
Se complica la fusión entre HP y Compaq
A pesar de que fue aprobada por los accionistas por el 51,4 por ciento
1 minuto de lectura'
La controvertida fusión de Hewlett-Packard y Compaq pareció haber tomado un rumbo de certidumbres cuando se conoció que el 51,4% de los accionistas había aceptado la fusión. El trabajo del conteo no fue sencillo: tomó tres semanas a una comisión independiente establecer el resultado definitivo de la votación: 837 millones de votos (cada acción equivale a un voto) respaldaron el proyecto de Carly Fiorina, CEO de HP, en tanto que 792,6 millones lo rechazaron. En los primeros días de la semana última, voceros de Hewlett-Packard anunciaron los resultados definitivos del recuento de votos sobre la fusión, y la historia parecía haber concluido. Pero la última palabra aún no estaba dicha; ahora los accionistas en desacuerdo con la fusión pretenden anular el resultado por la vía legal.
Los argumentos esgrimidos por Walter Hewlett son muy graves: acusa a la plana mayor de la compañía de haber coaccionado al influyente Deutsche Bank a votar en favor de la fusión bajo amenaza de cancelar los vínculos comerciales con ese banco. Si HP pierde el litigio, es muy probable que la Justicia anule el resultado de la votación.
En una movida sorpresiva, los apoderados de Walter Hewlett obligaron a Fiorina a testificar en los tribunales americanos para responder sobre una supuesta reunión secreta entre HP y el inversor número once de la firma, el Deutsche Bank, con el propósito exclusivo de favorecer la fusión propuesta por los más altos directivos de HP con Compaq Computer a pocos días de una votación crucial para la suerte de ambas empresas.
Un mensaje que Fiorina dejó en el contestador telefónico de Bob Wayman, jefe financiero de la compañía, y que un empleado filtró al periódico Mercury News, podría resultar crucial en el juicio. La transcripción del mensaje, presentada por Walter Hewlett, mostraría a Fiorina urgiendo a los banqueros a cambiar su voto y recordándoles que ese voto sería "de gran importancia para sus relaciones futuras".
El Deutsche Asset, una división del Deutsche Bank, es accionista del gigante informático con el 1,31% de los papeles. El hijo del fundador alega que este inversor había decidido emplear sus 25 millones de acciones para oponerse a la fusión, pero se retractó cuando Fiorina y su equipo le hicieron ver que esta decisión pondría en peligro jugosas operaciones futuras del banco con Hewlett-Packard.
Otro dato crítico es que el juez de Delaware encargado del caso, William B. Chandler III, tiene una bien merecida fama de severo. Los diarios locales indican que llegó a multarse a sí mismo con 500 dólares por llegar tarde a una cita. El desenlace de la fusión HP-Compaq todavía es incierto.






