Un incendio amenazaba su concesionaria de autos de lujo, intentó salvarlos, pero la Policía lo detuvo
En el afán de intentar de salvar sus autos de un incendio la policía lo esposó y le tiró gas pimienta para que los bomberos puedan trabajar; cómo terminó la historia
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El hecho ocurrió en Moordrecht, Países Bajos, donde el dueño de una concesionaria de autos de lujo sufrió una pesadilla: casi pierde sus lujosos modelos que le costaron una fortuna e incluso se vio involucrado en una pelea con la Policía.
El hombre en cuestión es Oscar Gräper, propietario de Gräper Automotive, una concesionaria que comercializa autos de alto calibre como Ferraris o Audis. Según describen medios locales, Gräper estaba trabajando con total normalidad como si fuese un día más hasta que se dio cuenta de que un edificio vecino estaba prendido fuego.
Ante esa situación, el dueño del local de autos hizo dos cosas: llamó al 911 y en simultáneo intentó de sacar la mayor cantidad de vehículos afuera del establecimiento para alejarlos del fuego. “Todo ocurrió en una fracción de cinco segundos”, narró Gräper.
Luego de haber logrado rescatar varios autos del lugar, entre ellos un Audi Q7 y otro RS Q8, un Ferrari 488 GTB, un Mercedes-AMG GT R, llegó la Policía y se complicó su tarea.
En un momento dado, el dueño intentó de ingresar al establecimiento para continuar con la evacuación de sus autos y las fuerzas policiales lo frenaron, le tiraron gas pimienta e incluso le pusieron esposas, porque “impedía que los bomberos trabajen”, según comentan medios locales.
Gräper habló con la prensa luego de lo sucedido y comentó que “nada precedió a la acción agresiva de la policía” y que “fue preocupante el accionar policial”.
Lo más curioso es que, según se puede visualizar en el video y por cómo lo relatan los medios locales, los bomberos le habían dado la autorización para que continúe con la tarea de retirar los autos deportivos y de lujo que tenía.
Finalmente, el incendio fue controlado y, al regresar al día siguiente, Gräper se encontró con su local intacto, que no fue alcanzado por las llamas.
Una joyita de esta historia es que este hombre no pasó a desapercibido en su ciudad, no sólo por el local con el que cuenta, sino porque tuvo una fuerte presencia mediática por ser un “gran corredor de carreras”.
Sin ninguna experiencia en competiciones, logró ser campeón holandés en una carrera de scooter. “Lo hice a mí manera”, comentó en su momento. También tuvo sus puntos bajos, en 2018, Gräper tuvo la oportunidad de competir con un Audi RS3 conducido por Bas Koeten en Assen, Países Bajos, donde iba encaminado a terminar segundo en la carrera hasta que se le cruzó un competidor, quien lo terminó estrellando y dejando fuera de la competición.
En la actualidad, él continúa corriendo en más categorías como en el Supercar Challenge, una serie de carreras de autos centrada en el Benelux, aunque afirmó que “no sabe qué le deparará el futuro de las carreras”.
LA NACION
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