
Un recorrido por el nuevo Mac OS X de Apple
Probamos la Beta 1.0. de la décima versión del sistema operativo. Soporta a las anteriores, agrega servicios de Unix y presenta nueva interfaz
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La letra X, de X-Window, se está convirtiendo en la protagonista de 2000 en lo que a informática se refiere. Linux la está imponiendo en los ambientes donde la W de Windows lideró, cómoda, durante mucho tiempo. Por eso, no es de extrañar que cuando Apple pensó en su siguiente sistema operativo no quiso dejar de lado este enigmático símbolo del alfabeto, que casualmente coincide con el número de versión del nuevo Mac OS. Bueno, dicen que las casualidades no existen.
A principios del año que viene se estará distribuyendo el Mac OS X y promete ser la mayor revolución de la historia para la plataforma desde la aparición de este sistema operativo: un producto totalmente nuevo, que no conserva ni la interfaz -el aspecto externo- ni el kernel -el núcleo, la forma en cómo funciona- de sus predecesores.
Sin embargo, la devoción de los usuarios de Mac por los productos de la marca incentivó a Apple a realizar una movida prácticamente inédita: lanzó una versión beta -es decir, inconclusa y para testeo- pública que puede conseguirse por algo menos de 30 dólares en el sitio Web de la compañía: http://www.apple.com/macosx
Los primeros cambios están a la vista. La nueva interfaz, denominada Aqua , cambia totalmente el aspecto del Desktop (Escritorio) y ofrece un conjunto de nuevas funcionalidades. En el nivel estético, los principales cambios son las ventanas, ahora translúcidas. Cuando se abren dos aplicaciones, la ventana superior permite ver lo que hay por debajo.
En el nivel funcional, el cambio más importante que se ve a simple vista es el Dock . Una barra de herramientas inferior que contiene las aplicaciones usuales; por defecto aparecen el Desktop, el Internet Explorer de Microsoft, el Sherlock , el correo electrónico, QuickTime , el reloj y la ayuda, entre otros. Al Dock se puede llevar cualquier objeto que se utilice con frecuencia: un documento, una aplicación o una carpeta. Incluso, puede arrastrarse un archivo de tipo Movie (una película) y ésta seguirá ejecutándose en la barra de tareas.
Dale vida a tu desktop
"Tiene vida, color, profundidad y fluidez en los movimientos", indican en la compañía. Este último ítem puede comprobarse al cerrar una ventana al tiempo que se presiona la tecla Shift , y aquí va uno de los trucos visuales del Mac OS X: se desvanecerá lentamente hacia su posición en el Dock.
Para que el usuario no sienta un fuerte golpe, las cosas se siguen llamando de la misma manera que en las versiones anteriores. El Finder , el buscador Sherlock y el System Folder son sólo algunos ejemplos.
Además, el menú superior tiene las mismas opciones en idéntico orden. El cambio más importante se da con el menú de aplicación, antes en el extremo derecho y ahora en la punta izquierda. También cambian los botones de control de las ventanas. Cual semáforo, hay tres: uno verde, uno rojo y uno amarillo, para maximizar, cerrar o minimizar.
El último cambio drástico en la interfaz es la capacidad de navegar por todos los contenidos del disco, de un CD-ROM o de la red desde una única ventana. Cuando se hace doble clic sobre el icono contenido en una ventana, la nueva reemplaza a la anterior, en lugar de abrir otra, como ocurría hasta el Mac OS 9.
Así se evita una proliferación de un gran número de ventanas y esto, según declaran en Apple, era un objetivo de diseño. Para volver a una ventana anterior basta con hacer clic sobre el título de la que está activa y se abrirá un menú con todas las que la preceden, de forma tal que se puede seleccionar directamente con el mouse.
El directorio raíz, en términos del viejo DOS, se denomina Computer y tiene derivaciones hacia todos los volúmenes que el equipo tiene montados, incluyendo cámaras digitales. Esto último se alinea con una de las principales estrategias que tiene la marca: la del video digital para hogares y profesionales.
La teoría de la evolución
Según Apple, el Mac OS X representa tanto un cambio radical respecto de las anteriores versiones del sistema operativo como la evolución natural del Mac OS.
Como una suerte de metáfora relacionada con esto último, el núcleo del sistema operativo lleva el nombre de Darwin. Se trata de una estructura Open Source (código fuente público). Esto significa que cualquier desarrollador puede tener acceso a los programas como fueron escritos para, de esta forma, optimizar sus productos para la plataforma.
