Un estudio de videojuegos acusa a Kalashnikov de robar el diseño de un arma para crear su nueva escopeta
Una firma independiente señala al fabricante ruso de copiar un arma de un videojuego para crear la escopeta MP-155 Ultima, un arma equipada con mucha tecnología, como una computadora integrada, una cámara de alta definición
LA NACION
Una firma independiente de videojuegos acusó al fabricante ruso Kalashnikov de robar el diseño de una de las armas de ficción presentes en su desarrollo. Ward B fijo que un contratista de la compañía reconocida por su fusil AK-47 se contactó en 2019 para colaborar en la creación de la escopeta Mastodon, presente en el juego Oceanic, pero que todo terminó en un engaño.
Según los desarrolladores del videojuego, Kalashnikov buscaba crear un arma de fuego real basada en Mastodon, un arma ficticia de un título de disparos en primera persona ambientada 200 años en el futuro. Sin embargo, después de un primer contacto, el contratista desapareció y no tuvieron más noticias sobre esta colaboración, hasta que tiempo más tarde vieron el diseño del MP-155 Ultima en 2020, un arma inspirada en los videojuegos, sin mención alguna a Ward B.
Así luce el arma de ficción Mastodon, del videojuego Oceanic
La MP-155 Ultima es una escopeta, pero tiene una computadora adentro con cámara, Wi-Fi y Bluetooth. Esta tecnológica arma de fuego incluso tiene una batería que se carga por USB-C, ya que tiene una Raspberry Pi en su interior, la que gestiona la cámara FullHD que graba videos de los disparos.
Si bien la MP-155 Ultima y la Mastodon no son idénticas, las sospechas de Ward B señalan algunas similitudes burdas en la comparación, ya que comparten algunos detalles de diseño de la escopeta del videojuego, que no tienen utilidad alguna en la vida real. “Nada de estos detalles le dan una estabilidad al arma. El hecho de que incluyeron esta marca es un poco sospechoso, porque creo que tienen el modelo 3D de Mastodon y se olvidaron de remover esta marca”, dijo Marcellino Sauceda, CEO de Ward B.
Ante estas acusaciones, Maxim Kuzin, representante de Kalashnikov, reconoce que hubo un acercamiento inicial, pero que el acuerdo falló por problemas de propiedad intelectual de los diseños. Ante esta situación, el fabricante de la AK-47 decidió trabajar con otro diseñador de Rusia.
En este punto, Ward B acusa a Kalashnikov de intentar comprar el diseño de Mastodon al artista que trabajó en el videojuego. Además, señalan que el fabricante de armas licenció el diseño de la MP-155 Ultima para otro título, Escape from Tarkov, en una historia que al final terminó beneficiando a otro desarrollador de videojuegos.
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