Quién es Melanio Alberto Meza López, el encargado del edificio de Beatriz Sarlo
El hombre se presentó en la Justicia como heredero del departamento de la intelectual; el testamento ológrafo que lo respalda será sometido a peritaje; el entorno de la ensayista advirtió la venta de sus obras
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A seis meses de la muerte de Beatriz Sarlo, uno de los nombres que irrumpió con fuerza en el expediente judicial que define su sucesión provino del hall del edificio en el que vivía. Melanio Alberto Meza López, encargado del inmueble ubicado en la calle Hidalgo al 100, en el barrio porteño de Caballito, se presentó ante la Justicia como heredero del departamento donde residía la intelectual. Lo hizo con un testamento ológrafo que habría sido redactado, de puño y letra, por la propia Sarlo.
Según consta en la causa que se tramita en el Juzgado Civil 91, a cargo del juez Carlos Hugo Goggi, Meza López presentó en febrero pasado una hoja manuscrita en la que Sarlo, en dos fechas distintas, le habría legado no solo la propiedad donde vivía sino también el cuidado de Nini, su gata.
En uno de los textos, fechado el 2 de agosto de 2024, la autora le habría escrito: “Quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte y también quedás a cargo de mi gata Nini, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo”.

Lejos del mundo de los papers y los eventos académicos donde Sarlo se movía con naturalidad, Meza López es una figura silenciosa y hasta ahora desconocida para el ojo público. Llegó al edificio del barrio porteño de Caballito como encargado y forjó con los años una relación de confianza con Sarlo y su pareja, el cineasta Rafael Filippelli.
Tras la muerte de Filippelli, en marzo de 2023, fue él quien ayudaba a Sarlo con el cuidado de la gata y, más tarde, quien la acompañó en sus últimos días.
De acuerdo a lo que precisó el abogado patrocinante de Meza López, el vínculo entre ambos trascendía el trato vecinal: ella le confiaba aspectos de su vida cotidiana y él fue, de hecho, quien internó a Sarlo en el Sanatorio Otamendi, por pedido de la autora. Tiempo después, asistió al velorio en el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (Cedinci).
La irrupción de Meza López en la causa sucesoria no solo sorprendió al entorno íntimo de Sarlo, sino que puso en suspenso un ambicioso proyecto cultural. El círculo que la acompañó durante décadas —integrado por el exmarido de Sarlo, el arquitecto Alberto Sato Kotani, y figuras como Sylvia Saítta, Adrián Gorelik, David Oubiña, Adriana Amante, Hugo Vezzetti, Ada Solari y Graciela Silvestri— trabajaba en la creación de un fideicomiso con el dinero proveniente de la venta de sus propiedades, destinado a sostener una fundación o iniciativa cultural vinculada a su legado intelectual.
Sin embargo, el testamento presentado por Meza López —que será sometido a peritaje caligráfico— podría modificar ese escenario.
El rol del exmarido de Sarlo
El documento también impugna como legatario al exmarido de Sarlo, Sato Kotani -quien impugnó la medida-, con quien la ensayista estuvo casada desde 1966, pero estaba separada desde hace más de medio siglo, y de quien nunca se divorció pese a que ambos tuvieron otras parejas desde la década de 1970.
Sato Kotani, quien vive en Chile, regresó al país en diciembre para autorizar la cremación de los restos de Sarlo e inició el trámite de sucesión en febrero, días antes de que Meza López hiciera su presentación. En su declaración judicial, Meza López enfatizó que cuidará a Nini “de por vida” y que siempre tuvo una relación cercana con la escritora.
El caso, en manos del juez Carlos Hugo Goggi, combina elementos íntimos, jurídicos y simbólicos: el destino de la propiedad y de su oficina ubicada en Talcahuano, el cuidado de la mascota y el legado de una de las figuras centrales del pensamiento argentino contemporáneo.
El encargado habría vendido obras de Sarlo
En una entrevista con LN+, el historiador e integrante del círculo íntimo de Beatriz Sarlo, Hugo Vezzetti, expresó este lunes su creciente preocupación por el destino de las pertenencias de la escritora, especialmente aquellas vinculadas a su obra intelectual.
Si bien afirmó que en su momento tuvo una relación cordial con Melanio Alberto Meza López, el encargado del edificio, ahora reconoce que ciertas actitudes recientes le generan dudas. “Me consta que Beatriz le dejó la llave. Él la sigue teniendo por el cuidado de la gata. El segundo dato es que el portero, con quien tenía esa relación tan cordial, a partir de ahí no me respondió más el teléfono”, comentó.
Un comentario tontamente pretencioso de Vanessa Bell @cremetours, luego borrado, pasaba por encima que podía tratarse de material robado, como efectivamente lo es y como fue muy bien señalado por @missperezbellas. Hay responsabilidades que no se borran tan fácilmente. pic.twitter.com/vcmrbH0b7K
— hugo.vezzetti (@HugoVezzetti) June 22, 2025
Lo que encendió las alarmas del entorno fue una publicación en la red social X de la influencer cultural Vanessa Bell, quien relató haber visitado una disquería donde se ofrecía un lote “grande” con material que habría pertenecido a Sarlo. Según describió, se trataba de ediciones de época de jazz y música clásica: “Oro en polvo”, escribió. Luego, ante la repercusión y los comentarios de allegados a la ensayista -incluido el propio Vezzetti, que insinuó que podría tratarse de material robado-, Bell eliminó la publicación.
Vezzetti indicó que el material podría haber salido del departamento de Sarlo y que podría haber sido entregado directamente por el encargado. “Nos preocupa el legado, no el departamento”, remarcó. Y aclaró que el interés del grupo de amigos que acompañó a la intelectual durante décadas es preservar y gestionar su obra de forma responsable.
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