El estrés traumático aumenta el riesgo de alergias y dolor crónico
También altera la inmunidad que nos defiende de infecciones virales y cáncer
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Algunas veces, la tristeza duele. Pero esto, además de ser una certeza, también tiene su explicación biológica: el trauma psíquico utiliza vías neuroquímicas similares a las del sistema inmune y los circuitos que regulan la memoria y la sensación de dolor.
Así, de la mano del trastorno de estrés traumático, pueden aparecer alergias, dolor crónico, depresión, infecciones virales y también cáncer.
El doctor Daniel Mosca, presidente del V Congreso de Trauma Psíquico y Estrés Traumático, que se realizará entre el 23 y 25 de junio en Buenos Aires, explicó que los procesos de memoria, inmunidad y dolor modulan la supervivencia del organismo: en tanto que la memoria regula los complejísimos procesos de entrada y salida de representaciones, la inmunidad defiende al organismo de lo potencialmente dañino y el dolor le avisa qué estímulos pueden resultarle nocivos.
Pero a veces este equilibrio se desalinea. La memoria inmunológica, confundida, ataca células que debería proteger (o viceversa) o los mecanismos que rigen la percepción del dolor se disparan y el sufrimiento no cesa.
"El estrés postraumático, las alergias y el dolor crónico están regidos por un fenómeno de hipersensibilidad -dice Mosca-. Es el propio sistema el que se desajusta y daña al sujeto produciendo una reacción desmesurada que se pone en marcha en forma independiente del trauma, el alergeno o el estímulo doloroso."
Por otra parte, añade el psiquiatra, el estrés traumático también tiene relación con enfermedades, como el asma y la rinitis o fiebre del Heno, que en la gran mayoría de los casos son de origen alérgico. "Algunos trabajos indican que hasta el 50% de los asmáticos y los que padecen enfermedades autoinmunes (diabetes tipo 1, miastenia gravis, lupus, psoriasis, etcétera) han tenido traumas previos."
También existe una relación entre el trauma psíquico y la alteración de la inmunidad humoral, "que es el tipo de inmunidad que nos protege de las infecciones virales y del cáncer".
Daniel Mosca, a cargo del Servicio de Estrés Postraumático del hospital Alvear y coordinador del Equipo de Factores Humanos del SAME, explica que el trastorno de estrés traumático -que causa ansiedad, irritabilidad, insomnio, problemas de concentración, y recuerdos intrusivos, entre otros síntomas- afecta entre el 15 y 50% de quienes sufren un hecho traumático. En el caso de desastres como el de Cromagnon, lo padece uno de cada tres de los 500 que, aproximadamente, solicitaron atención. "Aunque también detectamos un 20% de depresión, ansiedad y conductas disociativas, que producen anestesia afectiva."
El psiquiatra añadió que durante el Congreso habrá una jornada dedicada a evaluar hechos como Cromagnon y la matanza de Carmen de Patagones y, fronteras afuera, el atentado en la estación Atocha y el tsunami.
"La intervención temprana -dijo Mosca- reduce las secuelas del estrés traumático hasta en el 90% de los casos. El ejemplo de los veteranos de Malvinas demuestra el riesgo de no atender la problemática, que puede persistir durante años. Y, cuanto más tiempo lleva, más difícil es de tratar."



