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Mantener la pintura en buenas condiciones puede ser una excelente estrategia para evitar que el vehículo pierda valor a la hora de ponerlo en venta. Comparado con un metal sin esa protección, el recubrimiento de la pintura automotriz puede proteger la carrocería de la corrosión en hasta 5 mil veces.
El laboratorio de desarrollo de la división de Pinturas Automotrices de BASF Argentina deja cuatro recomendaciones para que la pintura de nuestro vehículo permanezca intacta:
1) Lavar el auto una o dos veces por semana. Hay que asegurarse que en el agua no haya partículas que puedan rayar el automóvil y es preferible utilizar productos de limpieza específicos, evitando productos para limpieza de piso o baño, por ejemplo. Lo ideal es utilizar esponjas no abrasivas.
2) Antes de dejar el vehículo en un taller mecánico para realizar reparaciones, se debe evaluar si no hay otras rayas que puedan llevar a futuros puntos de corrosión y realizar la reparación de estas áreas. También es importante elegir un taller con buena reputación, ya que el repintado requiere cuidados adicionales al de la pintura original del vehículo.
3) Para evitar daños causados por las heces de pájaros, debemos interrumpir el ciclo de penetración de sus componentes, utilizando agua y jabón neutro para la remoción inmediata o lo antes posible.
4) Para evitar el daño químico que se produce a causa de productos que pueden entrar en contacto con la pintura del automóvil, como solventes (querosene, alquitrán de asfalto, etcétera), salitre o agua de mar, es importante lavar el área que tuvo contacto.
5) Para impedir que se formen marcas, es importante evitar que se acumule suciedad en la pintura. Algunos compuestos químicos pueden causar daños a lo largo del tiempo y al estar expuestos a la lluvia y el calor. En algunos casos, la temperatura de la superficie del vehículo puede llegar a los 60°C y acelerar el proceso que causa daño.






