
Probamos la segunda generación de este crossover que se destaca por su versatilidad
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Subaru es una marca que tiene varias características que la distinguen y le dan una identidad exclusiva.
Desde hace muchos años Subaru abona a una fórmula mecánica que aplica en todos sus modelos. Se trata de la combinación de un motor bóxer (cilindros opuestos) con un sistema de tracción integral permanente que, hoy, es el sello de Subaru.
Por su parte, desde el marketing, la imagen y la comercialización, Subaru es una empresa que fabrica modelos de nicho. No aspira a los grandes volúmenes de venta. Por lo tanto, la calidad, el equipamiento y la seguridad también forman parte del credo de la marca.
Hace poco llegó a nuestro mercado el nuevo Subaru XV, del que probamos la versión 2.0i AWD CVT Limited, la más equipada de la gama que también conforman el XV 2.0i AWD MT6 (US$ 46.500) y el XV 2.0i AWD CVT (US$ 49.900).
¿Cómo se puede definir al XV? Simple: es un auténtico crossover. Un modelo versátil, que puede ser tan útil para moverse en familia por la ciudad como para desafiar los médanos en la playa. Con el amplio abanico de usuarios que quedan entre estos extremos.

Bajo su estética exterior moderna, de estilo japonés, con ángulos, líneas y curvas bien marcadas, que le dan un tono deportivo y aventurero, este nuevo XV dispone de la última generación de la mencionada fórmula de Subaru.
Así, este XV está equipado con motor bóxer de 4 cilindros 2.0 con control variable de las válvulas de admisión (AVCS), que entrega una potencia de 150 CV y un torque de 20 kgm. Este propulsor se combina con una transmisión Lineartronic CVT (variable continua) con modo manual de 6 velocidades mediante levas (paddle-shift) en el volante y, por supuesto, con el conocido sistema Symmetrical All Wheel Drive de tracción 4x4 permanente de Subaru.
¿Cuál es la idea de esta combinación? Más allá de los parámetros como consumo y aceleración, este conjunto mecánico (el motor plano baja el centro de gravedad del vehículo) se asocia con las suspensiones (independientes en ambos ejes) y el control de estabilidad (VDC) en la búsqueda del balance de pesos óptimo y la simetría en la tracción (de ahí el nombre del sistema) para lograr un comportamiento dinámico equilibrado, aplomado y muy seguro en cualquier tipo de terreno y situación de marcha.
Así, el XV dobla como un tren en el asfalto seco, va firme con el piso mojado y resulta muy eficaz en superficies blandas como arena y barro. Todo, sin intervención del conductor, porque no hay botones ni palancas que operar. Además dispone de frenos potentes y eficaces (discos en las cuatro ruedas, ABS, EBD (distribución de la potencia de frenado) y asistencia de frenado de urgencia, más un generoso rodado 225/55 R17 (eso sí, el auxilio es temporal, de medida 185/65 R17). La dirección, óptima en ciudad, es un tanto blanda para la ruta.
La caja CVT proporciona un manejo muy confortable, pero no es rápida. En modo automático trepa en forma progresiva (el sistema CVT no tiene engranajes, sino dos variadores unidos , en el XV, por una cadena, que no se cambia como las correas) hasta que llega al corte del motor (unos 6000 rpm) y se estabiliza. Por esto, los valores de aceleración no son espectaculares, aunque sí más que suficientes para moverse con soltura en ciudad y en ruta.

El consumo nunca fue un parámetro destacado en los motores bóxer de Subaru, pero éste, la tercera generación de propulsores de este tipo de la marca, resulta mucho más eficiente que su predecesor, con registros de 10,2 l/100 km en ciudad y 8,9 en ruta/autopista a 120 km/h. Otra ventaja: en ruta se escucha más el ruido aerodinámico que el motor (unos 60 dB a 3000 rpm).
El diseño interior es sobrio y este XV Limited está muy bien equipado: 6 airbags, asistente de arranque en pendiente, techo solar, cruise-control, tapizados de cuero, pedalera de aluminio y display de información múltiple, que sirve, además, como pantalla de la cámara de visión posterior. No tiene navegador, pero sí Bluetooth, USB y un buen equipo de audio.
El Subaru XV compite en un segmento (SUV lights/crossovers) amplio y heterogéneo. No es de los más baratos, pero su precio (US$ 55.900) supera por apenas poco más de 11.000 pesos la versión full del Honda CRV. A favor del XV, el motor tiene cadena de distribución, por lo que no se cambia y baja el costo de mantenimiento.
- CVT
El Subaru XV posee este tipo de caja de velocidades que no tiene engranajes, sino dos variadores unidos por una correa, lo que da infinitas variaciones entre la relación más baja (3,581:1) y la más alta (0,576:1)






