César Aira ganó el Premio Formentor
Con más de cien libros publicados, el único escritor argentino que aparece año tras año en las candidaturas al Nobel obtuvo el prestigioso galardón por el “rigor, frescura y soltura” de su “inmenso crisol literario”
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A los 72 años, el escritor argentino César Aira (1949), autor de una obra inabarcable de novelas, nouvelles, relatos y ensayos, fue reconocido con el Premio Formentor, que concede 50.000 euros. El anuncio se hizo este mediodía (hora española), en Sevilla. “Argentina aún duerme, esperemos que al despertar Aira encuentre la noticia que le estamos enviando ahora mismo en su buzón de correo”, dijo el presidente del jurado, Basilio Baltasar, que tal vez ignora que Aira es un madrugador consuetudinario, aunque nadie se lo imagina como atento a los mails que llegan a la bandeja de entrada de su correo electrónico. Formaron parte del jurado Anna Caballé, Francisco Ferrer Lerín, Juan Antonio Masoliver Ródenas y Gerald Martin. “En un autor como César Aira es una incógnita saber cómo va a recibir el premio”, dijo Caballé. El escritor vive en el barrio de Flores con su esposa, la poeta Liliana Ponce.
El jurado comparó “la constelación laberíntica” de la obra aireana con “un inmenso crisol literario para las figuras de la cultura popular, los personajes de la gran ficción narrativa y los motivos visuales de las bellas artes”. Además, indicó que el escritor nacido en Coronel Pringles emplea recursos literarios “cuyo rigor, frescura y soltura recuerdan las claves jazzísticas de la improvisación artística”. El autor de Cecil Taylor, que también abrevó en las vanguardias europeas como el surrealismo y el dadaísmo, estaría de acuerdo con esa afirmación. Tras la venta del histórico Hotel Formentor en Mallorca, está previsto que la ceremonia de premiación se realice en Túnez.
“Nadie quiere escribir mal, porque está mal visto, además de que exigiría un esfuerzo sobrehumano, mal pago -escribió Aira en 2016, en el diario español ABC-. El otro modo, que es el que se acepta en general, es el de escribir ‘mejor’. A eso nos dedicamos en definitiva los escritores, y con esta dedicación introducimos en nuestro trabajo el factor Tiempo. A la ‘impasse’ de lo bueno y lo malo la ponemos en movimiento con la experiencia y el aprendizaje. De ese modo completamos la dualidad clásica de Vida y Obra”. La obra ficcional de Aira está regada por reflexiones sobre el arte, la literatura y la escritura. “Creo que todo escritor creativo, novelista, poeta, es casi inevitablemente un crítico y un teórico, porque al escribir es inevitable reflexionar sobre lo que se está haciendo y estas ideas quedan con una forma un poco difusa”, dijo en abril de 2010, en la conferencia sobre el realismo que dio en el marco de la Cátedra Abierta de la Universidad Diego Portales en Homenaje a Roberto Bolaño.
Casi no concede entrevistas (menos en la Argentina) porque, a diferencia de muchos de sus colegas, cree que las opiniones de un escritor no son relevantes. Si bien no participa de festivales literarios ni brinda clases magistrales, asiste a cuanta feria del libro se realice en la ciudad de Buenos Aires. Durante mucho tiempo, se ganó la vida como traductor de best sellers y desde hace varios años publica alternativamente en editoriales independientes (como Beatriz Viterbo, Mansalva y Blatt & Ríos) y en grandes grupos trasnacionales. En mayo, Literatura Random House (como hizo en 2013 con Relatos reunidos) publicará Ensayos compilados. Hasta el momento, la obra de no ficción de Aira -artículos de revistas y diarios, libros y otros materiales- no estaba reunida en un solo volumen. Pese a que tiene una obra inmensa, solo una de sus ficciones fue llevada al cine. En 2002, Diego Lerman estrenó Tan de repente, basada en la novela La prueba.
“Aquí ponemos de relieve a un escritor que no ha sido nunca mayoritario -dijo Masoliver-. He sentido siempre una gran admiración por él, es un escritor incesante, un Vargas Llosa en miniatura. Un premio polémico seguramente, pero debe serlo así, se trata de fomentar un diálogo con los lectores”. Desde Moreira (1975) y Ema la cautiva (1981) hasta Lugones y El pelícano, de 2020, Aira ha publicado más de cien libros. En 2016, el escritor argentino obtuvo el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas.
En la primera edición del Formentor, en 1961, el irlandés Samuel Beckett y Jorge Luis Borges compartieron el premio, que se otorgó en esa década hasta 1967 y por una obra determinada. A partir de 2011, el Formentor se recuperó con el objetivo de premiar a un solo autor por el conjunto de su obra. Entre otros, lo recibieron Carlos Fuentes (al que Aira clona en la novela El congreso de literatura), Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia, Alberto Manguel, Mircea Cartarescu, Annie Ernaux y Cees Nooteboom.
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