Inauguran un espacio federal de arte emergente en Recoleta, “la París argentina”
La galería UGallery abrirá al público este viernes, con una muestra de Eduardo Hoffmann; es impulsada por la Universidad de Congreso, una institución privada de origen mendocino, igual que el artista
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Un espacio para artistas emergentes de todo el país acaba de nacer en una de las zonas más codiciadas de Buenos Aires: en la esquina de Callao y Posadas, a dos cuadras del Palacio Duhau y del Alvear Palace, los 300m2 distribuidos en dos plantas que solía ocupar la casa de antigüedades Jaime Eguiguren se transformaron en salas de exhibición. Si bien se conservan los pisos de damero y hay rastros de los empapelados que solían cubrir las paredes en este barrio llamado “la París argentina”, por la arquitectura heredada de la inmigración francesa del siglo XIX, los seis meses de restauración lograron convertir el lugar en UGallery, una galería federal de arte contemporáneo.
A tal punto que, por las noches, una serie de figuras danzantes pintadas en tonos flúo brillarán como neones desde las ventanas que dan a la calle, al ser iluminadas con luz negra. Fueron realizadas especialmente por Eduardo Hoffmann para la muestra inaugural, titulada Todos quieren mi montaña y curada por Javier Segura, que ocupa todas las salas y que podrá visitarse desde el viernes hasta marzo. El artista es mendocino, igual que la institución privada que impulsa este proyecto interdisciplinario: la Universidad de Congreso, fundada en 1995, que también tiene sedes en Córdoba, San Juan, San Luis y en la provincia de Buenos Aires.
“La idea es generar diálogos entre artistas consagrados, como Eduardo, y los emergentes, que tendrán mayor protagonismo. Van a venir desde otras provincias, y podrán hacer talleres”, explicó a LA NACION su directora, Silvia Mechulán. Según anticipó, la programación incluirá también visitas guiadas y charlas, y abarcará diversas disciplinas como pintura, escultura, cine, teatro, cerámica, textiles, joyería y diseño de objetos. La muestra de Hoffmann, por ejemplo, se complementa con las creaciones textiles de Valentina Musa, quien sublimó las pinturas del artista para confeccionar prendas prêt-à-porter.
“La ropa está en venta, igual que las obras. También vamos a comprar piezas de los artistas que expongan, la universidad va a iniciar una colección”, apunta Marcela Furlani, que integra el equipo curatorial junto con Marina Graziano. Y aclara que, como todo proyecto que recién se inicia, se irá adaptando a lo que surja sobre la marcha.
Por ahora todo es potencial, como sugieren las imágenes abstractas de Hoffmann. “Hay un homenaje a los Nenúfares de Monet”, reconoce frente a una de sus pinturas abstractas de gran formato, de 3,60 por 2,15, que cubre casi toda una pared. Y parece haber algo de La danza de Henri Matisse en sus figuras danzantes de la vidriera, similares a las que expuso en Luxenburgo, París y Bruselas. Todo un ejemplo para los artistas de las provincias que, como él y su maestro Julio Le Parc, encontraron en Buenos Aires tierra fértil para sembrar una carrera internacional.
Para agendar:
Todos quieren mi montaña, muestra inaugural de Eduardo Hoffmann en UGallery (Posadas 1487). Desde el viernes 13 de diciembre a las 14, hasta marzo. De lunes a viernes de 12 a 19, y los sábados con cita previa.