"Me sentí agraviada como nunca en mis 37 años de docencia"

ROSARIO.- La profesora de matemáticas que inició una demanda penal y otra civil a un alumno que se había quejado del maltrato del que supuestamente era víctima por parte de la docente, mediante una nota elevada a los directivos de su escuela, ratificó que seguirá adelante con la causa por injurias que inició en el tribunal local.

"Me habría gustado que el alumno se hubiera retractado cuando le mandé la carta. Y ahí se terminaba la cosa. Ahora voy a seguir adelante", aseguró Ana María Degano, que dicta clases de Matemática Aplicada en la Escuela Provincial Nº 34 (ex Normal N° 1).

La profesora Degano aseguró que la nota que el alumno Juan Pablo Calandria presentó ante las autoridades del colegio, para pedir que cambiaran el tribunal examinador ante sus reiterados fracasos al rendir la materia, la hizo sentirse "agraviada" como nunca le había pasado en sus 37 años de carrera en la docencia.

"Lo más suave que me dice es deshonesta", señaló Degano en declaraciones periodísticas. Y añadió: "Me trata de corrupta, de parcial, de incompetente. ¿Usted no se sentiría agraviado y con derecho a presentar una acción? Yo tomé la decisión porque un alumno presenta una nota agraviante e injuriosa".

"Incluso señala que no tiene ninguna prueba de lo que dice", aseguró la profesora titular de la cátedra de Matemática Aplicada, materia que Calandria reprobó tres veces antes de que, en un examen supervisado por el Ministerio de Educación, finalmente lograra aprobar.

"Hablé con un abogado que me dijo que la injuria está muy clara", indicó Degano, que aseguró que el próximo martes, cuando se concrete la audiencia de conciliación obligatoria en el juzgado correccional Nº 9, a cargo del Héctor Núñez Cartele, ratificará su denuncia.

Dinero para la escuela

"No sólo a mí la carta me pareció agraviante, sino al juez que recibió la demanda, porque si no la hubiera desestimado", argumentó la profesora, que adelantó que donará a la escuela los $ 5000 que le reclama a Calandria en concepto de reparación de daño moral que le causó Calandria.

"De esa plata no voy a tocar un solo centavo", enfatizó la profesora Degano. "La escuela necesita una refacción, se nos está viniendo abajo -insistió-. Ese dinero, si Dios me concede la gracia de que me lo paguen, va a ir íntegramente a la cooperadora para que construya un ascensor."

Degano desestimó las críticas que recibió de parte del Ministerio de Educación de la provincia por la forma en que había manejado la situación. "Nadie se acercó a hablar conmigo desde abril hasta ahora, y saben que me pueden encontrar en la escuela. El error de no haber charlado no fue sólo de mi parte", dijo.

Asimismo, señaló que la acusación de que había tenido un trato desigual con algunos alumnos no tiene asidero. "A todos se les toma el mismo examen, que queda archivado a disposición de quien necesite una fotocopia -explicó-. Me dice que yo discrimino; la imparcialidad está garantizada."

"Yo nunca tomo examen sola, lo hago con otras profesoras", relató la docente, acerca de los cuestionamientos que recibió sobre que tuvo un comportamiento discrminatorio en los exámenes, y manifestó: "No voy a ser tan suicida, hacer cosas raras y tirar 37 años de docencia a la basura", advirtió.

También admitió que la cátedra que tiene a su cargo tiene un alto grado de complejidad. Sin embargo, expresó: "Es una materia difícil, Matemática Aplicada es primer año de la Facultad de Ingeniería. Pero de los 40 alumnos que había el año pasado, la debe uno solo".

Finalmente, ratificó que seguirá adelante con su demanda judicial dado que en ningún momento ni los padres ni el chico tuvieron vocación de resolver el problema. "Dijo que yo lo maltrataba . ¿A usted le parece que si yo hiciera eso con mis alumnos ningún padre se iba a quejar?"

Invasión

• ROSARIO.- "La demanda es una acción privada y la escuela no tiene nada que ver", dijo la profesora Ana María Degano, que intentó despegar del conflicto a las autoridades del colegio. El viernes no fue a dar clases porque "ustedes [los periodistas] invadieron mi casa. Tenía miedo de llegar a la escuela y crear una situación violenta con los chicos. No quiero darles pasto a las fieras, ni busco fama ni nada".

Por Por Ricardo Luque <br/> Corresponsal en Rosario

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