
La cultura local, más alejada del mundo
Como consecuencia de la devaluación, suben los costos y disminuyen las propuestas del extranjero
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Por aquello de que "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio", es útil saber que la cultura que traerá la crisis, perceptible ya en Buenos Aires, será muy flaca en producciones discográficas y artistas del exterior, cine internacional de autor, lujosas puestas teatrales, conferencistas extranjeros, muestras de grandes figuras del arte mundial, novedades editoriales, libros y revistas importados.
El estado de cosas nos empujará a vivir con lo nuestro y, de tanto en tanto, con algunos hitos internacionales. Por ejemplo, el eximio director Daniel Barenboim, quien aceptó venir este año, invitado por el Mozarteum.
Los museos y las instituciones culturales extranjeras reprogramaron sus actividades de cara a la nueva realidad. Habrá muestras plásticas extranjeras, pero sólo las que auspicien esas entidades y los servicios culturales de embajadas, cuyos presupuestos están fijados en dólares o euros.
Los grandes grupos editoriales (Planeta-Emecé, Sudamericana-Grijalbo y Alfaguara-Santillana) suspendieron la importación de libros o los traerán con cuentagotas.
La distribuidora Riverside, que tiene los sellos españoles Anagrama (edita a Paul Auster, entre otros notables) y Siruela (publica la saga de "Harry Potter"), suspendió el 70% de sus importaciones hasta fin de año. La Federación Española de Cámaras del Libro dejó de exportar a nuestro país el 85% de sus novedades.
Claro que algunos se arriesgan. Por lo general son las subsidiarias de conglomerados extranjeros de espaldas anchas. La productora mexicana de espectáculos, CIE-Rock & Pop, traerá en agosto a Gregory Hopkins & The Great Voices of Gospel, a pesar de los cachets en dólares.
Mientras tanto, en los quioscos porteños de diarios y revistas muchas ediciones extranjeras desaparecieron. Y cuando, de pronto, alguna brilla en un escaparate, su precio es exorbitante. Por ejemplo, Dirigido, la revista especializada en crítica de cine, costaba $ 9. Hoy vale $ 40. El diario El País, de Madrid (no su edición local), cuesta los domingos $ 20. Y The New York Times supera los $ 27.
Adiós al glamour
La cultura del espectáculo es cosa del pasado. No más megaconciertos. Las grandes bandas de rock ya no incluyen a la Argentina en sus giras mundiales. Por ejemplo, los Rolling Stones, que arrancan en dos meses, no llegarán esta vez a nuestro país.
En materia discográfica habrá que olvidarse de los artistas que no sean masivos, porque en la Argentina sólo se replican los grandes, como U2, Madonna o los Rolling. Un disco importado, que antes se compraba en $ 22, hoy está por encima de los $ 40.
En teatro, las lujosas puestas como "Cabaret" quedaron en el freezer . Hoy, los éxitos de la cartelera son de factura nacional. "Venecia", "Tanguera" o "Las obras de ayer", de Les Luthiers. El infatigable productor Alejandro Romay le pone el pecho a la crisis: "Yo seguiré comprando derechos de las mejores obras extranjeras. Creo que el teatro pasa por un momento increíble gracias a la TV, que no le da nada a la gente".
También el cine independiente, un fenómeno que se consolidó al margen del circuito comercial en los últimos cinco años, verá amenazada su existencia. Algunos distribuidores no estrenarán films extranjeros hasta fin de año. Obras de cineastas como Alain Resnais, Eric Rohmer o Alexander Sokurov ya son historia.
El director del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Claudio España, señaló: "A un distribuidor local, una película extranjera hoy le cuesta una fortuna. Aunque sea un éxito, no recupera el 50% de lo que pagó. Los distribuidores norteamericanos con sede en el país no querrán traer películas culturales de riesgo". Para el cine europeo, "el golpe será grande. Veremos un 40% menos de estrenos del exterior".
Con semejante panorama, habrá que templarse para ver mucho "hombre araña" y otros films hipercomerciales norteamericanos.
El director de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Pedro Vives, comentó a LA NACION: "Reorientamos nuestras políticas hacia el exterior. Estamos interesados en mostrar qué está haciendo la cultura española. Y seguiremos apoyando a los artistas locales".
Y Fabián Lebenglik, a cargo del Centro Cultural Rojas, de la UBA, precisó: "Reduciremos las visitas internacionales. Pensamos generar una red para que universidades como Yale o Columbia nos cedan los derechos de publicación de ciertos proyectos con fines de divulgación".
En resumen, como advierte George Steiner, habrá que "hacer el inventario más preciso posible de lo irreparable" y decir como Edgar, en "El rey Lear", de Shakespeare: "Puedo estar peor aún. Lo peor no dura tanto que podamos decir: Esto es lo peor ".





