Un nuevo estudio determina el origen del caballo doméstico
Según los científicos, los orígenes de los caballos actuales se remontan a la cultura Botai, que se desarrolló en las estepas de Kazajistán hace entre 5700 y 5100 años
lanacionarWASHINGTON.- Los primeros caballos domésticos vivieron hace unos 5500 años en la zona norte del actual Kazajastán, según restos hallados por un equipo internacional de arqueólogos, cuyo estudio fue publicado hoy en Estados Unidos.
Este nuevo estudio determina que los orígenes de los caballos actuales se remontan a la cultura Botai, que se desarrolló en las estepas de Kazajistán hace entre 5700 y 5100 años y utilizó a estos animales como medio de transporte y para obtener leche, según los arqueólogos.
Para llegar a esta conclusión, analizaron los huesos y los dientes de antiguos caballos Botai y piezas de cerámica de esa cultura, descubiertos en la región de Krasnyi Yar. La forma de la osamenta es similar a la de los caballos domésticos de la edad de bronce (entre 1700 y 800 años a.C) y difiere de la de los caballos salvajes de la zona en esa época.
Este hallazgo sugiere que los Botai seleccionaban caballos salvajes por sus atributos físicos, que luego potenciaban a través de la cría. El equipo de arqueólogos también llegó a la conclusión de que los equinos llevaban arnés y por tanto pudieron ser montados, tras estudiar con una nueva técnica los daños causados por el bocado en la dentadura de los animales.
Doma antigua. Este descubrimiento sitúa la doma de los caballos unos 1000 años antes que lo estimado hasta ahora y unos 2000 años antes de la domesticación de esos animales en Europa, explican los autores del trabajo que divulgará la revista Science en su edición de mañana.
Por otra parte, los caballos no fueron domesticados originalmente para ser montados sino como fuente de alimento: para producir carne y leche, indica la publicación.
Esos investigadores, principalmente de la Universidades de Exeter y de Bristol en Inglaterra, hicieron extensas excavaciones, basándose en nuevas técnicas para remontar a los orígenes de la domesticación de caballos y su cría tal como la conocemos hoy en día.
Los datos e índices recolectados demuestran que cuatro milenios antes de la era cristiana, en Asia Central, se seleccionaban los caballos según su apariencia física para la reproducción.
Los análisis de los restos de huesos de patas indican que los caballos de entonces eran distintos de los caballos salvajes de la misma región. Los arqueólogos encontraron señales de que llevaban arnés y que las poblaciones de cultura Botai consumían leche de yegua.
Un nuevo método de análisis de los residuos de lípidos encontrados en las porcelanas Botai confirma la teoría. Es más, la leche de yegua se sigue consumiendo en una bebida fermentada levemente alcoholizada denominada "koumiss".
Método novedoso. Por otra parte, la aplicación de un método novedoso para medir los residuos lipídicos reveló la presencia en la cerámica Botai de restos de grasa procedentes de leche de yegua, la cual se bebe aún hoy en Kazajistán y se fermenta para producir un alcohol de baja graduación, el "Koumiss".
Aunque se sabe que la fabricación del "Koumiss" se remonta a hace varios siglos, el estudio demuestra que ya se bebía en la época de los primeros criadores de caballos.
"La domesticación del caballo tuvo una inmensa repercusión social y económica al permitir avances en las comunicaciones, el transporte, la producción de alimentos y la guerra", según el autor principal del estudio, el Dr. Alan Outram, de la Universidad de Exeter. "Esto es significativo porque cambia nuestro modo de comprender cómo se desarrollaron estas sociedades incipientes", declaró.