Aceleradoras de video para PC

En una computadora hogareña, una de las partes que cobra cada vez más importancia es la tarjeta aceleradora de video 3D. La mayoría de los juegos ofrece escenarios en tres dimensiones. Para mostrarlos correctamente se requiere un procesador especial, dedicado a hacer los cálculos correspondientes.

De hecho, la gran mayoría de los juegos más nuevos se negará a correr en la computadora si no encuentra una placa de video tridimensional suficientemente potente.

Esto es independiente del procesador central: puede instalar un Pentium 4 a 3 GHz, pero si su tarjeta de video no tiene aceleración (y sólo 8 MB de RAM, por ejemplo), no será posible usar ciertos juegos.

Pero, ¿qué aceleradora hay que comprar? El mercado local ofrece varias opciones, con una amplitud más que generosa de precios: el hardware va de 35 a 535 dólares.

Aquí le explicamos cómo elegir la más adecuada para el uso que le dará en su PC.

Cuando comenzaron a popularizarse las aceleradoras de video había varios fabricantes, diversas técnicas y tecnologías muy diferentes para lograr crear un mundo tridimensional en la PC.

Los procesadores de video son fabricados en su gran mayoría por Nvidia (con su línea GeForce) y ATI. En el último año aparecieron placas con un chip de SiS, pero son las menos (aunque las más baratas).

¿En qué se diferencian unos de otros? En su velocidad y capacidad para generar objetos en 3 dimensiones y calcular cómo se verán en el monitor, cómo incidirá la luz en su color, en la sombra que proyectan, etcétera.

Si no le interesa la cuestión técnica, basta con tener en cuenta lo siguiente: los procesadores de Nvidia van del GeForce al GeForce 4, y el último es el mejor (el más veloz, el que presenta una imagen con mayor realismo).

A fines del año último Nvidia presentó su GeForce FX, todavía con mayor capacidad, pero que aun no llegó al país. Los de ATI, por su parte, siguen una progresión que va del Radeon 7000 al 9800.

En ambos casos, habrá que balancear el poder del procesador (recuerde, el número más alto gana) con el segundo componente fundamental en toda aceleradora de video: la memoria RAM integrada a la placa.

Esta puede ser de 32, 64 o 128 MB. Cuanto más, mejor. La GeForce 2 y la Radeon 7000 son la últimas que ofrecen 32; el resto comienza en 64 MB. Si la tarjeta ofrece RAM DDR (no todas lo hacen), mejor todavía: estos chips de memoria pueden intercambiar el doble de datos con el procesador de la placa, lo que mejora sustancialmente su rendimiento. La contra es que son más caros.

Qué hace una placa 3D

Pero, ¿por qué es importante todo esto? La aceleradora de video es fundamental para crear un entorno en tres dimensiones en la PC. Y la cantidad de cálculos matemáticos necesarios es inmensa. Técnicamente, es muy complejo lograr el realismo y la velocidad necesarios para que un combate en el Counter-Strike sea verosímil, o para que generar una vista (no un render) en un programa como el AutoCAD no tarde un siglo. No se le puede pedir al procesador central de la PC (el Pentium o Athlon) que se ocupe de todo eso, además de los que ya está ejecutando (mantener andando el sistema operativo, desarrollar la inteligencia de los personajes que no son manejados por el jugador, etcétera).

Así es como nacieron los GPU (siglas, en inglés, de unidad de procesamiento de gráficos ). Son, literalmente, una computadora especializada en imágenes en una sola tarjeta.

Los GPU se ocupan de calcular la posición de todos los polígonos que componen ese monstruo que debemos derrotar en una caverna. Cuanto más complejo es el objeto, más cantidad de polígonos posee. La última versión de Lara Croft, por ejemplo, está compuesta por 5000.

La aceleradora 3D tiene, también, que calcular el aspecto de ese objeto, sus texturas (ropa, pelaje, una superficie de madera o cemento), la forma en que la luz incide sobre él, sombras, transparencias y numerosos efectos especiales de alto impacto.

Si el jugador se mueve, si la cámara cambia su perspectiva frente a una casa o un objeto hecho en CAD, la aceleradora tiene que volver a calcular cómo se ven los objetos, qué cosas quedan tapadas por otras, etcétera. Todo esto a cada cuadro, con juegos que están pensados para funcionar correctamente a 60 cuadros por segundo.

