Fórmula 1: El Gran Premio de Abu Dhabi, una carrera que marcará el futuro de Ferrari

Jean Todt, Stefano Domenicali, Marco Mattiacci, Maurizio Arrivabene y Mattia Binotto han sido los cinco líderes del garaje de Ferrari, desde 1993. Kimi Raikkonen, en 2007, resultó el último piloto de la Scuderia en consagrarse campeón y la sequía entre los Constructores empezó en 2009. El actual campeonato de la Fórmula 1 tuvo un inicio esperanzador, pero la aventura descubrió a Max Verstappen y a Red Bull Racing en modo arrollador: el neerlandés y la escudería de Milton Keynes se quedaron con todos los premios. El Gran Premio de Abu Dhabi cerrará el año y aunque no hay títulos en juego, no se tratará de una carrera más para la casa de Maranello: el resultado es la última carta que dispone el director del equipo, ya que en el paddock se especula que Fréderic Vasseur (Sauber-Alfa Romeo) tomará las riendas en enero.

“En relación a la especulación en ciertos medios de comunicación sobre la posición del director del equipo Scuderia Ferrari, Mattia Binotto, Ferrari afirma que estos rumores carecen totalmente de fundamentos”, señaló el escueto parte, publicado en redes sociales, desmintiendo la información de la Gazzetta dello Sport, sobre las negociaciones entabladas entre John Elkann y Vasseur.

El artículo afirma que los contactos se iniciaron durante el receso de medio año, luego de que el nieto de Gianni Agnelli descartara la opción de Antonello Coletta, responsable del campeonato de GT de Ferrari. La relación que Vasseur estableció con el Grupo Stellantis, del que es parte Alfa Romeo, Fiat, Maserati, Lancia…, consolidada durante los años de gestión de Sauber, inclinaron la balanza hacia el francés, de 54 años.

La temporada resulta una nueva decepción para Ferrari. Dos victorias y un segundo puesto de Charles Leclerc en Bahréin, Arabia Saudita y Australia, la tríada con la que se inició el calendario, ilusionaron a los tifosi en el año en que la F.1 estrenaba reglamento.

La Scuderia resultó la referencia en el arranque, aunque una vez que Red Bull Racing recuperó la fiabilidad el sueño se desmoronó: tras el GP de España, la sexta estación del año, Verstappen ya marcaba el pulso en el Mundial de Pilotos. Los fallos que ofreció el modelo F1-75, más los múltiples errores de estrategia del muro y los varios desaciertos de los pilotos Leclerc y Carlos Sainz Jr. dinamitaron la confianza.

El decaimiento del rendimiento coincidió con el avance de Mercedes entre los Constructores y de Sergio Checo Pérez entre los pilotos, y en el circuito de Yas Marina la Scuderia deberá robustecerse para asegurarle el subcampeonato a Leclerc –está emparejado con el mexicano en 290 puntos- y sostener la ventaja de 19 unidades sobre las Flechas de Plata. El monegasco acumula diez pruebas sin triunfos, desde el GP de Austria, y un abandono en esa decena de carreras, mientras que Checo Pérez ganó por última vez en Singapur –la decimoséptima fecha de las 22 que tiene el calendario- y sumó en 19 de las 21 pruebas finales del año. Mercedes le rebanó 48 puntos en los últimos tres grandes premios y viene de señalar el único 1-2 del curso en Brasil, donde George Russell además se impuso en la carrera Sprint.

Ferrari admitió la razón por la que pasó de ser referencia a observar cómo la apabullaba Red Bull Racing y la acorralaba Mercedes. La competitividad de la F1-75 decayó ante la ausencia de desarrollo durante la segunda mitad de la temporada. ¿La razón? El límite presupuestario. “No fue una elección, simplemente se acabó el dinero por el tope de presupuesto”, indicó Binotto, en San Pablo, y destruyó la idea de que la Scuderia estaba desviando recursos para 2023.

La obligación financiera de respetar el techo de 144 millones de dólares impidió continuar con las tareas, porque infringir la reglamentación acarrea penalizaciones: Red Bull Racing fue sancionado por superar los gastos en 2021. “No comprometimos el desarrollo del auto del próximo año, pero sí decidimos detener el actual, porque además de las actualizaciones se necesita probar elementos y piezas en la pista y eso significaba un costo extra, que no podíamos permitirnos”, afirmó el director del equipo, el hombre que en Abu Dhabi se jugará la última carta para intentar mantenerse al frente del garaje, aunque la sensación en el paddock es que su suerte ya está echada.