Otros carnavales
Cada comienzo de marzo en Burdeos, al sudoeste de Francia, hay fiesta. Se festeja el Carnaval de deux rives, celebración hija de las políticas públicas francesas e impulsada a mediados de los noventa como un modo colorido, disfrutable y sonoro de fortalecer el lazo social. Cada año, el Carnaval elige homenajear a un país, y propone a músicos, artistas visuales y bailarines dar rienda suelta a la imaginación y pensar modos renovados de aludir a otras regiones del mundo. Brasil, Guadalupe, Turquía y España, entre muchos otros, fueron parte de este despliegue anual. En 2024, el elegido fue el oeste de África, encarnado en las máscaras Kanaga (características de Mali). Y se abrió el juego, las creaciones ahondaron en la historia, la crisis ambiental, el pasado. el presente: pulso salvaje del carnaval, permisos para nombrar ciertas heridas, música, color y sudor para recrearlas.