El duelo: Hindú y su hegemonía ante un Belgrano que busca un giro en su historia

Está en el aire. En el CASI reina la calma habitual, pero se palpa un clima atípico. En el medio de la cancha 1, Sebastián Cancelliere y Pedro Bugiani se dan la mano y se devuelven una sonrisa nerviosa. Por un instante, se ubican frente a frente, como desafiándose, en una de esas posturas típica de marquesina boxística. Pero enseguida se ríen por la ocurrencia, algo simbólico, que en poco tiempo será en serio. En ese mismo escenario se verán las caras hoy, a las 16.10, cuando Hindú y Belgrano Athletic definan al campeón del URBA Top 14.

Hindú, como ningún otro, sabe convivir con un clima de definición. Es el mejor equipo de la década, el que festejó siete títulos de Top 14 en los últimos diez años. Cancelliere, que reemplaza a Lucas Camacho como medio scrum, no lo ve como algo natural: “Cada semana previa a una final y es especial, es distinto y tiene sus razones”. Los números lo desmienten: es la novena final de Top 14 en la última década, cinco consecutivas.

Para Belgrano, en cambio, le llegó la oportunidad tras varios años quedándose en la puerta. Tuvo su chance en el Nacional de Clubes, donde cayó en Virrey del Pino justamente ante Hindú, por 38 a 23. “Estamos ansiosos y tratando de manejarlo con la mayor calma posible. Queremos abstraernos de toda la emoción que vive el club para no volvernos locos”, suelta Bugiani, centro del Marrón.

–¿Es más especial para Belgrano jugar una final de Top 14?

?Bugiani: Es un sueño. Hace varios años que veníamos peleando arriba pero se nos negaba la final. Los dos torneos son distintos. Al ser la segunda final la estamos viviendo más tranquilos, pero con el mismo entusiasmo.

–Hindú demuestra tener un plus en los partidos clave. ¿Cómo lo describirías?

?Cancelliere: No creo que tengamos un plus. Sí intentamos no presionarnos y aislarnos de lo que habla la gente y lo que dicen en el mismo club. Cuanto más tranquilos estemos, más concentrados vamos a entrar, y con la cabeza fría.

El detrás de la escena de la vuelta de Cancelliere al primer equipo tiene varios puntos interesantes. Tendrá la chance de jugar en su puesto natural en reemplazo del lesionado Camacho. La falta de lugar lo hizo correrse a la punta, como wing, y la rompió con su velocidad: se consolidó en Primera y fue el tryman de Hindú la temporada pasada. Con 23 años, forma parte del Plan de Alto Rendimiento, jugó en Argentina XV y el seleccionado de Seven, donde quedó afuera del plantel de los Juegos Olímpicos.

Un sábado, antes de jugar con su club, R (“de chiquito me decían RR por «Re Rápido», y quedó”) se despertó con paperas y tuvo que ser internado. Perdió ocho kilos, el 10% de su peso y tuvo que encarar un entrenamiento especial para recuperarse en tiempo récord. “No me quería perder esto, que es lo más lindo que hay. Todos quieren llegar a una final y jugarla”, dice el back, que regresó hace dos semanas. Tendrá su premio al salir al campo.

El camino de Bugiani, categoría 88, fue más progresivo. Fue madurando en el Plantel Superior a la par que aprobaba finales de Abogacía en la UBA. Es parte de un proyecto que desde 2005 llevó a BAC a ser protagonista. “Esto va más allá de las camadas o los nombres propios. Esto es un proceso que vive todo un club y donde todos están comprometidos”, explica.

Bugiani guarda el recuerdo de octubre de 2014, cuando vencieron a Hindú en la final de Intermedia. En ese partido, donde Cancelliere jugó como medio scrum, hubo siete jugadores que estarán en el XV titular de esta tarde: Eduardo de la Paz, Tomás Rosati y Juan Retamosa, Leandro Magneres, Agustín Gómez Di Nardo y Bugiani.

A la altura de una final

La cita entre Hindú y Belgrano no podría ser más ajustada a la realidad. Juegan 1º y 2º del Top 14 y reeditan la final del Nacional de Clubes. “Fue complicado, se destrabó en los últimos minutos”, recuerda Cancelliere, que apoyó dos tries en aquella definición. “Para nosotros fue un aprendizaje”, responde Bugiani.

El último cruce fue en septiembre, con un score similar (38-24) para Hindú, también en Virrey del Pino. En los últimos seis enfrentamientos venció el monarca del rugby argentino. La clave, insisten los analistas, radica en que es el único capaz de neutralizar al poderoso pack de forwards marrón, letal en el scrum y el juego corto. Lo sufrió San Luis, que cayó por 47-14, la mayor diferencia que hubo hasta ahora en una semifinal de URBA.

–¿Cuál es el camino para imponerse en el juego?

–Cancelliere: Belgrano se hace fuerte en el line y el scrum. La clave estará en que podamos contrarrestar el poderío de los forwards,

–Bugiani: Hindú es un equipo al que hay que presionarlo y si lo dejás jugar te termina doblegando. Tenés que estar concentrado los 83 minutos porque te lo puede ganar en la última jugada, como pasó en la semifinal con Newman [ganó 25-24 con un penal de Joaquín Díaz Bonilla en tiempo cumplido].

–¿Qué representaría un título para ustedes?

–Bugiani: Ni lo quiero pensar porque sería una locura. Sería una gran alegría para el club, lo merece.

–Cancelliere: Un premio para todo el club. Somos 15 a los que nos toca entrar a la cancha, pero atrás está el esfuerzo de un club entero todos los días. Belgrano también se lo merece, pero sería espectacular gritar “¡campeón!”.

Todo está listo. Ni siquiera la amenaza de lluvia será capaz de empañar la fiesta en la catedral del rugby, que tendrá asistencia al tope. La tarde del CASI promete una final disputada al máximo, entre los dos mejores de la temporada. Frente a frente, el campeón que defiende su título y el retador que quiere coronarse tras 48 años. Segundos afuera. Kick-off.

9 títulos tiene Hindú en la URBA