Tributo a dos artistas en el Centro Recoleta
Hay artistas que fascinan por la fuerza e inteligencia de sus propuestas, comprometidas con la sociedad y el arte de su tiempo. Es el caso de los recordados artistas Pablo Suárez y Liliana Maresca, a quienes el Centro Cultural Recoleta les dedicó sendas muestras, inauguradas ayer.
Transformaciones , la retrospectiva sobre Maresca (1951-1994), da cuenta de la "intensidad polifacética" de la artista, en palabras de Adriana Lauría, curadora de la exposición. Maresca es un referente de la década del 80 y de la efervescencia cultural argentina al recuperarse la democracia.
Se exhiben sus pinturas, objetos, esculturas, instalaciones y fotoperformances, que tocan temas como el erotismo, el deterioro, la muerte y la transmutación alquímica. Se advierten el espíritu neodadá, el minimalismo y las estrategias conceptuales.
También hay que destacar sus anticipatorias observaciones sobre la realidad social, como sucede en la instalación Recoleta , de 1990, donde expuso dos carritos de cartoneros. La muestra es una coproducción del Recoleta con el Museo Castagnino-Macro, de Rosario, donde se exhibió con gran repercusión.
La exposición de Suárez (1937-2006), que lleva el nombre del artista, deviene un homenaje para este otro referente insoslayable del arte contemporáneo argentino, y permite tener una imagen de sus preocupaciones estéticas, sociales y de los recursos que empleó para comunicarse con los expectadores: la parodia, la poesía, la denuncia social.
Uno de sus principales mentores fue el gran artista argentino Antonio Berni. Al igual que éste, Suárez tuvo un compromiso social que plasmó en sus obras. Participó, por ejemplo, en la histórica propuesta artística colectiva de Tucumán Arde , en 1968. Representó a la Argentina, por ejemplo, en La Bienal Internacional de San Pablo de 1994.
En la muestra del Recoleta, curada por Patricia Rizzo, se exponen obras de distintas etapas, entre pinturas, instalaciones y esculturas. Enseguida se hace evidente la presencia de un personaje masculino, desnudo y delgado, que aparece una y otra vez. Se lo puede ver trepando una escalera en la obra Dificultoso acceso por la engañosa escalera de la fama (1997) y dentro de una olla en la instalación Sopa de pobre ( 2003), entre otras.
La muestra sobre Suárez luego irá al museo Caraffa, de Córdoba, y al de Bellas Artes, de Neuquén.
Se dieron cita para inaugurar las exposiciones -que estarán hasta el 22 de junio, con entrada gratuita- el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; el director del Centro Cultural Recoleta, Claudio Massetti, y el presidente de arteBA, Facundo Gómez Minujín, entre otros.
Laura Casanovas
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