“No entender”: aumentó en librerías el interés por los libros de Beatriz Sarlo
Tras las novedades en la sucesión, en varias librerías los lectores buscaron las memorias póstumas de la intelectual, recientemente publicadas
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Si de algo habrá servido la repercusión que tuvo la semana pasada las novedades en la causa sucesoria de la escritora Beatriz Sarlo, además de recordar a la opinión pública la importancia de asesorarse para testar, es el interés que despertó en los lectores la obra de una de las intelectuales más destacadas de la Argentina. El “culebrón” del encargado de edificio, el marido, el procurador general de la ciudad de Buenos Aires y el “círculo íntimo” de amigos no ha sido en vano.
Desde la editorial Siglo XXI, que reúne gran parte de su obra en la Biblioteca Beatriz Sarlo, al cuidado de la profesora e investigadora Sylvia Saítta, informaron a LA NACION que a partir del 10 de junio hasta hoy la venta de No entender. Memorias de una intelectual ($ 23.900), que va por la segunda edición, se había multiplicado por tres.
“A partir de esa fecha empezó a crecer la venta de manera notable con respecto al comportamiento que venía teniendo”, dijo el director editorial Carlos Díaz, amigo de Sarlo, a este diario. Los responsables de Siglo XXI trabajan con un sistema que les permite seguir “minuto a minuto” la performance de algunos de sus títulos en diferentes librerías.
Sarlo pudo terminar de revisarlo con la colaboración de Saítta y Adrián Gorelik. Según dijeron algunos de sus amigos a la prensa -la semana pasada, tras conocerse la existencia del supuesto testamento ológrafo que Melanio Alberto Meza López presentó a la Justicia-, en 2024 la autora había comenzado a tener un deterioro cognitivo.
“Beatriz Sarlo empezó a escribir este libro en 2017 -se lee en la nota de edición, al final de No entender-. Lo dio por terminado y lo entregó a la editorial en abril de 2024. Trabajamos con ella en la edición entre mayo y noviembre de ese año”, se consigna. También se agradece la colaboración del marido de Sarlo, el arquitecto Alberto Sato.
A buen ritmo
Desde la cadena Cúspide comunicaron que No entender se había movido “algo, pero no lo suficiente para desencadenar una reposición al editor”. “Al ser Sarlo una autora de venta relativamente buena, hay copias en todo Cúspide para aguantar un minipico sin necesidad de reponer. Pero en concreto aumentó”, comentaron.
“Es un libro que despertó mucho interés desde su salida -respondió a LA NACION la escritora y librera Cecilia Fanti, de Céspedes-. Es decir que lo venimos vendiendo a muy buen ritmo, pero lo que sucedió en estos días fue más la iniciativa de los que entraban a la librería, que señalaban la tapa [con una foto de la autora hecho por Sebastián Freire] y buscaban conversación sobre lo insólito de la situación”.
Librerías independientes como Hernández, un “hito” de la avenida Corrientes; Eterna Cadencia, en Palermo, y La Libre, en San Telmo, también vendieron más ejemplares de las memorias de Sarlo. En cambio, en la cadena de librerías Yenny, la librería De la Mancha (otro “hito” de ciencias sociales y humanidades de la avenida Corrientes) y los puestos de libros del Parque Rivadavia, en Caballito, no hubo mayor demanda.
En librerías de saldos editoriales de la avenida Corrientes se pueden encontrar libros de Sarlo publicados por Seix Barral, como Viajes. De la Amazonia a las Malvinas y La intimidad pública, a menos de $ 8000 cada uno; este último título arroja luz sobre el caso mediático y judicial que tiene a la ensayista como protagonista post mórtem.
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