CORDOBA.– Naturaleza agreste, vegetación autóctona que se mueve al ritmo del viento que sopla casi de manera permanente, sierras que se elevan rodeando la grieta y cóndores andinos que reinan en los cielos imponentes. Cada tanto bajan y se bañan en las lagunas. El espectáculo es maravilloso y, aseguran los entendidos, único en latinoamérica.
El Parque Nacional Quebrada del Condorito está a unos 90 kilómetros de la ciudad de Córdoba, en la reserva provincial Pampa de Achala.
Son casi 40.000 hectáreas en una gigantesca grieta a 800 metros de profundidad y 1500 metros de separación en sus paredes superiores con una rica biodiversidad que incluye, además de los cóndores, pumas, zorros colorados, ríos colmados de truchas, halcones peregrinos, ranitas de zarzal, bosques de tabaquillos y de molles y romerillos.
La Pampa de Achala –que se extiende otras 100.000 hectáreas– tiene como guardianes a los dos cerros más altos de Córdoba, el Champaquí al sur (2790 metros) y el macizo Los Gigantes al norte (2374 metros).
Un show aparte, según define Diego Calari (guía hace 25 años y presidente de la Asociación de Guías de la Quebrada del Condorito), es cuando las aves bajan a mojarse y a tomar sol a El baño del Cóndor.
El baño en la olla
Se trata de un arroyo que antes de desembocar en el río Condorito –toda la zona es un homenaje a los reyes del lugar– forma una olla de unos cuatro metros de diámetro. "Es un ritual que los cóndores bajen allí, en general después del mediodía; a media que avanza la tarde se desplazan hacia un risco al Este. Desde el balcón norte del parque se los observa a unos 1200 metros. Hay que llevar largavista y paciencia", describe Calari.
Las aves se despiden del baño planeando unos cien metros hasta alcanzar la salida hacia las alturas.
El avistaje de cóndores, por supuesto, es la actividad más convocante, pero hay varias opciones que incluyen a visitantes de todas las edades y de diferentes gustos, como trekking, cabalgatas, mountain bike y safaris fotográficos.
Calari asegura que el avance hacia el balcón norte (una caminata de unas cuatro horas ida y vuelta, de dificultad media) puede realizarse sin guía porque está "todo muy bien señalizado y con datos sobre el medio ambiente". En cambio, aconseja un acompañante para el balcón sur. "Siempre llevar hidratación, protector solar porque no hay sombra y estar atento al pronóstico", agrega.
Hay otros circuitos hacia la zona noreste del parque que no están señalizados –Cinco Chorros, Pocitos de Nieve– y que son ideales para los "más aventureros". Sólo se pueden realizar con guías de trekking para ese nivel en grupos limitados; sólo están habilitadas las prácticas de bajo impacto ambiental.
A los cóndores se los ve todo el año. Con sus alas abiertas pueden alcanzar hasta tres metros de envergadura. El cuello blanco indica que es un ejemplar adulto, y la cresta que va del pico a la nuca, que es macho. Durante el recorrido -es aconsejable hacerlo con guía- se ven grupos de turistas y también de fotógrafos profesionales que esperan horas agazapados para lograr la mejor toma.
"Paciencia, paciencia", insiste Calari como recomendación para quienes quieren cruzarse con los cóndores y subraya que la experiencia "vale la pena". Cuenta que es posible verlos a unos 20 metros de distancia (la mejor ubicación es el balcón sur) aunque las chances dependen "del clima, de cuándo comieron, de si hay ruidos". A manera de aliento a los visitantes señala que es "muy raro no ver uno". Las estimaciones dan cuenta de unos cien cóndores que están de manera permanente en la quebrada.
"Es una zona donde aprenden a volar por eso es alto el porcentaje de aves juveniles; en la adultez migran hacia otros lugares", apunta el guía. No nidifican en las paredes de la quebrada, sino que buscan riscos más apartados, menos concurridos. El parque también es zona para pesca recreativa (la temporada es de octubre a mayo y requiere de un permiso gratuito que se gestiona en el lugar).
La recomendación de Calari es comenzar la caminata alrededor de las 9 de la mañana para aprovechar todo el día y ver cómo se transforma el paisaje con las diferentes luces. Al ser un ambiente natural protegido, se recuperó en gran parte la diversidad de flora y fauna autóctona.
El Camino de las Altas Cumbres que se recorre para llegar al parque, pos si sólo es una excursión recomendable. Atraviesa la cadena montañosa más alta de Córdoba y hay miradores naturales cada pocos kilómetros con impactantes vistas del Valle de Traslasierras desde lo alto de Pampa de Achala. Es la ruta que, a lomo de mula, hacía el Santo Gabriel Brochero a fines del siglo XIX
Datos útiles.
Cómo llegar
Desde la ciudad de Córdoba, Ruta Provincial 5 hasta empalme con la provincial 34 (conocida como Camino de las Altas Cumbres). El ingreso al parque está a la altura del paraje La Jarilla, sobre la ruta.
Horarios
La entrada al parque nacional es gratuita y está abierto todos los días del año. De octubre a marzo, de 8 a 20 y el resto del año, de 9 a 18. Al ingresar hay que registrarse en el Centro de Visitantes. Hay circuitos con guías habilitados.
Cómo vestirse
Usar ropa cómoda, calzado con suela antideslizante, protector solar, sombrero y llevar abrigo y rompevientos. No está permitido cazar ni ingresar con mascotas.
Caminatas
El Sendero a la Quebrada del Condorito comienza en el portal de ingreso y está formado por 10 estaciones, una cada 15 minutos. Otros senderos interpretativos son: Un encuentro con los cóndores; Secretos bajo nuestros pies; Piedra libre para el Zorro. Hasta el balcón norte, cuatro horas ida y vuelta; hasta el sur, ocho.
Dónde alojarse
En el parque se puede acampar gratis sólo en zonas permitidas y con calentador homologado. Una de las áreas es La Cañada abierta todo el año; Pampa Pajosa, sólo está habilitada en verano. En las áreas no hay servicios y está prohibido hacer fuego. Si se prefiere hotel, Villa Carlos Paz es la ciudad más cercana (a unos 45 kilómetros) o Mina Clavero (55 kilómetros), desde $2500 por día la doble en hotel tres estrellas.
Comida y bebida
En el parque no hay puestos de venta de comida ni de bebida; para recorrerlo hay que llevar una vianda ligera y agua.