
Warnes, hasta cuatro veces más barato
Afirman que aumentó 12,5% el robo de autos en la Capital y lo asocian al mercado ilegal de repuestos
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"Buen día, señor; quería saber el precio de un calefactor para un Renault 19, modelo 94, y un par de varillas limpiaparabrisas, ¿Cuánto cuesta?", preguntó LA NACION a un empleado de una agencia oficial, en la Capital. Lista en mano, el hombre no dudó: "El calefactor vale 2600 pesos, y los limpiaparabrisas, 70 pesos".
El destino siguiente fue la calle Warnes, el polo con más variedad de repuestos y accesorios de la ciudad. En un negocio con atención al público se repitió la inquietud. Vaya sorpresa: "El calefactor sale 585 pesos si lo paga al contado, y el limpiaparabrisas, 24 pesos. ¿Se lo lleva?", dijo allí el vendedor.
Es cierto: cuesta hasta cuatro veces menos comprar una autoparte de un vehículo en algunos locales de la calle Warnes si se lo compara con un concesionario oficial. La diferencia económica en los repuestos nuevos, usados o bien imitaciones, en algunos casos ha puesto bajo la lupa el negocio marginal de los desarmaderos. Sólo 300 de los 1000 que se calcula que hay en todo el país están inscriptos o en vías de terminar el trámite en el Registro Unico de Desarmaderos de Automotores y Actividades Conexas (Rudac).
Precisamente, los altos precios de los repuestos originales y la escasez de muchos de ellos justifican, según los especialistas, el crecimiento del robo de automóviles en el país. Por caso, en la Capital, en enero último, hubo un incremento del 12,5% con respecto a diciembre de 2006, mientras que comparado con enero de ese mismo año el aumento registrado fue del 23%.
Así lo manifestó un informe del Centro de Experimentación y Seguridad Vial Argentina (Cesvi), organismo privado sostenido por las compañías aseguradoras, que muestra que el ranking de los autos más robados lo encabeza el Fiat Uno, un modelo que se produce desde hace casi 20 años.
El Cesvi también indicó que se incrementaron los robos en las distintas zonas del conurbano, datos que se contradicen con los que ayer suministró el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Ese organismo indicó que hubo una baja del 3,85% en el robo de autos en el Gran Buenos Aires en enero y febrero de este año respecto de los mismos meses de 2006, y una baja sostenida de ese delito desde 2002.
El subsecretario de Investigaciones e Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad bonaerense, Roberto Vázquez, dijo a LA NACION que desde la asunción de León Arslanian al frente de la cartera, en abril de 2004, el robo de vehículos en la provincia bajó un 35%. "Al Cesvi lo hemos convocado varias veces y nunca vino a trabajar con nosotros", dijo el funcionario, que ve detrás de las cifras de la entidad "un claro interés por promover el aumento del valor de las pólizas".
Cuando LA NACION quiso conocer las estadísticas policiales sobre los robos de autos en la Capital y el resto del país, en el Ministerio del Interior informaron que no iban a referirse al tema.
Marcelo Aiello, gerente de Cesvi, aseguró que "es indudable que los indicadores de enero de 2007 están alineados con la tendencia alcista de los últimos años, lo cual genera como mínimo un llamado de atención".
A mano armada
En 2006, según el relevamiento realizado por Cesvi, el 35% de los robos de automóviles fue a mano armada. El motivo es que los autos más demandados corresponden a vehículos tecnológicamente más avanzados que son difíciles de arrancar sin llave. Como el Peugeot 206, un modelo que trae de fábrica dispositivos antiarranque y es el más robado a punta de pistola.
Gerardo Bossio, agente de seguros de HSBC La Buenos Aires, explicó a LA NACION que "los robos de automóviles están directamente ligados con la venta de autopartes y se han incrementado en los últimos tiempos, según las estadísticas. Una buena manera de bajar ese índice es que la gente no compre repuestos ilegales".
Por caso, un relevamiento realizado en los concesionarios oficiales de las distintas marcas confirmó la dificultad para conseguir algunas piezas de automóviles. Según el Cesvi, de la línea Fiat no hay repuestos originales del Duna hasta los modelos 96; en Renault, no existe abastecimiento para el Renault 9; por su parte, en Peugeot es imposible encontrar repuestos para el modelo 504; en cambio, el del 405 se consigue con excepciones: si es nacional sí, pero si es importado, no.
En la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes aseguran que el incremento de robos se debe "en parte a que se debilitaron los controles, pero también a que el parque de autos viejos crea una mayor demanda de repuestos. La gente solicita y las bandas los roban a pedido".





