Un “gemelo digital” de la Basílica de San Pedro revela todos sus secretos
El Vaticano presentó un trabajo realizado con Inteligencia Artificial en colaboración con Microsoft, para que todo el mundo pueda explorar los detalles del mayor templo de la cristiandad como ningún ojo humano jamás pudo hacer
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ROMA.– En línea con la Iglesia abierta que impulsa el papa Francisco, el Vaticano presentó el “gemelo digital” de la Basílica de San Pedro, un trabajo extraordinario gracias al que se pueden explorar sus secretos y rincones, incluso aquellos que el ojo humano no alcanza a ver, a través de una experiencia inmersiva y accesible a todo el mundo con un teléfono o una computadora.
La Basílica de San Pedro, considerada una de los templos más grandes del mundo, construida sobre lo que era la tumba de Pedro, el primer apóstol, sede de los papas y espacio que custodia muchísima arte y belleza gracias a los genios de Bramante, Miguel Ángel, Bernini, Rafael y muchos otros, entró así, en el espacio virtual. ¿Cómo? A través de un modelo digital creado con Inteligencia Artificial (AI) por Microsoft, que se asoció para dar a luz esta innovación impactante con la denominada Fábrica de San Pedro, como se llama el ente vaticano a cargo de la Basílica de San Pedro, en colaboración con Iconem, compañía francesa de preservación digital.
“La Basílica de San Pedro es como el cielo estrellado en una noche de verano: quedás encantado por su esplendor y magnificencia. Pero corre el riesgo de ser un testigo mudo de esta infinita belleza si la inteligencia no se enriquece con conocimiento y la aspiración del corazón no se nutre con una experiencia espiritual”, dijo el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro y presidente de la Fábrica, que en una conferencia de prensa en el Vaticano explicó por qué decidió apostar a la tecnología de vanguardia para acercar a este templo inmenso, a veces incomprendido, a todos.
Gambetti contó que el proyecto –bautizado “AI-Enhanced Experience”– comenzó hace más de dos años, mientras charlaba con el vicepresidente de Microsoft, Brad Smith, frente a la Piedad de Miguel Ángel, uno de los grandes tesoros de la Basílica. Entonces ambos cayeron en la cuenta de que había que hacer algo acorde a los tiempos para que no solo los visitantes, sino los seres humanos que están a cientos de miles de kilómetros de allí, pudieran tener acceso a un lugar de suma trascendencia en todo sentido y a cada mínimo detalle de su belleza. “Así nació la idea de encontrar una vía para hacer comprensible y penetrable el misterio que hay en este lugar”, dijo Gambetti, que ya hace años puso en marcha diversas iniciativas para que la Basílica de San Pedro se abriera y se transformara en una Basílica “en salida y en misión digital”, más accesible. Para eso, incluso anunció la puesta en marcha, en diciembre, de una app que, además de mostrar historia, datos e información, calcula en tiempo real el flujo que hay en ese momento y evita que uno tenga que sufrir interminables colas bajo el sol para poder ingresar.
“Crear un gemelo digital de la Basílica de San Pedro ha sido uno de los eventos más tecnológicos y sofisticados de su tipo jamás realizados”, dijo Smith, vice presidente de Microsoft y el otro impulsor de esta novedad, que contó que en dos años de trabajo fueron tomadas allí, adentro y afuera, 400.000 imágenes de alta resolución. Una cantidad enorme de fotografías que fueron tomadas no sólo por expertos, sino también, por drones, que volaron adentro del inmenso templo, rozando por ejemplo el majestuoso Baldaquino de Bernini y demás joyas de este lugar, símbolo de la cristiandad, cuando la Basílica, que suele recibir entre 40.000 y 50.000 personas por día, estaba cerrada al público.
“Para que se den una idea de la cantidad de información recolectada, esas 400.000 imágenes terminaron en 5 millones de dvds, que formaban 6 kilómetros, algo que habla de uno de los más grandes proyectos de este tipo”, contó Smith, que subrayó que luego la IA, a través de un algoritmo especial que escaneó las imágenes, con precisión milimétrica y mejorando detalles, dio a luz “el gemelo digital” de la Basílica. Se trata de un modelo 3D hecho con imágenes generadas por la AI derivadas de los datos de fotogrametría, que lograron mejorar tanto la parte interior como la exterior de la Basílica, ayudando, así, a los expertos y al público en general a explorar el universo del monumento como nunca antes fue posible.
La digitalización, impecable, logró también hacer un mapa de las imperfecciones de la estructura, como por ejemplo grietas, o teselas de mosaicos faltantes. “Incluso descubrimos un nido de arañas”, destacó el cardenal Gambetti, lleno de entusiasmo, al subrayar el valor del trabajo también en este el marco de las restauraciones y limpiezas que necesita la basílica.
Aunque todos podrán ver el “gemelo digital” de la Basílica de San Pedro a través de un sitio web interactivo que incluirá, además, un programa educativo creado en base al modelo Minecraft, el streaming de las celebraciones y podcasts con meditaciones, a partir de diciembre, el Vaticano también presentó dos magníficas muestras inmersivas, siempre realizadas en base al trabajo de la IA, que LA NACION pudo previsualizar y que se abrirán al público en ocasión del Jubileo 2025, durante el que se esperan más de 30 millones de peregrinos.
Una titulada Petros Eni (Pedro está aquí) y la otra Petros Eni Octagon (Pedro está en el Octágono), las exhibiciones permiten acceder a lugares antes inaccesibles pero sobrecogedores como una de las terrazas de la Basílica, es decir, a los pies de la inmensa cúpula diseñada por Miguel Ángel, a través de un ascensor. Y luego bajar a través de unas escaleras a uno de los denominados octágonos de la iglesia, algo único. Al juntarse nociones históricas y exploraciones digitales impactantes, el visitante logra entender mucho mejor dónde se encuentra y la compleja evolución que tuvo el lugar a lo largo de sus 2000 años de historia del arte, la cultura y la arquitectura.
Al recibir esta mañana en audiencia al cardenal Gambetti, Smith y al grupo de técnicos de la Fábrica de San Pedro que hicieron posible todo esto, el papa Francisco recordó que “todos, realmente todos, deben sentirse bienvenidos” en la Basílica de San Pedro: “los que tienen fe y los que la buscan, los que vienen a contemplar las muchas bellezas artísticas de Roma y los que quieren descifrar sus códigos culturales”.
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