
Camino a la fama
LA CAMARA OCULTA Por Silvia Schujer Ilustraciones: P. Bernasconi-(Alfaguara)-208 páginas-($ 14)
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Tamara Romina Luna tiene algo más de doce años y es la protagonista de La cámara oculta , novela cuya lectura es recomendada por editorial Alfaguara para niños de esa misma edad.
Seguramente, la mayoría de los chicos que lean la novela no serán, como Tamara, actores de la tele, aunque tal vez sea ésta una de las cosas que más les gustaría poder hacer. El personaje creado por Schujer es la protagonista de un exitoso culebrón infantil, "Zapatillas rotas".
El primer capítulo de la novela, como si fuese la toma uno de una ficción televisiva, nos inicia en un relato minucioso de los doce largos años de Tamara frente a las cámaras y detrás de ellas. El libro se inicia con un viaje de la protagonista a las Cataratas del Iguazú. Mientras el micro avanza, el recuerdo que sostiene la historia va hacia atrás y pasa revista a los momentos más significativos de la carrera de Tamara, desde aquel primer casting de ropita infantil hasta el próximo probable ocaso de su carrera con la llegada de la adolescencia.
"Nace una estrella" es el nombre del tomo 1 de la recopilación de recortes de prensa que la madre de Tamara guarda para dar testimonio del éxito de su hija y, en alguna medida, del suyo propio.
Silvia Schujer elige como coprotagonista de la historia a la mamá de Tamara, Inés Villa, que es villana, sin dudas. Su hija padeció el asma y los castings casi como enfermedades con un mismo origen: el deseo de una madre de tener una hija famosa.
La escritura del libro es ágil y su registro realista no hace concesiones: hay una escena en la que Tamara y otro actorcito en franco ocaso son llevados por sus madres a una sala de hospital para ser fotografiados junto a niños enfermos terminales, con el astuto objetivo de impulsar una campaña de prensa. La cámara oculta recupera algo que Schujer supo hacer ya muy bien en Las visitas : narrar situaciones difíciles pero no ajenas a las variables de la vida humana evitando, a la vez, regodeos truculentos y escabrosos.
En este texto, la autora usa la escritura a modo de cámara oculta y logra así sacar a la luz los pensamientos y soliloquios de niños actores, madres ambiciosas, medios crueles en crudo, impiadosamente.
Y si el final del relato nos guarda una sorpresa no es sólo por cumplir con la retórica políticamente correcta. La autora no se conforma con la obvia denuncia de que, incluso bajo un disfraz glamoroso, puede esconderse una forma de trabajo infantil cruel y degradante, sino que nos enfrenta con la ambivalencia de todo deseo humano y la potencia que tiene para abrirse paso en el mundo.
En algún sentido liviana, de capítulo en capítulo, de toma en toma, la novela, con su ritmo vertiginoso, nos llega a producir la ilusión de que el mundo es fácil y descifrable: Inés es mala, Tamara una víctima y, en cuanto al resto, cada cual atiende su juego. Sin embargo, nada es sólo lo que parece, ni siquiera un buen libro del que podría sospecharse cierto tufillo de oportunismo editorial. Pero no es éste un texto que tranquilice a ningún espíritu: tras el decorado de denuncia y corrección política, La cámara oculta, de Silvia Schujer, muestra lo que no se ve, los pañales sucios, las mamaderas con sedantes y una Tamara que inquieta.
Un texto interesante que depara más incertidumbres y abre nuevas preguntas. Vale. (A partir de los 12 años).
La autora logra sacar a la luz los pensamientos y soliloquios de niños actores, madres ambiciosas, medios crueles en crudo, impiadosamente



