
El cine en la mano: cómo elegir un reproductor portátil de video
Los equipos de bolsillo capaces de mostrar películas en sus pantallas ya están en nuestro país. El rango de precios y las características técnicas varían de modelo a modelo. Aquí, pistas y consejos para adquirir estos dispositivos
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Hace un tiempo que están disponibles en el mercado local unos dispositivos denominados popularmente MP4. Su oferta ha madurado en los últimos tiempos, y se merecen una revisión.
Los MP4 son reproductores portátiles de video, aunque también aceptan archivos de audio. Su nombre deviene de un formato popular para codificar video. No es el único, por supuesto, pero es uno de los más populares debido a su ductilidad.
Así como el MP3 es, en rigor, la tercera capa del primer estándar creado por el Grupo de Expertos en Imágenes en Movimiento (o MPEG, por las siglas en inglés de Moving Picture Experts Group), el MP4, que suena bien en los oídos de los vendedores porque parece estar un paso más arriba que su primo de sólo audio, es en realidad el estándar definido como MPEG-4 parte 14.
Parece más complicado de lo que es. Simplemente hay que tener en cuenta que existen opciones para implementar ese estándar. Las más populares son la parte 2 de MPEG-4, que usa el formato DivX; la parte 10, que se implementa en el formato AVC, y la parte 14, basada en el QuickTime de Apple, y que es la que genera los archivos de extensión MP4.
En rigor, MP4 es lo que se denomina un contenedor: puede incluir video, audio y hasta subtítulos, entre otras cosas. Los usuarios de teléfonos celulares habrán encontrado a veces que sus móviles registran video en este formato o en 3GP (MPEG-4 parte 12). Un archivo MP4 puede ser de audio, de video, o una combinación de ambos. A veces se los distingue usando la extensión M4A para audio y M4V para video, pero ambos son, genéricamente, MP4.
Todo esto está muy bien, pero, ¿en qué influye a la hora de elegir un reproductor de este tipo? En que el vendedor puede decir que el equipo es MP4 como denominación general, pero eso no implica necesariamente que sea compatible con todos los formatos posibles de MPEG-4.
Algunos modelos que localmente se conocen como reproductores de MP4, por ejemplo, ni siquiera usan este estándar y apelan al Windows Media Video (WMV) o Advanced Systems Format (ASF), ambos de Microsoft. También son relativamente populares los formatos AMV, MTV y SMV, de origen chino y menor calidad de imagen. Suelen usarse en modelos con pantallas de baja resolución.
Los fabricantes de reproductores portátiles de video suelen incluir, en el CD de instalación que viene con el equipo, un software de conversión más o menos sofisticado para pasar videos al formato preferido del dispositivo. Si éste da soporte a más de un formato, es aconsejable probar todas las alternativas con un mismo video, para ver cuál es el que mejor se lleva con el hardware del equipo. Como en la conversión se pierde información, es recomendable que la fuente tenga la mejor calidad posible.
Aunque el formato admitido por un reproductor es importante, no es el único parámetro por analizar en el momento de elegir un dispositivo de este tipo.
La pantalla y la memoria
Lejos, lo más importante en estos equipos es la pantalla. Aunque también vale la resolución, las dimensiones de la pantalla definirán si podemos ver los videos a una distancia cómoda, si podemos apreciar los detalles y demás.
El display define, por supuesto, el tamaño general del dispositivo, y suele encarecer un poco el reproductor. Será cuestión, entonces, de privilegiar su portabilidad en cualquier bolsillo o una visión más relajada. El tamaño más popular de pantalla ronda las 2 pulgadas, medidas en diagonal.
El segundo elemento de importancia es, claro, la capacidad para almacenar archivos. Dependiendo del presupuesto se podrá acceder desde dispositivos de 512 megabytes (MB) hasta equipos con un disco interno de 80 gigabytes (GB), como el Apple iPod.
Cuanto más espacio se tenga, más videos se podrán almacenar en el reproductor. Hay que tener en cuenta que al convertir los videos a la resolución de estos equipos (320 x 240 pixeles o menos), el tamaño del archivo resultante es relativamente pequeño.
También influye el formato elegido, ya que no todos son igual de eficientes a la hora de convertir la película suministrada. Si la herramienta de transformación lo ofrece, también se puede elegir entre distintas calidades de video. Una mayor compresión resultará en un archivo más pequeño, pero con una menor calidad de imagen.
Hay varias herramientas gratis disponibles para hacer la conversión de videos, si la aplicación ofrecida por el fabricante no resulta satisfactoria.
Una opción completísima es Super ( www.erightsoft.com/SUPER.html ), pero puede resultar algo intimidante. También están PocketDivx ( www.pocketdivxencoder.net ), MediaCoder ( mediacoder.sourceforge.net ), Videora ( www.videora.com /en-us/Converter/ , para iPod y MP4) o Staxrip ( www.planetdvb.net/staxrip , para DivX).
En la Web circula también el MP3 Player Utilities , que incluye un conversor para generar archivos AMV. No tiene página oficial, pero está disponible para descargar de www.mundodivx.com/descargas.php?id=59 .
De los equipos listados en esta página también se consiguen modelos de más o menos capacidad; en general, hay modelos de 512 MB, 1 GB y 2 GB. Algunas marcas tienen también equipos de 8 GB. En el caso del iPod Video hay opciones de 30 y 60 GB.
También se consiguen en los locales argentinos el Asahi 718 -SF de 1 GB ($ 299), con pantalla de 1,5", que reproduce SMV, MP3 y WMA, además de incluir radio FM. El Satellite M-116 de 1 GB ($ 599) reproduce WMV, ASF, MP3 y WMA, y el Stromberg Carlson MP101, con pantalla de 1,5", SMV, MP3 y radio FM, tiene un precio de 379 pesos.
Audio y más
Los reproductores portátiles de video disponibles en el mercado local son capaces de decodificar archivos de audio en formato MP3. Algunos también son compatibles con otros formatos, como WAV, WMA, AAC o ATRAC3 (en el caso de Sony).
Es posible llevar al mismo tiempo videos y música en el equipo, además de fotos, ya que casi todos los modelos permiten usar la pantalla como álbum de fotos.
Dependiendo del fabricante se incluirá, también, juegos, un visor de archivos de texto, una radio FM, un micrófono para grabar audio o una ranura para expandir la capacidad del equipo usando tarjetas de memoria.
Todos estos dispositivos usan una conexión USB para transferir los datos y la aprovechan, en general, para recargar su batería interna. La mayoría permite, además, usar el reproductor portátil de video como una llave de memoria USB convencional, para llevar allí cualquier tipo de archivos.
Si el equipo incluye una herramienta para actualizar su firmware (el sistema operativo del dispositivo) es recomendable hacerlo, porque suele corregir algunos errores de funcionamiento.
Esta herramienta no siempre tiene éxito en encontrar el sitio Web del fabricante original, por lo que han surgido foros de discusión como www.mympxplayer.org (en inglés), donde usuarios de todo el mundo comparten impresiones y trucos para aprovechar todas las funciones de estos equipos.
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