Lluvia de meteoritos sobre el río
LA PLATA.- Un meteorito que, según los especialistas, habría tenido "el tamaño de un escritorio" cayó el lunes en un punto no determinado sobre el Río de la Plata y pudo ser observado con facilidad en gran parte del conurbano bonaerense, el Gran La Plata y el casco urbano de esta capital provincial.
El inusual episodio, que iluminó la noche bonaerense a las 21.10 del lunes, incluso, fue visto desde la República Oriental del Uruguay, según dijo a La Nación el jefe del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata, Luis Martorelli.
Según testigos, fue llamativa la claridad con la que se pudo ver el objeto que luego se perdió en un punto no determinado del Río de la Plata. Para Martorelli, el episodio no duró más que quince segundos y el objeto celeste se consumió totalmente antes de chocar contra las aguas del río. "Pudo haber sido una piedra, o los restos de un satélite artificial fuera de servicio; no olvidemos que hay mucha chatarra dando vueltas en el espacio", dijo.
Martorelli sostuvo que "aunque se esperaban lluvias meteoríticas para esta época del año, este suceso es excepcional y no se encuentra dentro de las previsiones hechas a comienzos de 2000". Quizá por ese motivo no se hayan recogido imágenes del fenómeno.
Según se explicó, las partículas luminosas que se vieron ayer por la noche cruzaron la constelación de Orión hacia el sudeste por Tauro, pasando cerca de la posición del planeta Júpiter, que está en los primeros grados de Géminis.
Para el astrónomo platense, el episodio "no tuvo nada que ver con la lluvia de meteoritos de la constelación de las Leónidas, de este fin de semana, que se dieron a unos 90 grados de distancia de Tauro".
Noche de sorpresas
La noche del lunes transcurría como cualquier otra. Pero, a las 21.10, la oscuridad del firmamento fue interrumpida por un objeto luminoso, que variaba entre el rojo y el azul, y que dejaba una estela no menos brillante a su paso.
Martorelli, desde el Observatorio Astronómico de La Plata, explicó que el "meteorito se fracturó y se consumió antes de llegar a la Tierra".
Los meteoritos son rocas que, atraídas por la gravedad, ingresan en la atmósfera, pero en la mayoría de los casos se desintegra antes de chocar contra la Tierra. La fricción generada por la velocidad a la que caen determina que registren temperaturas que oscilan entre 3000 y 5000 grados centígrados. En la mayoría de los casos, esto alcanza para descomponerlos antes de chocar contra la Tierra.
En el momento de su caída y por el fenómeno ya mencionado, el meteorito se presenta como un núcleo incandescente que, a su paso, deja una estela luminosa cuya coloración varía del rojo, al verde, al amarillo o al azul. Para Martorelli, el espectáculo al que asistieron miles de desprevenidos platenses el lunes por la noche "seguramente, no se repetirá en décadas".
Es que lo que algunos calificaron como una "lluvia de meteoritos" -el cuerpo celeste se dividió en al menos cinco porciones menores- tuvo una duración superior a los quince segundos y fue claramente visible.
"Ocurre que el objeto ingresó en la atmósfera en un ángulo muy cerrado y en forma casi paralela al horizonte, lo que permitió apreciar la mayor parte de su trayectoria", explicó Martorelli. En ese período fue posible observar "una fracturación" en cuatro o cinco trozos.
El jefe del observatorio, que observó el fenómeno desde su casa, en la localidad de Gonnet, no quiso ser concluyente sobre el número de fragmentos puesto que, a su entender, "es muy difícil determinar con exactitud y a simple viste la cantidad de disgregaciones".
Pese a que testigos indicaron que el meteorito era de gran tamaño, tampoco esto se puede establecer con certeza, "porque la luminosidad que se percibió, como en otros casos, no suele tener relación con el tamaño real de lo que ingresa en la atmósfera", explicó.
Sí, en cambio, se pudo deducir -de acuerdo con la estela, que tuvo unos 15 kilómetros de longitud- que el meteorito recorrió el cielo a unos 30 kilómetros de altura.