Daniel Angelici vs. Juan Román Riquelme: ¿cuáles son los motivos de la tensa relación?

Daniel Angelici marcó la cancha: "No es el mismo de 2007". Estas declaraciones sobre Juan Román Riquelme, a pocos meses de la finalización de su contrato, no pasan desapercibidas. Mucho menos si fueron realizadas un día después de que el enganche, con una genialidad, le dio un sorpresivo triunfo a un equipo que no lo mereció. Pero tampoco sorprenden, porque no es la primera vez que el ahora presidente de Boca se muestra reacio a la continuidad del ídolo.

En 2010, Riquelme estaba más cerca de su versión 2007 que de la actual. Sin embargo, fue ese año cuando comenzaron los cortocircuitos con Angelici. El por entonces presidente del club, Jorge Amor Ameal, pidió la continuidad del 10 y desató una interna en la Comisión Directiva.

No es el mismo de 2007, no está para jugar un torneo entero

El Tano era el tesorero del club y el principal opositor al contrato de Román: cuatro años por una suma cercana a los cinco millones de dólares. Con él, otros siete dirigentes de la mesa chica -todos de corriente macrista- también se oponían.

"Los ingresos del club, por la extensión del contrato, y por cómo estábamos, me parecía un contrato oneroso y por mucho tiempo y atado en una Argentina donde no se sabe qué va a pasar. Un contrato en dólares, yo sigo insistiendo que no se firmen más contratos en dólares si nuestros ingresos son en pesos", explicó el Tano por aquellos días. Pero aclaró: "No me quiero poner en la vereda de enfrente de un ídolo porque sería un suicidio político".

Un viernes de julio de 2010, la CD xeneize se encerró en alguna de las tantas oficinas que rellenan los pasillos de la Bombonera. Eran 17 por la ausencia de Juan Carlos Crespi -de viaje con la selección argentina-. A favor votaron Ameal, José y Fabián Beraldi, Luis Buzio, José Costa Pereira, Requejo, Matías Ahumada y Pedro Orgambide. En contra, Angelici, Jorge Bittar, José Etala, Aguas, Raúl Ríos, José Levi y Carlos Ben. Ocho contra ocho. ¿Quién podía definir? Cristian Quintiero, pero se abstuvo de votar. Como marca el estatuto del club en caso de empate, el voto del presidente es el que define. Y así fue: Riquelme por cuatro años más.

Una crónica de aquella noche publicada en canchallena.com decía: "Angelici manejó todo esto como si estuviera en campaña", dicen cerca de la presidencia de Boca. "Pero nadie salió beneficiado con lo que pasó", agregan. Una votación negativa hacia la continuidad de Riquelme hubiera desencadenado un efecto dominó imposible de predecir, como la posible renuncia de Ameal y el llamado anticipado a elecciones.

Las repercusiones no tardaron en caer. Angelici renunció como tesorero del club, aunque mantuvo su cargo como vocal. Así, evitó estampar su firma en el nuevo contrato del jugador. La relación nunca tuvo vuelta atrás y las idas, las vueltas y los desplantes fueron una constante entre ambos.

Las diferencias

Primer plantón: 4/07/2012, Brasil. La derrota en la final de la Copa Libertadores ante Corinthians llegó con otra mala noticia para el Mundo Boca: Juan Román Riquelme anunció que no iba a seguir en el club, pese a que aún le quedaban por cumplir dos años de contrato. "Amo a este club, pero me siento vacío y no puedo darle más", explicó Román, quien daba un paso al costado por la distante relación con la dirigencia y el cuerpo técnico, comandado por Julio César Falcioni.

Segundo plantón: 5/01/2013. Luego de 18 días de arduas negociaciones, con Carlos Bianchi -por entonces flamante entrenador de Boca- como intermediario-, Riquelme le volvió a decir que no a Boca y a Angelici, que pese a su postura, había consentido el regreso del 10.

El regreso: 8/02/2013. Tras un verano para el olvido, Riquelme llamó a Bianchi y le dijo que regresaría a Boca para "sufrir juntos". Así, cuando y como él quiso, se consumó la vuelta del 10. ¿Quién tomará la próxima decisión?