Celebra hoy su primer medio siglo el Fondo Nacional de las Artes
La visión sobre una relación tortuosa y por demás errática entre la cultura y el financiamiento económico en nuestro país encuentra en la historia del Fondo Nacional de las Artes (FNA) su mejor excepción. Ese "banco nacional de la cultura", gestado durante la Revolución Libertadora, cumple hoy 50 años de vida, desde su creación el 3 de febrero de 1958.
Un nutrido programa de actividades, muestras y conferencias en las áreas culturales de su injerencia desde poesía, arte y folklore, a letras, teatro, cine, artesanías y expresiones audiovisuales- promete guiar los festejos a lo largo de 2008, confiaron en la institución.
Motor liminar para el desarrollo de las artes y de sus hacedores, el Fondo ha tenido una continuidad envidiable aún en los momentos más grises de inestabilidad institucional y económica. Fue desde una concepción avant la lettre, que enlazó el progreso al desarrollo espiritual y cultural de la Nación, lo que empujó a Pedro Eugenio Aramburu y al entonces ministro de Economía, Adalberto Krieger Vasena, a decretar su génesis como agente financiero y de fomento para las actividades artísticas y literarias del país.
Durante medio siglo otorgó préstamos, subsidios, becas y premios; forjó programas de formación en el país y en el exterior; instauró concursos en variadas disciplinas; donó bienes culturales a museos e instituciones, programó conciertos, muestras y conferencias gratuitas, y editó un sinnúmero de publicaciones y reediciones desde su fondo editorial, entre su vasta red de actividades.
La creación del Fondo supuso en su momento una audaz innovación en materia de legislación cultural, sin otro precedente en el mundo que el que vislumbró lord Keynes al fundar en 1945 el Art Council of Great Britain. El Fondo nació autárquico, con una asignación inicial de $ 200 millones y el respaldo del cobro de los derechos de autor caídos en dominio público.
Presidido por Juan Carlos Pinasco durante sus primeros 16 años, personalidades descollantes de la cultura fueron históricamente moneda corriente entre los miembros del directorio. Victoria Ocampo, Delia Garcés, Julio Payró y Héctor Basaldúa, entre otros, integraron ese primer cuerpo, al que se le reconocían viáticos, por montos simbólicos. Fue sólo durante los once años de la presidencia de Amalia de Fortabat, cuando la empresaria prescindió de cualquier remuneración, que el gesto fue imitado por el resto de su directorio.
Revisar la evolución de la institución en su medio siglo de vida significa calcar el mapa de las políticas culturales del país. "El Fondo es una especie de milagro, un organismo como sagrado, que aún en las circunstancias más grises pudo funcionar airosamente", evaluó el abogado Edwin Harvey, ex presidente FNA durante el gobierno de Alfonsín.
En la preservación del acervo artístico como memoria espiritual y cultural de la Nación -ya fueran obras de arte, libros en todas las disciplinas, música o films-, el Fondo fue pionero en el rescate patrimonial. En la actualidad, atesora una colección de más de 400 obras de arte de los más señeros creadores argentinos, producto de sus compras y premios adquisición.
Actualmente con un presupuesto de $ 10,5 millones y remuneración para los cargos, el Fondo dirigido por el economista Héctor Valle, ex integrante del Grupo Fénix, continúa la operatoria tradicional de la institución con algunas innovaciones. Alineado con una visión federal de la Cultura -línea rectora del secretario de Cultura José Nun-, Valle antepuso los proyectos colectivos por sobre las iniciativas de carácter individual. Enfatizó las expresiones folklóricas y artesanales, y centró alrededor del proyecto "Pertenencia" la puesta en valor y preservación de las expresiones culturales originarias de las provincias argentinas.
Temas
Más leídas de Cultura
Feriado en la Feria. El día más convocante, con Rolón y la búsqueda de la felicidad
Sin pan, sin trabajo y bajo el agua. "Remixes" de obras canónicas de la pintura argentina, troncos quemados y el sonido de una motosierra
Visitante ilustre. Paul Auster, el autor universal que estrechó vínculos con la Argentina