Los colegios privados, con más alumnos

LA PLATA.- Cada vez más chicos de clase media y baja asisten a escuelas privadas en la provincia de Buenos Aires, lo que sectores oficiales interpretan como una reacción de las familias a la acumulación de jornadas sin clases en escuelas estatales, a raíz de los paros de los maestros.

Así se desprende de un informe de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, según el cual la enseñanza privada creció en los últimos cuatro años a un ritmo del 4% anual, con porcentajes superiores en algunas zonas del conurbano, como Lanús, Lomas de Zamora y Florencio Varela, entre otros distritos, y en colegios con aranceles inferiores a 100 pesos por mes.

Desde 2001, las aulas de las escuelas privadas pasaron de 1.173.248 a 1.325.714 alumnos, lo que implica un incremento del 12,9% y el ingreso de 152.466 nuevos estudiantes. De ellos, 50.713 se incorporaron este año, cuando los gremios docentes reactivaron las medidas de fuerza. En ese período de cuatro años el sistema estatal habría registrado un aumento del orden del 1 por ciento.

Unos 44.470 alumnos -el 87% de los nuevos ingresantes de este año- se incorporaron a jardines de infantes (16.547) y a escuelas de educación general básica (27.923).

Para el gobierno bonaerense, el crecimiento se percibe principalmente en los sectores medio y bajo de la población y se explica, en buena medida, por el progresivo traspaso de alumnos desde escuelas públicas, promovido por padres que pretenden evitar los trastornos que les provocan los reiterados paros de docentes en escuelas del Estado. Los gremios docentes, en cambio, afirman que el problema radica en la falta de inversión y en la desatención de la escuela pública.

"Hay un traspaso de la órbita estatal a la privada, sobre todo en barrios humildes del conurbano, como Lanús, Moreno y Florencio Varela", dijo el director provincial de Educación de Gestión Privada, Juan Odriozola, en diálogo con LA NACION.

Según el funcionario, "hay distintas razones, pero la más repetida por los padres es la preocupación porque sus hijos no tienen clases regularmente por las huelgas".

El secretario general del Suteba, Roberto Baradel, disintió: "Decir que el conflicto empuja a los chicos de escuelas públicas a privadas es un reduccionismo, porque lo que los empuja, en realidad es que falte calefacción, que no haya elementos, que se caiga el techo, que no haya agua. Y por estas cosas nosotros hacemos paros. El conflicto se origina en la falta de inversión y no en otra cosa".

Según Baradel, "hay, además, un montón de chicos que no pueden ir a ninguna escuela porque los padres directamente no pueden enviarlos. El año pasado fue el 12% de los alumnos del polimodal y otros 60.000 de la EGB".

Subvenciones

En la provincia de Buenos Aires funcionan 5616 escuelas privadas, un tercio de los establecimientos de todo el sistema educativo bonaerense. De ellas, el 66% (3727 colegios) reciben algún tipo de subvención del Estado, mientras que el 34% (1889) no recibe apoyo.

Entre los establecimientos subvencionados, 2076 (55,7%) reciben entre un 80 y un ciento por ciento de lo que precisan para funcionar. La mayoría de los que reciben apoyo, cerca de 1900 son confesionales, mientras que el resto se reparte entre sociedades anónimas y cooperativas de padres o de docentes.

"El traspaso se registra principalmente en favor de escuelas que reciben entre un 80 y un 100% de subvención (2076 en toda la provincia). Son colegios con aranceles que promedian los 30 pesos por mes y no superan los $ 100", estimó Odriozola.

Según las cifras oficiales, en los colegios privados de Lomas de Zamora, Avellaneda, Lanús, San Isidro, San Fernando, Vicente López, Tigre, Moreno, San Miguel, Berazategui, Florencio Varela y Quilmes, entre otros distritos del conurbano, la población escolar creció este año en torno del 10%, cuando el promedio general registrado en la provincia es del 4 por ciento.

Durante la peor parte de la crisis económica, entre 2001 y 2002, muchos colegios, ante la morosidad de los alumnos, incrementaron el porcentaje de becas -para quienes no pudieran afrontar el pago de los aranceles-, que habitualmente benefician al 10% de la población y llegaron, en algunos casos, hasta el 30 por ciento.

Por Pablo Morosi

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