
El estudio MIDI ya está en su PC
El MP3 opacó su papel, pero esta norma hoy mueve la industria de la música
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En 1989 Norberto Alvarez, profesor de música y compositor, estaba elaborando la banda de sonido para la obra de teatro Joaquín Murrieta , de Pablo Neruda, en la que actuaban Franklin Caicedo y Patricio Contreras.
"Mientras ensayaban, me iban pidiendo que fuera cambiando cosas de la música, que le agregara unos compases para acompañar el movimiento de un actor o que alargara una parte -relata Alvarez-. Y para mí todo eso significaba volver a tocar cada parte y gastar tiempo y dinero en un estudio de grabación."
Había una solución a la vuelta de la esquina, sin embargo. Alvarez se enteró de que existía un lenguaje de comunicación entre instrumentos musicales, la norma MIDI (por Musical Instrument Digital Interface ; interfaz digital para instrumentos musicales), que le permitía controlar otros instrumentos digitales desde un solo teclado maestro. Podía editar la música que había compuesto sin gastar dinero en un estudio o contratar una banda.
"Yo trabajaba con una Commodore 64 y un cartucho especial para conectar a un teclado MIDI -recuerda el músico-, y lo controlaba desde la computadora con un programa de secuenciación que se llamaba Doctor T ." Pero, ¿cómo lograba hacer música de calidad profesional con un programa en una computadora? A fines de los años 70, los fabricantes de sintetizadores comenzaron a incluir circuitos integrados en sus equipos. Estos procesadores necesitaban un software de control que fuera compatible con instrumentos de diversas marcas, porque muchos músicos buscaban la forma de poder disparar secuencias de sonido en sintetizadores diferentes.
En junio de 1981 se reunieron técnicos de Roland, Oberhiem y la Asociación Nacional de Vendedores de Música de Estados Unidos, y desarrollaron un protocolo al que se le agregaron conceptos propuestos por Yamaha y otros fabricantes. En agosto de 1983 se presentó la primera versión de ese lenguaje. Había nacido la norma MIDI.
Conectando dos sintetizadores con un cable especial se podía hacer que uno controlara al otro vía MIDI. El método es sumamente simple: el lenguaje le dice a un sintetizador cuándo tocar una determinada nota de un determinado banco de sonidos, por cuánto tiempo y con qué intensidad, cuál debe ser el volumen, etcétera.
Estas instrucciones pueden ser enviadas a más de un banco de sonidos ( patch , en la jerga, equivalente a un instrumento) del sintetizador, por lo que se puede dar pie a varias capas de audio que suenan simultáneamente. En los primeros equipos había 16 canales MIDI; los actuales permiten 256. No todos los canales corresponden a un instrumento. Se puede usar un canal para darle una orden especial al sintetizador: que aplique un efecto, que controle la iluminación del escenario y otras cosas por el estilo.
En 1991 se creó el General MIDI. Todos los sintetizadores compatibles con esta versión tienen los mismos instrumentos básicos en los mismos canales, para que una secuencia de instrucciones (un archivo con la extensión .mid ) sea ejecutada correctamente en cualquiera de ellos (el piano acústico está siempre en el primer canal, y así).
Los sonidos para cada nota de cada instrumento están grabados en la memoria del sintetizador; por eso, la música interpretada por los primeros sintetizadores dependía en un principio de la calidad con que éstos habían sido grabados.
Con la evolución de los equipos y el uso de las computadoras, hoy se pueden samplear sonidos. Si el músico está componiendo una melodía que necesita un bombo legüero, y no lo tiene en el sintetizador, puede grabar y digitalizar los sonidos del instrumento y luego interpretarlos con su teclado.
Los secuenciadores son un subproducto de la norma MIDI. Estos programas registran miles de instrucciones MIDI permitiéndole al músico editar su partitura de forma digital, con enorme precisión y gran libertad. Además, un tema compuesto en MIDI ocupa muy pocos kilobytes, ya que no incluye sonidos, sino instrucciones. Es la versión moderna de la pianola.
La norma MIDI no está sólo en los teclados profesionales. La mayoría de las PC multimedia pueden controlar dispositivos MIDI conectándolos al puerto del joystick con un cable especial de 5 pines.
Y hay más: el usuario puede componer música en su teclado y grabar la partitura en la PC, o comenzar directamente en la computadora y aprovechar todas las bondades de este lenguaje sin usar ningún instrumento.
Además, es posible usar instrumentos acústicos (una guitarra, por ejemplo). Una vez que se graba la melodía se la puede editar con algún software de edición digital y luego controlarla vía MIDI.
