hombre murió aplastado cuando una de las paredes de su consultorio le cayó encima.
Los otros fallecidos son dos empleados del supermercado. Fueron identificados como Jorge Benítez, de 18 años, y Luis Alberto Quintero, de 19. Ambos quedaron sepultados por toneladas de cemento y ladrillos. La cuarta víctima es una mujer cuyo cadáver fue rescatado de entre los escombros al cierre de esta edición.
Los heridos, entre los que estaban en el interior del supermercado y caminando por las calles a unos 100 metros a la redonda, son 17. Por lo menos dos de ellos están en estado crítico: una señora con fractura de cráneo y un adolescente, de 15 años, con quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo.
Vecinos dijeron que vieron a los heridos salir ensangrentados de entre los escombros, con cortaduras en el cuerpo a raíz de las astillas de vidrio que estallaron por la onda expansiva.
El dueño del local declaraba anoche en la comisaría 2a. de Florencio Varela ante los fiscales Ricardo Maidana y Claudio Pelayo en un expediente caratulado, en principio, como estrago culposo, pero la gravedad del episodio y el hecho de que el local no estuviera habilitado para acumular artefactos explosivos podrían determinar su detención.
El jefe departamental de Quilmes, comisario inspector Norberto García Muñoz, afirmó: "Hay mucha pirotecnia en la calle, podríamos decir que es un supermercado mayorista que tenía un depósito ilegal de pirotecnia"
Ayer, al anochecer, centenares de vecinos rodeaban la manzana, separados por cintas amarillas y rojas que colocaron bomberos y policías de Florencio Varela y de los partidos de Berazategui y Quilmes. Un equipo de la guardia de auxilio del gobierno porteño también fue a colaborar.
Todos trabajaban iluminados con reflectores, activados por grupos electrógenos. El temor en la noche es que la tarea de remoción de escombros deje al descubierto nuevos cadáveres. Ayer el comisario Villareal, del Comando de Patrullas de Florencio Varela, con un megáfono en la mano, trataba de ordenar el trabajo de los socorristas. El jefe policial dijo que calculaba que había al menos otras dos personas sepultadas.
La explosión provocó incendios que fueron controlados a las pocas horas por los bomberos, pero el polvo provocado por los derrumbes seguía en el aire, en medio de las tareas de los bomberos para apuntalar los edificios cercanos para evitar que se cayeran.
"Es algo increíble, fue una explosión muy grande, volaron todos los vidrios a 35 metros de la puerta principal", dijo a LA NACION el peluquero José Vaca, de 49 años, que tiene el local a 30 metros del supermercado, en la calle Ombú 649. El hombre se quejó de que le robaron todas sus tijeras y máquinas de cortar el pelo. "Lo único que me quedó fue un ventilador."
A sus pies estaban esparcidos algunos cohetes y cartuchos quemados y restos de productos alimenticios.
Raúl Fuentes relató que cuando todo explotó casi pierde la vertical: "Por la onda expansiva sentí como si me tironearan de la remera", relató, al recordar el estruendo que se escuchó a seis kilómetros a la redonda.
Antecedentes
25/12/95: un incendio de grandes proporciones, que no causó victimas, destruyó un depósito situado en California al 1300, en el barrio de Barracas.
17/12/97: un hombre murió quemado, en la provincia de Tucumán, mientras fabricaba pirotecnia ilegal en el fondo de su casa.
24/11/98: cinco jóvenes murieron mientras fabricaban petardos y un chico resultó herido en la localidad de bonaerense de Monte Chingolo, partido de Lanús, al explotar una fábrica clandestina de pirotecnia ubicada en una humilde casilla que quedó totalmente destruida tras la deflagración.
13/12/99: explotaron tres galpones que se usaban como depósitos de pirotecnia en el predio del ex Batallón de Arsenales 601 Domingo Viejobueno, en el partido bonaerense de Quilmes. No hubo muertos ni heridos.
23/12/03: un hombre murió y una mujer y tres adolescentes recibieron lesiones de diversa consideración al explotar un local de pesca en la localidad de Wilde, partido de Avellaneda, donde se vendía pirotecnia. El accidente causó destrozos en casas vecinas.