Linux puso de moda en los últimos años esta metodología del código abierto, característica de las implementaciones académicas de Unix. De hecho, en un primer momento se dijo que el Darwin (que es un Unix) era muy similar al Linux; en realidad, en este sentido, es más bien un FreeBSD.
Se trata de una suma de tecnologías clave. Una de ellas es Mach, que provee la implementación en el sistema operativo de procesos como la habilitación de los puertos, el direccionamiento virtual, la administración de la memoria y la comunicación entre tareas.
Otra parte del núcleo es BSD (Berkeley Software Distribution), que soporta las típicas características Unix que todos los sistemas operativos modernos tienen de alguna manera, pero que el Mac OS retaceaba hasta ahora: multitarea prioritaria, memoria protegida, ubicación dinámica de memoria y multiprocesamiento simétrico (ver recuadro). Esta tecnología es la base de las redes y el sistema de archivos del nuevo Mac OS.
El sistema de archivos del kernel soporta tanto Mac OS Extended ( HFS+ , Hierarchical File System , sistema de archivos jerárquico) como Mac OS Standard ( HFS ), lo que provee compatibilidad con los documentos de cualquier versión del sistema operativo. Además, tolera otros sistemas de archivos, en particular, algunos de Unix.
En http://www.apple.com/darwin está disponible, como se mencionó, todo el código. Los directivos de Apple aseguran que se trata de la primera compañía de gran tamaño en tecnología que adopta esta estrategia. Esto es, básicamente, cierto.
Andan por el medio
Entre el núcleo y la interfaz se encuentran una serie de tecnologías adicionales.
Una de ellas es QuickTime 4 , la herramienta para manipulación, edición y almacenamiento de objetos multimediales como películas, sonidos, animaciones, gráficos, música, textos y archivos de realidad virtual de 360 grados. Este es otro punto de contacto entre el X y sus predecesores: los usuarios de Mac están, casi en su totalidad, habituados completamente al uso de este software.
Otra tecnología heredada es QuickDraw , una biblioteca para la construcción, manejo y visualización de gráficos bidimensionales e imágenes planas. Esta herramienta permanece, en realidad, para dar soporte a los desarrolladores que seguirán sacando productos para la vieja arquitectura del Mac OS.
Los que se inclinen por el modelo Darwin-Aqua tienen a Quartz , un nuevo sistema de gráficos que ofrece un modelo de imágenes mucho más rico que el anterior.
También el OpenGL , una biblioteca para gráficos 3D desarrollada por SGI (ex Silicon Graphics), que se comercializa con las Mac desde el lanzamiento de la G3 Blue & White, viene incorporada en el nuevo sistema operativo. En particular, ofrece soporte para juegos, animación, CAD/ CAM, imágenes médicas y aplicaciones que necesiten una estructura robusta de visualización 3D.
En el nivel de hardware, el Mac OS X soporta, como era de esperarse, todas las tecnologías que Apple viene pregonando desde hace dos años: USB para los dispositivos externos, FireWire para medios de almacenamiento que requieran de alta velocidad de transferencia (discos portátiles o cámaras de video digitales) y AirPort , la tecnología de conexión inalámbrica a redes e Internet.
Por otra parte, la nueva versión soporta servicios de red y protocolos heredados de sus predecesoras, como AppleTalk y Open Transport , dos estándares muy arraigados entre los usuarios.
Sale con Toddy
Pero la característica saliente del nuevo sistema operativo, y, tal vez, la que generó mayor ansiedad entre los usuarios, es que esta versión puede correr casi todo el software que haya sido desarrollado para cualquier Mac OS anterior.
Una de las exigencias mayores que tuvieron los usuarios cuando se indicó que el Mac OS X estaba en desarrollo fue la compatibilidad hacia atrás. De hecho, la instalación de un nuevo sistema operativo nunca significó un conflicto mayúsculo para los usuarios, que pudieron siempre seguir utilizando sus viejas aplicaciones. En este caso, como los cambios eran tan radicales, los temores estuvieron a la orden del día.
Sin embargo, desde la beta se puede experimentar que no hay en realidad motivo de preocupación (ver columna La Compu, página 2). Mac OS X soporta tres entornos de aplicación: Classic , Carbon y Cocoa .
El primero de ellos permite correr todas las aplicaciones disponibles para las versiones anteriores. Pero, como se trata de un entorno de compatibilidad, no permite aprovechar las nuevas ventajas. La forma en que lo hace es corriendo un Mac OS 9 como si fuera una aplicación más y, sobre él, el programa. (Nota al margen:los usuarios de Linux, por ejemplo, pueden correr aplicaciones de Windows con el emulador Wine que, como elClassic, también impone ciertas limitaciones.) El entorno Carbon, por su parte, también ejecuta todas las aplicaciones desarrolladas para las versiones anteriores, pero cuyo código fue optimizado para el Mac OS X. Es el caso, por ejemplo, de Internet Explorer 5 de Microsoft o de AppleWorks . En este entorno, el software sí utiliza las características del nuevo sistema operativo.
