La Copa Toyota Libertadores. Arriba los pibes

Las historias de Pablo Alvarez y Pablo Ledesma, los dos juveniles por los cuales apuesta el DT Bianchi para la primera final

23 de junio de 2004

Ya se convirtió en una grata costumbre: el entrenador Carlos Bianchi saca los más impensados conejos de la galera para las trascendentes definiciones. Ahora son Pablo Alvarez y Pablo Ledesma, dos jóvenes talentos de las canteras xeneizes, que tienen la confianza del Virrey para ser titulares frente a Once Caldas, de Colombia, en la primera final de la Copa Libertadores.

Sucedió con el delantero Adrián Guillermo, que con sólo 18 años tuvo la enorme responsabilidad de sustituir a Guillermo Barros Schelotto -sufría una parálisis facial- en el tramo final del Apertura 1998, certamen que el club xeneize conquistó de manera invicta. También hubo tres claros ejemplos en el torneo más importante del continente, que se adjudicó el club de la Ribera en 2000: con 20 años -la misma edad de Ledesma y Alvarez-, el santiagueño Julio Marchant fue una pieza fundamental del medio campo durante todo el campeonato y Alfredo Moreno, también con 20, fue el goleador xeneize junto con Barijho, con seis tantos cada uno. Además, Christian Giménez, con 19, fue titular en la primera final (2-2) frente a Palmeiras, de Brasil, en la Bombonera.

Una temporada más tarde, en la caída 1-0 contra Bayern Munich, de Alemania, por la Copa Europeo-Sudamericana, José María Calvo, con 20 años, ingresó a los pocos minutos de juego por el lateral derecho Jorge Martínez, lesionado.

Una de las premisas de Bianchi es utilizar a "los que mejor están": el DT aprovecha a pleno los buenos momentos de sus dirigidos. Y Ledesma y Alvarez se ganaron el crédito del Virrey luego de marcar, con gran personalidad, los penales en la emotiva semifinal frente a River.

Ledesma es muy introvertido, nada amigo de los grabadores ni de las cámaras de TV; además, a Bianchi no le gusta que los futbolistas juveniles sean mediáticos. Nació en La Falda, Córdoba, donde comenzó su carrera en River de esa ciudad. A los siete años pasó a Talleres, donde permaneció cuatro años. Curiosamente, estuvo dos temporadas en las inferiores de River Plate, pero extrañaba a su familia y regresó a su ciudad para volver a incorporarse a Talleres.

En 2002, con Mario Ballarino como DT, Ledesma debutó en la primera división de La T, donde disputó dos encuentros. Encandiló a Jorge Griffa en un partido entre juveniles del club xeneize y el conjunto cordobés, e inmediatamente se sumó a Boca, donde debutó en diciembre último. Hoy vive en la pensión de Casa Amarilla. Dice que extraña "muchísimo" a su familia, pero lo "toma con serenidad". En alguna oportunidad, Ledesma se definió como un jugador "creativo y de marca", que puede jugar tanto como mediocampista central como por el sector derecho.

Alvarez es mucho más extravertido que Ledesma: tiene la risa fácil. Muchos recuerdan el incidente que protagonizó con el Pato Pastoriza, en la 13a fecha del Clausura, cuando lo arrolló accidentalmente y el DT de Independiente le arrojó una trompada. Los que conocen bien las inferiores xeneizes aseguran que, en poco tiempo, Alvarez se adueñará de la camiseta N° 4. Bianchi le tiene tanta confianza que dejará afuera a Luis Perea, con más experiencia.

"No quiero defraudar a Bianchi y tengo muchas ganar de jugar. Ojalá podamos hacer una gran final ante Once Caldas. Sería un sueño ganar la Copa", dijo Alvarez, que jugó hasta la 9a división en Argentinos, donde se fue enemistado con su DT. Y de la mano de Ramón Maddoni llegó a Boca para impresionar a todos.

Ledesma y Alvarez, dos jóvenes talentos que ilusionan a Bianchi y a los hinchas xeneizes...

Pablo Ledesma

Fecha y lugar de nacimiento:
4 de febrero de 1984, en La Falda, Córdoba

Peso y altura:
72 kg y 1,78 m

Trayectoria:
Talleres de Córdoba 2001/02 y Boca 2003/04

Debut en Boca:
Ante Colón (1-2), en Santa Fe, el 7 de diciembre de 2003, por la 18ª fecha del Apertura. Hasta el momento tiene cinco actuaciones en el club.