Cinco playas europeas que son obras de arte
1. En Normandía, Trouville por Monet
Un mes antes del estallido de la guerra franco-prusiana que pondría fin al reino de Napoleón III, Claude Monet se casó y viajó con su esposa Camille y su hijo Jean a Trouville, un pequeño balneario normando, no muy lejos de donde vivían sus padres. Fue una temporada muy prolífica, un período que regaló al pincel del artista algunas de sus obras más célebres: Camille à la Plage de Trouville, Sur la Plage de Trouville, L'Hôtel des Roches Noires.
Durante aquel veraneo Monet se encontró también con Eugène Boudin, el precursor del impresionismo, y centró su trabajo sobre la representación de la luz. La serie de cuadros que pintó es una suerte de instantánea de la época. Si bien las elegantes toilettes de las mujeres cambiaron, muchos de los edificios de la costanera existen todavía y son reconocibles, caminando a lo largo de las playas con un libro de obras de Monet en mano.
No existe un lugar en especial para ver todas las telas que Monet pintó durante aquel verano en Trouville. El retrato de las dos señoras (una de blanco y otra de negro) llamado La Plage à Trouville está en la National Gallery de Londres. El retrato de Camille con trenza y un traje de rayas (Sur la Plage à Trouville) está en el Museo Marmottan de París. La obra con la fachada del Hôtel des Roches Noires está en el Museo d'Orsay, también en París.
2. En Cataluña, Cadaqués por Dalí
Cerca de la frontera franco-española, el pueblito de Cadaqués fue preservado de la furia inmobiliaria que transfiguró casi todo el litoral español durante la segunda mitad del siglo XX. Los vecinos alegan que el balneario se lo debe a su residente más famoso, el pintor surrealista Salvador Dalí. Su estatua da la espalda al mar pero mira hacia el pueblito y las obras de arte diseminadas por las callejuelas.
Además de murales, azulejos y esculturas, hay una versión hecha por Dalí de la Estatua de la Libertad: es idéntica a la de Nueva York, pero sostiene una antorcha en cada mano. En 1931, el maestro pintó La Persistencia de la Memoria, el famoso cuadro con los relojes blandos que chorrean delante de una playa. El paisaje de aquella tela es la bahía de Portlligat, que se puede visitar a un par de kilómetros de Cadaqués. Es el lugar donde Dalí tenía su residencia principal, que fue transformada en el Museo Fundación Gala-Salvador Dalí en 1997, visitado en 2016 por casi 150.000 turistas.
La Persistencia de la Memoria es una de las grandes obras de las colecciones del MoMA, en Nueva York, 11 West 53rd Street. El museo abre de 10.30 a 17 (cierra más tarde los jueves y viernes).
3. En Liguria, La Spezia por Carrà Carlo
Carrà fue el impulsor del movimiento futurista por medio de un manifiesto publicado en 1910 y años más tarde lanzaría la pittura metafisica con los hermanos De Chirico. El artista italiano es también una figura controvertida por su adhesión al fascismo. Ocho años antes de su muerte dedicó una de sus obras a la playa de Bocca di Magra, balneario que se encuentra en la desembocadura del río Magra, cerca de La Spezia. Solía frecuentar este lugar, que había conquistado a varias figuras de las artes y las letras italianas a mediados del siglo pasado: el poeta Sereni, el editor Einaudi o el novelista Italo Calvino. Desde los años 60 es un destino de veraneo popular de la costa ligur, junto a la localidad vecina de Ameglia.
La obra de Carrà está diseminada entre museos y colecciones privadas. Algunos de sus trabajos pueden verse en la Pinacoteca de Brera y el CIMAC, el Civico Museo d'Arte Contemporanea, ambos en Milán. También hay obras en la Gallería Verzocchi, en Forlì (Emilia Romagna).
4. En Holanda, Scheveningen por Hendrik Mesdag
El nombre del barrio balneario de la ciudad de La Haya era el código usado por los resistentes holandeses para detectar espías alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Lo habían elegido por su difícil pronunciación. Scheveningen es un destino turístico -a pesar de sus frías aguas- desde el siglo XIX. Algunas familias de la aristocracia europea del tiempo de los imperios centrales construyeron mansiones en lo que era todavía un pueblo de pescadores, separado del centro de La Haya: entre ellos los von Thyssen.
La playa de Scheveningen inspiró a Van Gogh pero pasó a la posteridad sobre todo por el que se considera como el panorama -una obra en 360°- más antiguo conservado en su lugar original (luego del de Thun, en Suiza, que data de principios del siglo XIX). Se puede ver en una casa hexadecagonal (16 lados) en La Haya.
La obra fue pintada en trompe-l'oeil por el artista holandés Hendrik Mesdag entre 1880 y 1881. Desde el punto de observación en el centro de la casa, se puede admirar el panorama que tiene 14 metros de alto y una circunferencia total de 120 metros. Representa el balneario Scheveningen y el puerto de La Haya tal como eran a principios de los 1880.
Mesdag fue uno de los principales artistas de la escuela de La Haya. Legó su Panorama a familiares, quienes formaron una sociedad que gerencia la obra hasta el día de hoy. El edificio donde se encuentra fue restaurado y reabierto en 2015. Recibe unos 150.000 visitantes por año. Zeestraat 65, abre de 10 a 17 todos los días.
5. En Rosellón, Collioure por Henri Matisse y Derain
Machado dort à Collioure (Machado duerme en Collioure) escribió Louis Aragon en Les Poètes. El pequeño puerto es una de las joyas de la Costa Bermeja, en la Cataluña francesa. Está muy cerca de la frontera española, como lo indica Aragon, en el siguiente verso de su obra: Trois pas suffirent hors d'Espagne (tres pasos fueron suficientes fuera de España), refiriéndose al exilio del poeta español. El romance de Collioure con las artes había empezado en 1905, con la llegada de Henri Matisse y André Derain.
Allí pintaron las primeras telas de lo que se llamó el fauvismo. El movimiento es reivindicado por la pequeña ciudad, que preparó un Camino del Fauvismo para pasear por los lugares que inspiraron obras emblemáticas de los dos artistas. Matisse y Derain hicieron conocer Collioure a varios pintores que viajaron hacia la frontera franco-española en busca de inspiración: Gris, Braque, Signac, Dufy y muchos otros. También Dalí venía como vecino, desde Cadaqués.
Matisse pintó varias telas en Collioure, con su llamativa costa dominada por una pequeña iglesia. La Vue de Collioure avec l'église (la vista de Collioure con la iglesia) es la parada más popular del Camino del Fauvismo.
Las obras de Matisse inspiradas por el pueblo catalán están repartidas entre varios museos y colecciones privadas. En el Pompidou de Paris se puede ver Porte fenêtre à Collioure. En el Hermitage de San Petersburgo, Vue de Collioure. La iglesia, frente al mar y la playa, también fue pintada por Signac.