Semejante cantidad de información requiere un procesador potente; el flamante chip GeForce FX de Nvidia, por ejemplo, corre a 500 MHz y tiene 125 millones de transistores. Su contraparte de ATI, el R300 (se lo puede encontrar en una Radeon 9700), corre a 325 MHz e incluye 110 millones de transistores. Un Pentium 4, por contraste, tiene 55 millones; no obstante, la velocidad de su reloj es mucho mayor, llegando a los 3 GHz, y se trata de un procesador de propósito general, no especializado en gráficos.

El otro componente importante en una placa aceleradora es, como dijimos, la memoria RAM de la tarjeta, que se usa para guardar toda la información que se está procesando para enviar al monitor, las texturas que se aplicarán sobre los objetos, etcétera. Aquí, cuanta más hay, mejor; y si es DDR (capaz de intercambiar el doble de datos con el procesador), es ideal.

Marcas y modelos

A la hora de comprar una tarjeta, se encontrará que el salto de precios entre un modelo y otro depende del procesador que incluye, y de la memoria. En términos generales, todas las placas con determinado chip y memoria tendrán un rendimiento similar, aunque algunas compañías se esmeran en mejorar la performance aunque sea un ápice.

En una clasificación muy general, la zona más baja del mercado la forman las ATI Radeon 7000 y 7200, y las GeForce 2 de Nvidia. También aparecen aquí las SiS 305, muy baratas, aunque su rendimiento suele ser dispar; el nuevo chip SiS 315 parece ser bastante mejor.

En un nivel medio están las GeForce 3 y la Radeon 8500. Más arriba están las GeForce 4 y las Radeon 9000. El punto más alto del podio lo tiene, en este momento, la ATI Radeon 9700 Pro (Nvidia la quiere destronar con su GeForce FX). Esa victoria llega a un costo: 535 dólares en nuestro país.

El otro punto que puede influir en su precio es el software que se incluye junto con la placa, la salida para ver las imágenes en una televisión, la conexión para monitores digitales, etcétera. Los jugadores extremos o los que quieran saber al detalle qué tan buena es la placa que están por comprar pueden buscar reseñas y comparaciones de performance de estos equipos en sitios como www.tomshardware.com , www.hardwarezone.com , www.hardwarecentral.com , www.maximopc.org , etcétera.

Dicho sea de paso, en el primero de estos sitios, además de muchísima y muy buena información, encontrará una revisión del GeForce FX y del cooler , el ventilador que disipa el calor producido por la placa, así como del sorprendente ruido que genera el cooler . Este ocupa toda la ranura PCI adyacente al puerto AGP y consume tanta energía que requiere un cable de alimentación igual al de un disco rígido (esto último también sucede con la ATI Radeon 9500). Es el precio que hay que pagar por tener un universo en 3D dentro de la PC.

Lo fundamental

• Hay dos familias de productos que dominan el mercado: GeForce (de Nvidia) y Radeon (de ATI).

• Cuanto más alto el número del modelo, mayor es su capacidad.

• Pero también hay que atender a la cantidad de memoria RAM propia que ofrecen: 32, 64 o 128 MB.

• Hay modelos para todos los bolsillos: los precios van de los 35 a los 535 dólares.

Cuánto cuesta una tarjeta de video

Los precios de las GeForce, Radeon y SiS según modelo y RAM

La placa más económica del mercado local es la Pine SiS 305 con 32 MB de RAM (US$ 35).

Luego está la XFX GeForce 2 (64 MB) a US$ 55. Una ATI Radeon 7000 (32 MB) tiene un precio de

69 dólares, mientras que la XFX GeForce 4 MX 440 (64 MB) cuesta US$ 72. La GeForce 4 de MSI tiene un precio de 86 dólares, pero sus 64 MB de RAM son DDR.

Esta misma memoria usa la ATI Radeon 7500 (US$ 90).

El rango medio de placas está con MSI y X-Micro, ambas con chips GeForce 4 Ti 4200. Si tiene 64 MB de RAM DDR, su precio será de US$ 200. Por 128 MB de RAM DDR habrá que pagar US$ 250, algo menos de la mitad del precio de la ATI Radeon 9700 Pro (128 MB): 535 dólares.

Por Ricardo Sametband

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