Fórmula 1: Lewis Hamilton se impuso en un final vibrante en el Gran Premio de Bahrein

Las pequeñas modificaciones reglamentarias que impuso la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para la actual temporada de Fórmula 1 alteraron el orden establecido desde 2014, momento en que Mercedes se apoderó de los Mundiales de Pilotos y de Constructores. El Gran Premio de Bahrein, el primero del calendario 2021, enseñó un emotivo y vibrante espectáculo: una batalla que se pronosticó desde los ensayos de pretemporada, descubrió continuidad en la qualy y tuvo un desenlace apretado en la carrera, con una decisión del Control de Carrera para sellar el triunfo de Lewis Hamilton (Mercedes), el número 96 de su riquísimo historial. Una victoria que enfoca al británico rumbo el octavo título y que reflejó la reacción de la escudería de Brackley para ganar, a pesar de ser inferior en las prestaciones respecto a Red Bull Racing, que se retira de Medio Oriente con la desazón de Max Verstappen por el desliz que le impidió celebrar y no ratificar el dominio que la escuadra de Milton Keynes ejerció en la previa. La F.1 y un estreno de año que ilusiona, desde la paridad y la pelea de pilotos y marcas.

Los focos se multiplicaron en el circuito de Sakhir: el regreso del bicampeón Fernando Alonso, con Alpine; Sebastian Vettel y el desafío de elevar a Aston Martin; el estreno de Mick Schumacher, el hijo de Michael, en Haas… Los centros de atracción durante el gran premio crecieron con el avance del mexicano Sergio Checo Pérez (RBR), que largó desde el pit lane por un inconveniente en la vuelta de formación y arribó quinto; la presentación de Yuri Tsunoda (Alpha Tauri), que finalizó 9no y se transformó en el japonés más joven en la F.1, pero también en el primero en sumar en su debut; el despiste en los primeros metros del novato ruso Nikita Mazepin (Haas), el intercambio de posiciones en la zona media del pelotón, donde McLaren se mostró robusto, por encima de Ferrari. Y para el final, el fuego que avivaron Hamilton y Verstappen, después de trazar estrategias diferentes..

Romper la hegemonía de Mercedes en la clasificación fue un aperitivo que ofreció Red Bull Racing, pero la respuesta de Toto Wolff y sus ingenieros convirtió en triunfo el revés. Los últimos 16 giros alimentaron la expectativa. Fue cuando Verstappen hizo su última parada y se alistó con neumáticos duros. “En 10 vueltas me atrapa”, lanzó por la radio Hamilton, que rodaba con el mismo compuesto, pero con mayor desgaste, después de recibir los primeros datos de los tiempos que establecía el neerlandés. La tensión se observaba en los rostros tensos de Wolff y Christian Horner -jefe de RBR-, que miraban los monitores, y las voces de los ingenieros Bono [Peter Bonnington] –lanzándole información a Hamilton- y Gianpiero Lambiase, que guía a MadMax.

“El auto que está por detrás de ti es Verstappen”, el breve mensaje que escuchó el británico, que respondió con un seco “déjamelo a mí, Bono”. El séptuple campeón no deseaba más comunicaciones, ya sabía que el duelo sería en la pista, centímetro a centímetro, con un auto que se intuye inferior y que montaba neumáticos con mayor uso. En la vuelta 51 de las 56 –originalmente eran 57, pero por el desperfecto de Pérez se dio un giro extra de formación-, el neerlandés quedó a menos de un segundo, con posibilidades de aplicar el DRS –alerón trasero móvil; Drag Reduction System, por su sigla en inglés- y atacar. La maniobra la ejecutó en la vuelta 53: la Curva 4, el lugar de la superación. Pero traspasó los límites de la pista y debió devolver la posición, por orden de la Dirección de Carrera; lo hizo en la Curva 10 y cuando en la Curva 13 intentó volver a cargar, los neumáticos sobrecalentados

le quitaron ritmo y ya nada resultó igual.

“Me fui afuera, debimos devolver la posición y ya no tenía neumático para volver a atacarlo”, se sinceró Verstappen, que en la carrera pidió descartar la orden y ser penalizado: “¿Por qué no me dejaste seguir? Podría haberme alejado cinco segundos. Prefiero perder una victoria de eso modo a ser segundo así”, refutó, aunque acató el mensaje. “No está permitida esa maniobra, nos comunicaron la penalización y debimos devolver la posición”, agregó Horner, que pidió mayor consistencia en los comunicados del Race Control. La Curva 4 fue monitoreada durante los entrenamientos y la qualy –Checo Pérez perdió el tiempo de su primer intento por superar el límite de la pista-, pero no en la carrera, por esa razón Hamilton transitó durante varias vueltas por la zona prohibida hasta que desde el Control de Carrera advirtieron a Mercedes de la anomalía y el británico dejó de hacer ancha la pista.

Cayó la bandera a cuadros, Wolff sonrío, levantó los brazos al cielo y lanzó: “Los límites de la pista nos dieron la victoria”. En la vuelta de honor, Hamilton felicitó al equipo, aunque advirtió: “Max nos va a exprimir al máximo, esto no es el final para ellos”. La F.1 volvió y renovada, brindó espectáculo y parece descubrir el rumbo para alimentar el show que esperaban los fans.