Con el objetivo de frenar la deserción escolar y la repitencia, y enseñar la "cultura del ahorro", el gobierno de San Luis comenzó a canjearles a los alumnos que están por finalizar la escuela media 1200 dólares en estampillas. Las estampillas les fueron otorgadas a los estudiantes por el Ejecutivo provincial y con el respaldo de los activos locales como incentivo para que estudien y, a su vez, tengan dinero como para comenzar un emprendimiento al finalizar la escuela.
Los 1200 dólares se alcanzan si desde primer grado hasta el último año de la secundaria los estudiantes no repiten ni se llevan materias, según explicó a La Nacion el ministro de Hacienda, José María Emer, quien agregó: "No nos importa que piensen que pagamos para que estudien, mientras terminen el ciclo y no abandonen".
Anteayer, más de 600 de los 4000 alumnos secundarios de todas las escuelas, públicas, privadas, especiales, técnicas y de adultos, fueron al banco a cambiar sus estampillas por dinero. Algunos afirmaron que lo hacían para comprarse una guitarra; otros, una moto, y los menos, para un emprendimiento en la provincia. "No tiene idea de cómo estaban de contentas las maestras: nos comentaron que los pibes pedían mesas para rendir las previas. Es más: nosotros les damos las estampillas, pero si los alumnos quieren, pueden comprar otros sellos que pueden ser canjeados antes de terminar el ciclo lectivo", dijo Emer.
Según la ley provincial sancionada a principios de año, el programa Estampillas Ahorro para mi Futuro prevé, además de incentivar la filatelia, como señaló Emer, que de 1º a 6º grado del nivel primario se entreguen a cada alumno estampillas por un valor de US$ 50 por cada grado aprobado. De 1º a 5º año del secundario se entregarán estampillas por US$ 100, por cada año aprobado, y los que cursen el 6º del nivel secundario recibirán estampillas por un valor de US$ 400. En el caso de institutos de enseñanza técnica que tengan siete años de cursado de nivel secundario, se les entregarán estampillas por un valor de US$ 100 desde 1º a 6º año aprobados, y en el 7º año, una por valor de US$ 300.
También obtendrán el beneficio los alumnos con capacidades diferentes que estudien en establecimientos especiales, y los adultos que quieran completar sus estudios.
"Las estampillas tienen un código de barras y el dueño se inscribe en un registro -siguió Emer-, de modo que si las pierde siguen siendo suyas y las puede cobrar. No tienen vencimiento y están respaldados por el Estado provincial", añadió el funcionario, que estimó que en total la inversión alcanza los cinco millones de dólares.
La iniciativa fue cuestionada por algunos gremios docentes, que consideraron que los maestros se sienten presionados porque si los alumnos desaprueban las materias no pueden recibir el dinero. Y dirigentes opositores la consideraron "una medida electoral".
