Barcelona-Atlético de Madrid: el partido de Messi, entre discusiones, un gol válido y otro anulado

La semifinal de la Supercopa de España entre Barcelona y Atlético de Madrid se vivió con tensión del principio al final. Lionel Messi tuvo un protagonismo singular dentro de un duelo áspero, en el que el argentino tuvo un cruce verbal, marcó un gol de derecha y le anularon otro por mano a instancias del VAR, en un fallo cuanto menos discutible.

Messi y Joao Félix quedaron cara a cara luego de un forcejeo en el área entre el delantero del equipo colchonero y el lateral de Barcelona Jordi Alba. La situación fue vista por el capitán blaugrana, que salió a defender a su compañero y ahí fue cuando quedaron cara a cara. Luego se separaron, Messi siguió hablando con el brasileño Renan Lodi y detrás continuaba la discusión entre los demás jugadores, que finalizó con las amonestaciones a Luis Suárez y al montenegrino Stefan Savic.

Antes de ingresar al campo de juego para jugar el segundo tiempo se los vio charlando de manera muy relajada a Messi junto con su compatriota Ángel Correa. Ambos se reían y se tapaban la boca con su mano para que nadie pudiera leerles los labios sobre lo que estaban hablando.

Unos minutos más tarde, cuando el cronómetro marcaba los 6 minutos del segundo tiempo, Barcelona empató con un gol del '10' argentino en todo su esplendor, que llegó en un momento justo, cuando su equipo no estaba jugando bien. A partir ese tanto, un derechazo esquinado, el conjunto catalán dominó el encuentro de la mano de su capitán.

Hubieron un par de acciones polémicas que se dirimieron con el VAR, pero que estuvieron lejos de convencer. A los 14, Messi convirtió un golazo a pura gambeta, pero desde la sala de video se lo anularon por entender que se llevó la pelota con el brazo (le dio a la altura de la cinta de capitán) antes de definir. Hasta ese momento, el encuentro estaba 1-1.

Más tarde, cuando el Barcelona se encontraba 2-1 arriba, Barcelona podría haber liquidado el encuentro con un gol de Gerard Piqué en una jugada preparada de tiro libre, que pateó la Pulga pero que tampoco fue convalidado por un off side del chileno Arturo Vidal -también cobrado a instancias del VAR-, que asistió a Piqué.