Lajos Szalay en el Sívori: de la crítica del poder a los misterios de la fe
El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívorí inicia su programación anual con una exposición de excepción: Lajos Szalay en Argentina, al cuidado de Peter Fertoszögi, acerca al público obras del "período argentino" del artista húngaro. El museo porteño vuelve a ser sede de una muestra homenaje a Szalay, creador que influyó en la obra de grandes artistas locales como Carlos Alonso, Osvaldo Attila, Santiago Cogorno y Leopoldo Presas, entre otros. A su vez, él fue influido por artistas argentinos y de otros países de América Latina.
Por primera vez se presentan en Buenos Aires más de setenta obras realizadas por Szalay durante su estadía en Buenos Aires, junto con otras hechas en París y en Nueva York, adonde llegó al comienzo de la década de 1960. Dibujos en tinta china, acuarelas, técnicas mixtas e ilustraciones para libros se exhiben junto a algunos dibujos de Enrique Barilari, discípulo reconocido por Szalay, y dos bronces de temática religiosa realizados a partir de dibujos del artista húngaro.
Un período fructífero y radiante
"El 'período argentino' de Szalay es uno de los más importantes de su obra -dice Fertoszögi a LA NACION-. Organizar esta muestra en Buenos Aire fue un sueño de muchos años". La exposición se realiza gracias a un convenio entre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Alcaldía de Budapest, junto con la Fundación de Arte Kovács Gábor y el Festival Centro de Turismo de Budapest. Cuenta también con el apoyo de la embajada de Hungría en Buenos Aires. La colección de la Fundación posee más de 500 obras gráficas de Szalay y en la actualidad representa el acervo más completo de su obra, sin contar el que posee la hija del artista en Estados Unidos. Szalay fue el artista más importante de Hungría en el siglo XX.
Había nacido en Ormezo, una aldea situada en lo que hoy es territorio de Eslovaquia, que en ese entonces se hallaba bajo dominio húngaro. El próximo 26 se cumplirán ciento diez años del nacimiento de Szalay. En 1927, inició sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes de Budapest, de donde egresó con honores en 1935. En 1946, conoció al periodista y escritor húngaro Iván Boldizsár, que lo invitó a integrar la delegación húngara que participó de la Conferencia de Paz en ese año, en París. Ese viaje cambiaría su vida.
En esa ciudad, los dibujos de Szalay aparecieron publicados junto a otros de Pablo Picasso, que lo calificó como el mejor artista gráfico del mundo. En 1947, gracias a una beca de la Unesco, Szalay pudo estudiar con el pintor francés Georges Rouault, que alumbró las ideas del joven húngaro sobre la expresividad de la figura humana en el plano.
En 1948, por sugerencia de amigos, Szalay y su esposa no regresaron a Hungría. La sombra del totalitarismo soviético ya se proyectaba sobre ese país. Viajaron, en cambio, al norte de la Argentina. En San Miguel de Tucumán consiguió trabajo como docente en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), aprendió el idioma español y, mientras pintaba y dibujaba, dio a conocer sus obras en exposiciones individuales. En el norte del país, la obra de Szalay se abrió al color. "En este período, realizó más de sesenta obras muy coloridas, de temas religiosos y de mitología grecorromana", señala Fertoszögi. Ambas series se pueden apreciar en la Sala A del Sívori.
Hasta 1956, Szalay ocupó el cargo de jefe de la sección de dibujo del Instituto Superior de Artes de la UNT hasta que fue obligado a renunciar a su cargo. En esa provincia había creado fuertes lazos de amistad y de trabajo con artistas como Ramón Gómez Cornet, Lino Enea Spilimbergo, el chileno Lorenzo Domínguez, el italiano Víctor Rebuffo y el español Pompeyo Audivert, en la llamada "edad de oro" del arte tucumano. La atmósfera autoritaria de la Argentina de esos años lo obligó a emigrar otra vez.
El artista que prefería los libros a las exposiciones
Otra serie muy significativa de la muestra es la de dibujos e ilustraciones que Szalay hizo de obras literarias mientras vivió en la Argentina. Se incluyen las ilustraciones que hizo para una edición de Los hermanos Karamazov. El plan del artista era "contar" la novela de Fiodor Dostoievski mediante imágenes (tenía proyectadas más de trescientas). Se pueden ver, además, el ejemplar de una antología de poesía tucumana, que lleva sus dibujos, y otros basados en un cuento de La ofrenda de piedra, del escritor peruano Ciro Alegría. "Szalay prefería dibujar e ilustrar para libros más que exponer -indica el curador húngaro-. Decía que el libro perduraría".
En los años 80, ya en su país, ilustró nouvelles de Antón Chéjov y Franz Kafka, como La metamorfosis, y le dedicó una serie de dibujos a los cuentos del escritor checo. También el escritor tucumano Julio Ardiles Gray tuvo el privilegio de que Szalay ilustrara Cánticos terrenales, uno de sus libros de poemas.
Si bien Szalay fue un pintor de la tragedia de su época, atravesada por los padecimientos de la guerra, los totalitarismos y las represiones violentas ante cualquier asomo de protesta, dedicó conjuntos de dibujos e ilustraciones a temas eróticos y bíblicos. Esas tres facetas aparecen representadas en la muestra. A la vez que se exhiben los dibujos de SOS Un drama de Hungría, conmovedora serie que el artista hizo a partir de las noticias radiales que escuchaba en Buenos Aires durante la Revolución húngara de 1956, se exponen estaciones del via crucis y escenas de la Biblia, que muestran momentos de toma de decisiones dramáticas de distintos personajes.
Fue un artista católico. Ese aspecto se verifica con claridad en Lajos Szalay en la Argentina, a través de ilustraciones de episodios del Antiguo Testamento y la vida de Cristo, y de retratos de santos, como el de un colorido san Jorge, decorado por un marco interno pintado por el artista. La religiosidad de Szalay comulga siempre con una celebración de la percepción y el goce humano, y con una defensa de los débiles ante los abusos de las figuras de poder.
Entre 1958 y 1961 enseñó arte en escuelas de la ciudad de Buenos Aires. En la Argentina nació su hija María Clara, poseedora de más de un millar de obras del artista. En 1961, Szalay se radicó con su familia en Estados Unidos y en 1988 retornó a su país natal, aquejado por una enfermedad. Falleció en 1995. Pese a que vivió muchos años en el extranjero, Hungría fue una presencia constante en su obra.
Para agendar
Lajos Szalay en la Argentina, en el Museo Sívori (Av. Infanta Isabel 555), desde el 9 de febrero hasta el 11 de marzo.
El miércoles 13 a las 18:30 se inaugura Patrones de prueba, exposición Javier Plano que explora la dimensión estética y poética de las imágenes y los dispositivos electrónicos.
Entrada general: $50; miércoles, entrada gratuita. Jubilados, estudiantes universitarios, personas con discapacidad y sus acompañantes, menores de 12 años y grupos de estudiantes de colegios públicos: entrada gratuita todos los días.
Horarios: lunes, miércoles, jueves y viernes de 12 a 20; sábados, domingos y feriados de 10 a 20. Martes cerrado.