Por último, Cocoa ejecuta sólo las piezas de software creadas específicamente para la nueva plataforma. Los tres entornos pueden interactuar: se puede cortar un fragmento de texto en una aplicación que corre en Carbon y pegarlo en otra que lo hace en Cocoa, por ejemplo.
Por si no alcanzaran estos tres entornos, el sistema provee una terminal Unix que ejecuta directamente los comandos de ese sistema operativo y que, tras volver a compilarlos, permite correr prácticamente cualquier aplicación desarrollada para él.
El futuro es hoy
Desde que lo pergeñó en su cabeza, Steve Jobs anuncia que en este sistema operativo confluirán "la facilidad de uso del Mac OS con la robustez de Unix".
Los objetivos de este producto son ambiciosos: pretende generar fidelidad de los usuarios de Mac OS, pero también atraer a usuarios de otras plataformas, como Unix/ Linux/FreeBSD (promete esa fiabilidad y hasta permite utilizar sus comandos, como se mencionó), y del propio Windows (según directivos de Apple, el Aqua es bastante cómodo para ellos).
Además, comienza a perfilarse para un segmento en el que la empresa de la manzanita nunca hizo demasiado pie: el corporativo.
La versión beta, que tiene prácticamente las funciones completas y que presenta muy pocos conflictos de compatibilidad, no es para todos. Requiere 128 MB de RAM. Mucho, considerando que la mayoría de los equipos nuevos sale al mercado con 64.
Dicen en la compañía que la versión definitiva tal vez funcione con 64 MB, pero que como ésta es sólo para fanáticos y desarrolladores se apostó a que todos tuvieran una experiencia positiva en cuanto a velocidad. No obstante, funcionando con 64 MB de RAM, puede lograrse ver la mayor parte del nuevo sistema operativo. En cuanto a la máquina, puede ser cualquiera con procesador G3 o G4, esto incluye, claro, a las iMac y las iBook. Y significa que hay también mucho hardware que queda afuera de este nuevo emprendimiento.
Apple se propone tener la versión definitiva para principios de 2001. Los objetivos de la empresa indican que a mediados de ese año, la mayoría de los usuarios de versiones previas del Mac OS deberá haberse pasado a la nueva.
Para ese momento ya habrá una tendencia de si para el mercado se trata del "sistema operativo del futuro", como pregona Apple, o simplemente de la nueva versión del Mac OS, aceptada y usada por aquellos que siempre tuvieron una Macintosh sobre su escritorio.
¿Qué hay de nuevo?
Las nuevas características que tiene el sistema operativo Mac OS y que eran reclamadas desde hace tiempo por los usuarios son:
Memoria protegida: cada aplicación accede a su propio espacio en la memoria y no se superpone con otras. Por lo tanto, si una deja de funcionar (se cuelga) no afecta el funcionamiento de las restantes ni del sistema operativo.
Ubicación dinámica de memoria: capacidad del sistema operativo de ubicar el espacio de memoria virtual que cada aplicación necesita, sin necesidad de que se configure previamente.
Multitarea prioritaria: el sistema operativo (y no las aplicaciones) deciden cuánto tiempo de cálculo del CPU se asigna a cada proceso en ejecución.
Multiprocesamiento simétrico: soporte a equipos con más de un procesador (como las nuevas G4) para que aprovechen al máximo esa característica.
Además, el nuevo sistema operativo ofrece tres entornos de ejecución:
Classic: permite correr aplicaciones desarrolladas para versiones anteriores de Mac OS, sin tomar los beneficios del X.
Carbon: ejecuta los programas realizados para versiones anteriores, pero cuyos códigos están optimizados para funcionar con el Mac OS X, por lo que toma todos los servicios de éste.
Cocoa: garantiza el funcionamiento sólo de las aplicaciones que fueron hechas específicamente para el nuevo sistema operativo.
No pedís nada
Los equipos que soportan el Mac OS X Beta son: iMac, iBook, Power Macintosh G3, Power Mac G4, Power Mac G4 Cube y las PowerBook lanzadas después de septiembre de 1998.
Además, es recomendable contar con 128 MB de memoria RAM y tener actualizado el sistema operativo al Mac OS 9.0.4.
La licencia sobre la beta vence cuando se lance la versión comercial o el 15 de mayo de 2001, según lo que ocurra primero.