"Con este lenguaje tengo un estudio en mi casa, en el que puedo experimentar todo lo que quiera. Con una computadora puedo componer y tener una versión digital de lo que estoy haciendo en tiempo real -explica Alvarez-. Puedo ver cómo suenan los instrumentos, saber si la orquestación que elegí es la correcta, cambiar partes si me equivoco o no me gusta la partitura, poner o sacar instrumentos."
Además, con cualquier buen programa se obtiene la partitura en tiempo real: se toca un instrumento y el software anota las notas en la pantalla. "Un compositor de tangos puede probar mil combinaciones para una canción, oír cómo suena cada una, elegir la que más le gusta e imprimir las partituras para todos sus músicos", dice Alvarez.
Incluso puede grabar todas las partes (el piano, el bajo, el bandoneón, etcétera) con su teclado, hacer los arreglos, la orquestación, agregarle efectos y hasta grabar la melodía en un CD para que acompañe a un cantante en una presentación.
Alvarez cuenta que hace algunos años un famoso compositor nacional recibió el encargo de un teatro para componer una obra para una orquesta. Obtuvo un importante pago adelantado para poder dedicarse de lleno a eso, pero finalmente tuvo que devolver el dinero: no hizo a tiempo para escribir a mano todas las partituras (una para cada músico). Si hubiera conocido la norma MIDI podría haber hecho el trabajo en tiempo y forma.
Dice Alvarez: "Es una pena que la norma MIDIno se use en los conservatorios nacionales. Un chico primero aprende a hablar, y después a escribir. Entonces, ¿por qué no hacemos lo mismo con un estudiante de música? Hay que dejar que cree y que después le ponga nombre a lo que hace. Que primero tenga esta posibilidad fantástica de experimentar con sonidos y ritmos, y que luego aprenda la notación, que es algo más arduo y aburrido".
Sean profesionales o amateurs, los que componen música o simplemente desean explorar su creatividad a través de los sonidos tienen en casi cualquier PC un estudio de grabación en potencia. Muchos chicos pueden fácilmente descubrir así su vocación.
El dónde, cuándo y cómo de la partitura digital
Para usar MIDI hay muchísimos programas, algunos de carácter general y otros más especializados. Pero lo que todos comparten, explica Norberto Alvarez, es que "están hechos con un músico en mente, y por eso son muy fáciles de usar. Y aun el que no es músico los puede entender; nunca fueron pensados para un técnico en computación".
Si, por ejemplo, un músico compone una frase musical, puede grabar esta melodía en la computadora con la placa de sonido con un programa de secuenciación como el Cakewalk (permite grabar MIDI y también audio, va por la versión 9, www.cakewalk.com ).
Luego puede elegir los acordes que acompañarán esa melodía y grabarlos como referencia, y tener así la melodía y la armonía.
Quizá quiera agregarle una base rítmica: puede tocarla en un teclado -hay bibliotecas de sonidos que se consiguen en CD o en la Web- o crearla usando programas como el Drummer o el Band in a Box ( http://www.pgmusic.com ): se especifican los acordes y el estilo, y el software hace el resto.
Una vez que están grabados todos los instrumentos digitales -hasta 256 pistas por canción- se puede pasar a los acústicos, o a la voz.
Para eso, la mayoría de los músicos usa un editor de audio como el Sound Forge ( http://www.soundforge.com ), con el que es posible mezclar el tema, agregarle efectos y masterizarlo (crear un original).
El archivo resultante puede pasarse a un CD, DAT, MiniDisc y hasta a un cassette analógico convencional. Si se planea una ejecución en vivo, las partituras se imprimen usando la mayoría de estos programas u otros especializados como el Encore ( http://www.gvox.com ) o el Finale ( http://www.codamusic.com/coda/ ), que tienen todos los símbolos de la notación musical. Por último, para aprender a leer partituras de forma ágil y amena está el NotePlay .
Pero éstos son sólo unos pocos entre la miríada de programas disponibles para hacer música. Para encontrar información sobre audio digital puede ir a http://www.harmonycentral.com ; hay mucho software gratuito o shareware en http://www.hitsquad.com "Como en cualquier disciplina artística, la computadora no es un reemplazo del talento -advierte Alvarez-. No cualquiera es un buen escritor simplemente por tener acceso a la tinta. Si no hay talento, el resultado va a ser una cosa cuadrada, aburrida. Pero si hay capacidad, las posibilidades que da la norma MIDI son inmensas."






