Boca - Conmebol: una relación tensa por un frondoso historial de sanciones y la sensación de injusticia

“La Conmeboool, la Conmeboool...”, suelen gritar furiosos fanáticos de Boca en La Bombonera cuando se sienten injustamente perjudicados por un arbitraje en un torneo sudamericano, y completan con el coro con un insulto. El posicionamiento de la Confederación Sudamericana de Fútbol en sus mentes no puede ser peor: algunos la consideran totalmente ensañada con el club, y otros creen directamente en una “Corrupbol” manejada a gusto por la dirigencia de River. “Nos ganaste en Paraguay”, afirma un canto de la hinchada referido al archirrival, en alusión al país sede de Conmebol, por las series de Copa Libertadores que enfrentaron a los clásicos adversarios en 2015 y 2018, definidas controvertidamente en favor del equipo millonario.

La relación Boca-Conmebol se tensó en los últimos seis años, pero los desencuentros vienen de más lejos. Éste, el de las multas y las suspensiones a varios jugadores xeneizes por los incidentes en la serie de octavos de final de Copa Libertadores contra Mineiro, es uno de los más ríspidos entre el club y la entidad sudamericana en un vínculo que, lejos de mejorar, va empeorando con el tiempo.

A continuación, los principales episodios que enfrentaron a Boca y Conmebol en este siglo.

Copa Libertadores 2005

La infausta noche del 0-0 contra Chivas, de Guadalajara, la eliminación y el escupitajo del entrenador Jorge “Chino” Benítez al atacante mexicano Adolfo “Bofo” Bautista. El 0-4 en la ida y el empate sin goles muy avanzado el tiempo en La Bombonera hacían imposible el pase a una semifinal, y por incidentes el encuentro quedó inconcluso.

El estadio xeneize recibió tres partidos de suspensión. Ergo, Boca afrontó en el de Vélez sus compromisos de grupo por la Libertadores 2007, que terminaría conquistando. No le fue nada fácil, de todos modos: en el último partido de la zona debía golear a Bolívar, de Bolivia, cosa que finalmente consiguió, con un memorable 7 a 0.

Copa Libertadores 2008

El juego de ida con Cruzeiro fue suspendido porque un plateísta de la preferencial arrojó un trozo de hielo al juez de línea uruguayo Pablo Fandiño cuando el conjunto azul y oro vencía por 2-1 y faltaba muy poco para el cierre. Boca ganaría después en Brasil (también 2-1), pero Conmebol le impidió usar su estadio por dos partidos del certamen, de cuartos de final y semifinales. No ganó ninguno de ambos: igualó en 2 en Vélez con Atlas, al que luego eliminó en México, y apenas obtuvo otro 2-2, en Racing, contra Fluminense, que lo superaría en Brasil.

Copa Libertadores 2015

El episodio que todos recuerdan: gas pimienta de Norberto “Panadero” Napolitano y otros vándalos a jugadores de River en la manga de acceso, cuando los visitantes salían hacia el campo para el segundo período. Tras una interminable demora, el encuentro fue suspendido, y nunca reanudado: Conmebol lo declaró sin definición, desclasificó a Boca y le aplicó una suspensión de ocho partidos sin público (cuatro como local y cuatro como visitante), pero esta última sanción sería reducida a dos (uno en cada condición).

Liga Sudamericana

En 2016 Daniel Angelici encabezó una suerte de rebelión institucional, al crear una asociación de clubes importantes en velado desafío a Conmebol. La intención era aumentar los ingresos de las entidades locomotora del fútbol sudamericano, al estilo de la fallida Superliga europea que nació y murió (¿murió?) en abril de este año en oposición a UEFA.

El presidente de Boca encontró apoyo en varios pesos pesados del subcontinente, incluido River, y produjo tensión con Alejandro Domínguez, su par de la Confederación Sudamericana. Finalmente, la Liga, que ya tenía designadas autoridades, no prosperó, pero los premios económicos de los campeonatos regionales se hicieron más atractivos.

Copa Libertadores 2018

La mayor controversia en décadas. El ómnibus de Boca llegaba al estadio Monumental para el encuentro de desquite de la final contra River (2-2 en la ida) y el ataque de bárbaros con piedras hirió a algunos jugadores, sobre todo, a Pablo Pérez en un ojo. Conmebol intentó que se jugara el partido ese mismo día, y ante la negativa, al siguiente. Finalmente, decidió mudarlo a Madrid sin resarcir a River, como parte de los castigos que le aplicó.

Los otros fueron una multa de 400.000 dólares y jugar a puertas cerradas sus siguientes dos compromisos internacionales en su cancha. Boca sintió que no se había medido con una misma vara a ambos, en comparación con el hecho del gas pimienta, aquél de 2015 en que había sido desclasificado. Y recurrió al Tribunal Arbitral del Deporte, que confirmó a su oponente como ganador del torneo tras el 3-1 en el Santiago Bernabéu.

Copa Libertadores 2021

Controversias deportivas y disciplinarias revitalizaron el encono Boca vs. Conmebol en los últimos tres meses. En la ida de los octavos de final se anuló discutidamente un gol xeneize por una supuesta infracción previa contra un futbolista de Mineiro. Tras el 0-0 en La Bombonera, otro tanto sucedió en Belo Horizonte, pero por un presunto fuera de juego. El nuevo 0-0 derivó en una definición por penales, que ganó el equipo brasileño, y en los pasillos del Mineirão una posible cargada de un directivo brasileño habría desatado las violentas reacciones de jugadores, dirigentes e integrantes del cuerpo técnico visitantes.

Como consecuencia, seis futbolistas boquenses resultaron suspendidos por entre dos y seis partidos (26 sumados), dos directivos lo fueron por dos años y las multas totalizaron 235.000 dólares. De todos modos, el fallo no es definitivo: el club tiene una semana para apelar a la propia Conmebol.

Esta noche, cuando Boca recupere el contacto directo con sus simpatizantes, que al cabo de 19 meses volverán a La Bombonera, para el choque con Lanús, se sabrá qué sienten los hinchas hoy respecto a Conmebol. Y quizás también, qué piensa hacer la directiva xeneize en este nuevo capítulo de rispidez con la Confederación.

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