Después del éxito alcanzado con el 206, Peugeot presentó el 307 coupé cabriolet. Se caracteriza por un diseño elegante y buenas prestaciones. Hay dos versiones nafteras de 138 y 180 CV de potencia
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TOULON.- Esta ciudad del sur francés fue el punto de partida elegido por Peugeot para la presentación internacional de su nueva estrella: el 307 CC.
Después del éxito obtenido con el 206 CC, que sorprendió al mercado con una coupé cabriolet de techo rígido, segmento ocupado hasta entonces sólo por marcas premium como el Mercedes-Benz SLK, puso sus fichas ahora en el 307 CC, un modelo deportivo que se suma a las ya mundialmente exitosas versiones berlina y SW, esta última de reciente lanzamiento en la Argentina.
El 307 CC, entonces, mantiene el espíritu del 206 CC, pues su principal característica es el techo rígido que, con sólo accionar un comando en el habitáculo, en poco segundos y de manera automática queda guardado en el baúl, convirtiéndose en un atractivo cabriolet de 4 plazas, a diferencia del 206 que sólo admite dos ocupantes.
La casa francesa eligió dos motorizaciones para el CC, ambas nafteras de dos litros. La primera, que entrega 138 CV de potencia máxima, ofrece también dos posibilidades de caja: la manual de 5 velocidades y la caja automática de cuatro velocidades de gestión inteligente que ofrece además el Tiptronic System Porsche, una modalidad secuencial de seleccionar la marcha.
En tanto, el motor más potente es el de 180 CV de potencia máxima, pero que únicamente va acompañado por una caja manual de cinco velocidades.
El CC mantiene la misma distancia entre ejes que la berlina, aunque en su largo total es 14 centímetros más grande por la extensión de voladizo trasero, que ayuda a estilizar su silueta.
Una vez en el interior es fácil alcanzar una excelente posición de manejo.
El ambiente conserva la armonía, con instrumental de diseño deportivo, volante de buen grip y una selctora de recorrido corto y preciso.
Primero pudimos conducir la versión de 138 CV con caja automática, cuyo despempeño ya comentamos en Al volante cuando probamos el 307 SW. Brinda una conducción sumamente placentera y agradable. En el modelo equipado con el motor de 180 CV, la primera diferencia que se percibe es el rugido del motor, prenunciando que estamos ante palabras mayores.
Esta versión, como dijimos, sólo está equipada con caja manual de cinco velocidades.
El comportamiento de ambos motores es muy bueno y las suspensiones tienen una regulación que permiten viajes confortables en el tránsito urbano, y que le confieren un comportamiento muy deportivo en la ruta. El auto va siempre bien apoyado, con una dirección asistida de buena respuesta que facilita las maniobras.
Obviamente, el plato fuerte del 307 CC es la posibilidad de tener una coupé y un cabriolet en un mismo vehículo.
Respecto de los cabrio convencionales, el techo rígido tiene la ventaja de una mejor aislación de los ruidos aerodinámicos que nunca se pueden eliminar cuando se transita con un techo de lona.
Cuando el usuario lo desea, basta con apretar un botón en el interior para que de manera automática y en poco segundos, el conjunto del techo y de la larga luneta de vidrio se guarden dentro del baúl.
Así, la coupé se convierte en un cabriolet de cuatro plazas.
A los habituales sistemas de seguridad (airbags frontales y laterales, ABS, dispositivo de frenado de emergencia, respaldos de butacas activos y control de estabilidad de serie, entre otros dispositivos) por tratarse un cabriolet, el montante del parabrisas está reforzado para prevenir deformaciones. Además, en caso de vuelco de la parte posterior de los apoyacabezas traseros se disparan dos arcos metálicos que permiten maneter el auto apoyado, al tiempo que los ocupantes son retenidos por el sistema de cinturones de seguridad con pretensionadores.
Obviamente, dispone de todos los elementos de confort que son habituales en los mejores modelos de Peugeot.
El 307 CC se fabrica en la planta francesa de Sochaux y su venta comenzará en Europa el mes próximo. ¿Y en la Argentina? Paciencia, no falta mucho. En 2004 llegará a nuestro país.
Automático: la operación para convertir al 307 de coupé en cabriolet es automática. Un comando interior permite que en pocos segundos el techo quede guardado para disfrutar del aire libre. Cuando se circula con el techo puesto, se evitan los ruidos molestos característicos de las capotas de lona
Baúl: la capacidad varía de acuerdo con la ubicación del techo rígido. En la configuración coupé, con el techo puesto (primera foto), tiene un volumen libre de 350 dm3. En tanto, cuando se transforma en cabriolet y el techo se guarda en el baúl (foto de abajo), la capacidad de carga es de 204 dm3
Buena conjugación de diseño y tecnología
- Uno de los retos que enfrentan los diseñadores es cómo armonizar el estilo del auto con las nuevas tecnologías. Este desafío es mucho más importante en el interior, donde el resultado no siempre es feliz. Hemos visto autos cuyo interior parece ser una mezcla desprolija de inspiración retro y la nave de la Guerra de las Galaxias.
- En el 307 CC, la combinación de estilo e informática está bien resuelta. Su espíritu deportivo queda de manifiesto en los relojes de fondo blanco con aros cromados y las aplicaciones de aluminio en volante, pomo de la palanca de cambios, planchada del panel de instrumentos y pedales. Mientras que una pantalla color bien ubicada satisface las necesidades modernas de disponer de navegador satelital e información visual de los sistemas de comunicaciones y del equipo de audio.





