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El amor fraterno
Lecciones psicoanalíticas sobre hermanos y hermanas Por Paul-Laurent Assoun-(Nueva Visión)-Trad.: Horacio Pons-272 páginas-($20)
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La relación entre hermanos no es tan simple ni tan desdeñable entre los lazos posibles de los miembros de nuestra especie. La práctica del psicoanálisis ofrece, día a día, sobrados testimonios acerca de lo complejos, cuando no traumáticos, que pueden resultar estos vínculos. Ya decía Freud: "Probablemente no haya dormitorio infantil sin conflictos violentos entre sus moradores". Y, sin embargo, esta relación nunca ha terminado de constituir un "gran tema" de estudio en la literatura analítica, quizá por haber quedado en un segundo plano detrás de lazos indudablemente más fundantes, como los que unen -y también desunen- a padres e hijos.
Paul-Laurent Assoun sigue explorando problemas teóricos y clínicos del psicoanálisis en el marco de sus "lecciones escritas". El autor de los títulos binarios ( Freud y Wittgenstei n, El perverso y la mujer , La mirada y la voz , Cuerpo y síntoma ) consagra su nuevo libro al estudio de la relación fraternal: "¿Es esta relación, de una consanguinidad y un emparentamiento no elegidos, tan trivial como parece? ¿Qué pasa exactamente entre hermanos y hermanas, entre hermanos y hermanos, entre hermanas y hermanas, visto desde los bastidores del saber inconsciente?", se pregunta.
Lejos de ser el "pariente pobre" de la experiencia freudiana, el lazo fraterno conduce -desde su perspectiva- al núcleo sensible del conflicto inconsciente, entre lo narcisístico y lo edípico. Apoyado en textos bíblicos, mitológicos y literarios, el autor presenta el "complejo fraterno" como un drama en tres actos: de la prueba de la intrusión y la experiencia de la seducción hasta la pausa de la reconciliación.
Como en otras ocasiones, Assoun exhibe una saludable inclinación a tomar caminos colaterales, no del todo concurridos, y a acceder casi inesperadamente a lugares que, si bien son conocidos, por la naturaleza misma del trayecto ya dejan de serlo.
Este libro es, pues, un dignísimo intento de no caer en lugares comunes ni en repeticiones incoloras y le regalará al lector la extraña y agradable sensación de llegar por primera vez a orillas que seguramente ya había pisado en otras expediciones.
Por Juan de Olaso
