La salida de FM Milenium del aire provocó miles de llamadas

En la Argentina aún pasan cosas sorprendentes. Ayer, al conocer que la emisora FM Milenium (106.3 Mhz) saldrá del aire el próximo 1° de agosto, luego de cuatro exitosos años, miles de oyentes saturaron el servidor de Internet, la página web y los teléfonos de la radio con mensajes conmovedores.

Además, hubo “miles de llamadas” al Centro de Atención al Oyente (0810-999-6900), del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) reclamando sobre las razones del adiós que asomó anteayer, como un tímido mensaje por la radio, y se convirtió ayer en una carta de despedida en la página www.fmmilenium.com.ar . El defensor del pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, también recibió reclamos. En un libro de firmas abierto en el website, Milenium seguirá recibiendo mensajes.

Un nuevo concepto radial

Creada el 1° de enero de 1998 por Santiago Pont Lezica –y cofundada entonces por Bernardo Neustadt, que el próximo mes también saldrá del aire–, Milenium es una de las tres radios líderes de frecuencia modulada en el espectro nacional. Con música sin estridencias y mensajes espirituales y esperanzadores ganó rápidamente a la audiencia. Católicos, no creyentes, musulmanes y judíos se convirtieron en oyentes. Incluso el vocero del cardenal Jorge Bergoglio, padre Guillermo Marcó, intercedió ante el Comfer en favor de Milenium, que recibió premios en Europa, Estados Unidos y la Argentina. La emisora tenía un contrato de coproducción, por carecer de frecuencia propia, con Radiodifusora Esmeralda, licenciataria de Radio Buenos Aires (AM 1350) y de su FM 106.3, que hoy ocupa Milenium. La licenciataria está vinculada, como informó LA NACION en junio último, con la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), que tiene en el aire Radio Alfa, en la FM de Radio Rivadavia.

Miles de oyentes “consternados, indignados, apenados o entre sollozos”, según el relato de una productora de Milenium, pedían ayer a los periodistas, operadores y al director artístico, Santiago Pont Lezica, que no daban abasto para atender los mensajes: “Por favor no se vayan del aire”.

Algunos de ellos, a los que accedió LA NACION, son muy emotivos. Como el de Silvana Bolatti, que escribió entre lágrimas: “Es la primera vez que levanto mi voz ante el despojo de todo lo soñado. Soy abogada en un país sin justicia, soy madre en un país donde mis hijos no pueden andar en bicicleta”.

Héctor Moulia sintetizó el pesar que ayer unió a los oyentes: “Siento que estoy perdiendo a un amigo. En estos momentos de tanta confusión, tanto dolor generalizado, más que nunca necesitamos una radio como Milenium”. Andrea Arriola escribió: “No nos dejen. Milenium es cultura, lo que más necesitamos en nuestro país”.

Entre decenas de mensajes de aliento y desconsuelo, otra oyente que firmaba como Silvinha, dijo: “Dentro de un país que nos expulsa y nos confisca, que se entristece cada día, Milenium puso una gragea de serenidad y un estímulo optimista”.

En diálogo con LA NACION, Pont Lezica expresó: “Deseamos que esta despedida sea sólo un prólogo para un nuevo encuentro. Siempre hablé de esperanza y quise despedirme de los oyentes con la dignidad de comunicación que tiene Milenium. Creamos un nuevo estilo de comunicación y llegamos al corazón de la gente para quedarnos”.

Desde Miami, Neustadt, que conduce cada mañana su ciclo radial, dijo: “Mi compromiso es con Milenium y me voy el 1° de agosto. Yo no tengo ningún convenio con los pastores (se refiere a la IURD). Con esta radio mueren un montón de sueños”.

Ayer hubo otra noticia inesperada. El concurso por la adjudicación de la FM 106.9, hoy vacante, sería resuelto en favor de Milenium, “que pasó todos los filtros”, según fuentes oficiales. La Procuración del Tesoro dio su visto bueno y “las impugnaciones de los otros tres competidores –el grupo español Prisa, la productora Cuatro Cabezas (Mario Pergolini) y Enrique Albistur (licenciatario de la publicidad en vía pública)– ya fueron rechazadas”, dijeron las fuentes. En medio de fuertes presiones, la última palabra la tiene ahora el presidente Duhalde.