¿Cuánto cuesta Wikipedia? Lo mismo que un café
Hay en casa varios estantes ocupados por la Encyclopædia Britannica, edición de 1971. Recuerdo que costó una fortuna. Obsequio reciente de un querido amigo, descansa en otro mueble la no menos voluminosa Montaner y Simón, edición de 1912. El artículo dedicado a la Argentina consta de un solo párrafo.
Para un chico de 10 años que había nacido con una curiosidad desmesurada, la Britannica representó un verdadero paraíso. Pero estaba en inglés, idioma que no conocía, así que sus páginas despertaron mi pasión por los lenguajes. Eso me llevaría, 15 años más tarde, a elegir la especialización en Lingüística de la carrera de Letras. Por supuesto, con la Britannica nació también mi amor por las enciclopedias. Un amor que, mucho tiempo después, volvería a florecer, con vitalidad inesperada, el día que conocí Wikipedia.
Como Linux, Wikipedia, creación de Jimmy Wales (a quien se le ocurrió que fuera abierta y editable) y Larry Sanger (que aportó la idea de que fuera una wiki), surgió como un proyecto loco, pero al final se quedó con todo. Apareció en 2001 con la ambición de concentrar la totalidad del conocimiento humano, y en poco tiempo arrasó con el negocio de la Britannica, que dejó de imprimirse en 2012, y el de Encarta, que Microsoft liquidó en 2009. Para entonces, Wikipedia ya acaparaba el 97% del mercado de las enciclopedias en línea. Hoy está en el quinto lugar entre los sitios más visitados del mundo, según el ránking que confecciona Alexa, justo debajo de Google, Facebook, YouTube y Baidu. La Britannica online ocupa el puesto 1773.
Pero, ¿fue un solo factor (por ejemplo, su gratuidad) lo que elevó a Wikipedia hasta la cima? A mi juicio, no. Tampoco el que todos pudiéramos editarla; 250.000 voluntarios colaboran cada mes con la enciclopedia, pero en el mismo período es accedida por 1500 millones de dispositivos únicos. En mi opinión, además de volver a plantear el modelo enciclopedista original –el de D’Alambert y Diderot–, Wikipedia cambió el clima de la erudición. Le sacó el casi inevitable aire de solemnidad, y de pronto conocer, investigar y compartir lo que sabemos se volvió algo entretenido y participativo. Un milagro, considerando el descrédito en el que ha caído el conocimiento en estos tiempos en los que la rosca política, la posverdad, el prejuicio y el alarido valen más que la razón y los hechos.
Dicho simple, hasta que apareció Wikipedia, las enciclopedias les pertenecían a los expertos; uno se sentía allí de visita, y hasta un poco cohibido. En cambio, Wikipedia se presentó de entrada como un ecosistema inclusivo y abierto. Doscientos cincuenta años después de la Encyclopédie, el conocimiento era otra vez de todos. Hubo que lidiar con los vándalos, las fake news y otras patologías, pero por fin nos habíamos vuelto a apropiar de algo que está en los cimientos de la condición humana. Tenemos una capacidad ilimitada para aprender nuevas cosas (o bien existe un límite en nuestro intelecto que nos impide ver cuál es nuestro techo para aprender, pero esa es otra discusión).
La insoportable levedad de la nube
Fantástico, ahora volvamos al ránking de Alexa. El primero de la lista, Google, ocupa a 85.000 empleados y tiene una capitalización de mercado de casi 770.000 millones de dólares. Facebook, que está tercero, con 30.000 empleados, está valuada en casi 439.000 millones. Después de YouTube (que le pertenece a Google) y Baidu (que vale 68.000 millones), está Wikipedia, una organización sin fines de lucro con unos 300 empleados fijos. ¿Notan algo que no está bien en esta foto?
Exacto. El costo de entregar cada día 1000 millones de páginas y recibir 320 millones de visitas, aparte de almacenar esa enormidad de texto, gráficos, audio y video, más desarrollar y mantener el software para usuarios y editores, tiene que ser, por fuerza, muy alto. Wikipedia es vista 6000 veces por segundo. Eso cuesta mucho dinero. "Nuestro presupuesto operativo para este año fiscal (2018-2019) es de 93 millones de dólares –me dijo por mail Samantha Lien, gerente de comunicaciones de la Fundación Wikimedia–. Esto representa el costo total de apoyar los proyectos de Wikipedia y Wikimedia, incluido el alojamiento de nuestros sitios, la creación y mejora de experiencias de software para leer, contribuir y compartir contenido de Wikimedia, el apoyo a las comunidades de voluntarios y socios que hacen posible Wikimedia, y más".
Así que Wikipedia, una enciclopedia cuyo texto (sin imágenes) equivale a 2759 tomos de la Britannica, es libre, es gratis y además no tiene avisos. Oh, perdón, sí, ponen un aviso propio cada tanto, en el que solicitan donaciones. Más de uno se ha quejado de estas campañas de recaudación de fondos, y si me permiten una opinión, es una queja de lo más cómica. No pagamos un centavo por una enciclopedia de 5,7 millones de artículos en inglés (la Britannica tiene 120.000) y casi un millón y medio en español (entre otros idiomas), y cuando nos piden 60 pesos para que esa maravilla pueda seguir andando, nos indignamos. Y algunos, para colmo, se indignan desde alguna red social, donde no les cobran nada, pero sus datos personales son usados como moneda de cambio.
Además, no se trata solamente de la cantidad de artículos (y su calidad, que es notable). El hecho es que usamos Wikipedia a rabiar. Por eso está en el quinto lugar entre los sitios más visitados del mundo. Dicho de otro modo, nos resulta útil; y nos resulta útil en algo que es de lo más trascendente. La ignorancia mata, no me canso de decirlo.
Como saben, cada vez que Wikipedia pone estos avisos (banners, en la jerga), me sumo a la campaña. Sesenta pesos es lo que cuesta un café en la Argentina. Con "dos mangos", como decimos los porteños, se contribuye a mantener vivo uno de los organismos más saludables y útiles de la Red. De hecho, la sola existencia de Wikipedia habla bien de nosotros, como civilización. ¿Suena exagerado?
No tanto. Cuando alguno me dice que está mal que cualquiera pueda editar una enciclopedia, le respondo que si ni siquiera podemos hacer una enciclopedia entre todos, entonces no existe ni la más remota posibilidad de que podamos construir una sociedad entre todos. Con sus tropiezos y errores, Wikipedia es un ejemplo de lo que somos capaces de hacer, si dejamos de lado la sinrazón y la violencia.
Pero cuesta dinero, y el último banner tenía cierto tono de urgencia que me preocupó. ¿Está Wikipedia al borde del quebranto? Le pregunté a Lien acerca de eso. Me dijo: "Nuestras finanzas están sanas hoy, aunque sabemos que tenemos que enfatizar la importancia de la contribución de nuestros lectores a la continuidad, la sustentabilidad y la longevidad de Wikipedia. Las donaciones que recibimos durante nuestras campañas de recaudación de fondos van directamente al presupuesto operativo de la Fundación Wikimedia para el próximo año fiscal, que sostiene el trabajo de la organización por un año más. La fundación utiliza estas contribuciones para cubrir los costos de operación y mejora de Wikipedia, así como los otros 11 proyectos de Wikimedia, y para apoyar a la comunidad de voluntarios detrás de estos proyectos".
Así que no, por fortuna, no está al borde del quebranto. Pero eso depende de nosotros. ¿Cuánto depende de nosotros? Se lo pregunté a Lien, que me dijo que el 90% del presupuesto de Wikipedia proviene de las donaciones de particulares. Quod erat demonstrandum.
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