El dominio de Buenos Aires se reflejó en otro título invicto

Con poco, Buenos Aires ratificó que sigue mandando en el rugby argentino. Irregular a lo largo del torneo, la jerarquía de su plantel le bastó para ser bicampeón del Argentino de Uniones, con un opaco triunfo por 9 a 5 ante Córdoba.

La lluvia y el viento hicieron imposible jugar la pelota, aunque es cierto que los dos tomaron pocos riesgos. Apenas dos penales de Joaquín Díaz Bonilla en el primer tiempo, a pesar de que las Águilas dominaron con el scrum y forzaron dos amarillas seguidas en la primera línea cordobesa. Primó la fricción y trasladarle la responsabilidad al otro con un kick al fondo.

Otro penal del apertura de Hindú puso 9-0 el partido cuando faltaban 20 minutos para el final. Conforme con la ventaja, Buenos Aires hizo la plancha y dejó venir a los Dogos, que necesitaban ganar con punto bonus para salir campeones en esta última fecha. Descontó a los 33, con un kick cruzado a la bandera y un afortunado rebote para Julián Smidt. Sí, el primer try del partido a siete del cierre.

Como esos equipos que están metidos contra el arco, las Águilas consumieron los minutos con el juego corto y terminaron defendiendo el resultado para conquistar el bicampeonato y conservar su invicto de dos años. "Tuvimos que cambiar el esquema de juego. Defendimos muy bien y fuimos sólidos en los 80 minutos, que era algo que nos faltaba", analizó Tito Díaz Bonilla, que utilizó la misma frase que varios de sus compañeros para resumir su torneo: "Fuimos irregulares".

Es el título Nº 36 para la URBA. La superioridad podría explicarse en la cantidad de jugadores que practican el deporte. Según cifras de la UAR de principios de año, Buenos Aires lidera el ranking de fichados de Menores de 15 a Plantel Superior, con 24.000. Le siguen Córdoba (5100), Rosario (3400), Tucumán (3200), Cuyo (3000) y Salta (2400). Entonces, URBA concentra más del 58% entre los que disputaron esta edición.

En un calendario sobrecargado por el Nacional de Clubes y el URBA Top 14, el Argentino parece caminar por la cuerda floja, según rumores. Las palabras del presidente Lucho Gradin son elocuentes: "El Argentino está un poco de más porque antes la UAR hacía la selección con jugadores de estos equipos, pero ahora la hace más abajo, por Juveniles. Con el tiempo tenderá a desaparecer o a reducirse".

A pesar del desgaste, los jugadores se muestran contentos con el torneo. "Juntarnos a fin de año para encarar este torneo siempre es un placer para nosotros", dice Tomás de la Vega, capitán de URBA. Para Lucas Aclácer, "es muy difícil tanto mental como físicamente, pero es un lindo premio y un reconocimiento a lo que hace uno en su club". Francisco Ferronato, figura en el Belgrano Athletic campeón, agregó: "Vine alegre y motivado porque jugaba una final. No debería molestarme por más que sea a esta altura del año. Estoy orgulloso".

La única certeza la dan los resultados: primero fue Hindú en el Nacional de Clubes y ahora las Águilas. Otro año donde Buenos Aires es amo y señor del rugby argentino.