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RIO CUARTO.- Se abrazó con la copa como pocas veces lo hizo. No se destaca Gabriel Ponce de León por demostrar sus sensaciones. Sin embargo, el piloto de Junín sabe que logró un triunfo importante, uno de los más relevantes de su exitosa historia deportiva, ya que lo catapulta directamente a la gran candidatura al título del Turismo Carretera, al vencer de punta a punta en Río Cuarto.
Con el Ford del Lincoln Sport Group, equipo que defiende el número 1 de Emanuel Moriatis, venció ante condiciones adversas: el intenso frío (3 grados bajo cero a las 7.30 de ayer), y los permanentes cambios de pista producto de la tierra que volaba con el viento y por los múltiples despistes (hace tres meses que no llueve en la zona), la competencia aumentó en expectación producto de la incertidumbre.
Si bien Ponce de León es el mejor piloto de la temporada actual del TC (líder con 149,5 puntos y ya clasificado para la Copa de Oro), el anhelado triunfo le permite luchar por el título que le era esquivo.
-¿Te ponía nervioso no poder ganar?
-No, en ningún momento me detuve a pensar en eso. Si bien ya tenía varios segundos y terceros puestos, y perdí triunfos a poco del final, con el auto que tengo, sabía que en cualquier momento llegaría la victoria. Y así fue.
-¿Qué tiene de bueno este Ford?
-Es contundente y asimila los cambios de manera sorprendente. Por ejemplo, en los últimos días, hicimos ensayos en Nueve de Julio y pegamos un salto de calidad asombroso.
-Dijiste que este auto es el mejor que manejaste. ¿Incluye a los de Berta con los que ganaste tres títulos de TC 2000?
-Este Ford es como si fuese de Berta. No tiene defectos. Al contrario, son todas virtudes.
-¿Desde cuándo querías correr en el Lincoln Sport Group?
-Desde que ingresé en el TC, en 2002. Había tenido varias reuniones con su responsable, Hugo Cuervo, pero nunca podía redondear el proyecto.
-Este año recuerdo que comenzaste muy complicado.
-¡Casi no arranco! El jueves previo a la carrera de Mar de Ajó, en febrero, sólo contaba con dos publicidades. No tenía con qué empezar. La situación se revirtió gracias al trabajo de mis padres [Nilda y Roberto] y a quienes colaboran en mi grupo. Acá hay mucho esfuerzo y dedicación. Dejé de correr en Top Race y me dediqué exclusivamente al TC 2000 y al Turismo Carretera.
-¿Por qué decís que fue uno de los triunfos más difíciles de tu carrera?
-Porque es como si hubiera ganado bajo la lluvia. Las condiciones de pista cambiaban vuelta tras vuelta. Estuve dos veces a punto de despistarme. Una, cuando el auto se corrió de costado en la curva 6, y la otra, cuando me pasé, frené, y detrás Werner casi me pega y se despista. La baja temperatura se notó tras el auto de seguridad. En un momento, pedí a los boxes que prepararan un neumático porque pensé que había pinchado.
-¿Se complicará desde ahora con el lastre de 30 kilos?
-En la próxima fecha, en Salta, se notará; en Nueve de Julio, no. Ya ensayamos con más peso y el auto se comportó bien.
-¿Soñás con el título del Turismo Carretera?
-Sería lindo, claro. Esta categoría tiene una relación con la gente muy especial. Pero falta mucho para eso aún. Ahora pienso en las próximas dos carreras y luego en las cinco finales en las que se definirá la Copa de Oro.
-Vos ostentás tres títulos de TC 2000. ¿Por qué te cuesta ganar en el Turismo Carretera?
-Porque es muy difícil ganar. Yo no lo hacía desde 2008. Y fijate que el único piloto que repitió títulos en los últimos años fue Guillermo Ortelli. Todo está muy parejo. Por eso destaco el trabajo de mi equipo.
5 Con el triunfo de ayer, Gabriel Ponce de León logró su quinta victoria, con 130 participaciones, desde que debutó el 28 de abril de 2002, en Trelew. Ganó el 10 de octubre de 2004 en Nueve de Julio; el 20 de noviembre de 2005, en Olavarría; el 30 de abril de 2006 y 24 de febrero de 2008, ambas, en Balcarce, además de ayer en Río Cuarto.


