Carlos Bilardo: "Un café con Menotti puede ser..., pero en privado, sin testigos"
El DT campeón en México abre una brecha en la vieja antinomia: “No tiene sentido esa envidia entre el 78 y el 86; éramos amigos”; Maradona, Tapia, el olvido de la nueva FIFA de Infantino...
Hace rato que la medianoche quedó atrás. La radio es un suave murmullo que nace en otro lado. La charla avanza en el estudio central de La Red y apenas se silencia dos minutos cada media hora cuando el flash informativo se adueña del aire. Por un instante deja de juguetear con el índice derecho sobre la mesa y clava la mirada en el piso. Di Giano por Bilardo fue el cambio que más le dolió al hombre que le entregó la vida al fútbol. ¿Di Giano? Fue el apellido que hace años adoptó su hija Daniela en el colegio, cuando nadie hablaba de bullying pero llamarse Bilardo disparaba bromas hirientes. “Yo dejé la familia, dejé todo, todo, todo”, repite Carlos Bilardo , y parecen latigazos.
Hoy Daniela es Daniela Bilardo, una sólida abogada penalista. Aquel momento se redujo a una anécdota. Bilardo siente que les robó algo a sus afectos y carga con ese calvario. Pero el fútbol… “A mí me gusta, me gusta… a mí todo lo que sea fútbol me gusta. Si juegan un partido en el potrero, lo miro. Juegan un partido en el country y me quedo a verlo. Viene mi señora y me dice «vaaaamos Carlos, otra vez fútbol…». Ya podría aflojar, ¿no? No puedo, no puedo. Hay partidos que los grabo, y si hay alguna jugada especial la anoto, y después la reviso”. Está en su esencia. Si lo sabrá Gloria, la incondicional Gloria, su mujer de siempre. Se conocieron en un velatorio, quizás una señal de los tiempos agitados que les tocaría atravesar juntos.
–¿Cuánto le dolió el maltrato? ¿Algún episodio lo marcó?
–Nada, nada. Porque era normal que me maltrataran. No me entendían, qué le iba a hacer…
–¿Ni que se lo asociara con la trampa? Los alfileres, el bidón del 90…
–No, no me dolía ni me duele, porque eran mentiras. Yo tengo una vida y en mi barrio me reconocen. Fui al colegio Bartolomé Mitre y a la Facultad de Medicina y cada vez que voy me reconocen. Voy a la iglesia de Flores y a la iglesia de La Paternal y me reconocen. Voy a ver a Argentinos, a San Lorenzo y me reconocen. Listo, ya está, si te reconoce la gente que te conoce desde siempre, te podés quedar tranquilo. Ahora, si te putean los que te conocen desde siempre, ahí sí agarrate, ya cambia. Eso es jodido.
–¿Quién es el técnico que más se le parece y por qué?
–No, no… eso no digo, de los técnicos no opino, queda feo. Cuando opinaban de mí, me acuerdo, yo decía “este qué tiene que decir…”. Que cada uno atienda lo suyo. Si yo te preguntara por un periodista, quizá vos me dirías “dejate de joder…”.
–¿Cómo jugaría Bilardo en el fútbol de hoy?
–El otro día escuché por televisión: “Qué equipo moderno, juega con tres defensores...”. Y yo hace mil años jugaba con tres defensores, el 3-5-2 con muchos volantes…
–¿Sigue creyendo que fue la última táctica innovadora en el fútbol moderno?
–Y otra yo no vi, después no apareció más nada. Es que siguen con los wines rompiendo las pelotas. Ahora los periodistas ya no dicen wing, dicen que Fulano está jugando cooooooomo wing…
–¿Qué le parece la nueva AFA?
–Y… no sé, hasta que no actúe no se sabe.
–¿Ha tenido trato con Tapia?
–No, no, no lo conozco. Bueno, lo conozco, sí, como dirigente, pero nunca tuve la relación que sí tenía con otros dirigentes.
–Ha decidido hacerles lugar a los campeones del 78 y del 86, por ejemplo. Van a la cancha, viajan con la selección…
–Yo nunca fui, a mí no me llevaron a ningún lado. Pero eso está bien, está bien, yo decía lo mismo. Pero está esa envidia entre el 78 y el 86… No tiene sentido, son campeones..., aparte éramos amigos. Éramos todos amigos, si hay sólo cuatro o cinco años de diferencia de edad. Yo con Tarantini, con toda esa gente, éramos amigos.
–No me diga que se viene un abrazo con Menotti…
–No, no, no, no. No…
–El año pasado, LA NACION entrevistó a Menotti. Consultado sobre el título en México 86, dijo: “Era un buen equipo, buenos jugadores, no era Maradona solo. Tenía algunos tipos muy especiales, de mucha personalidad, como Batista, Valdano… Daniel [Passarella]”…
–Yo te digo que Brown fue uno de los mejores líberos que vi. Baresi y él. Y mirá que de líbero es jodido jugar, pero Brown sabía todo.
–Se me fue del tema Carlos… ¿Cómo vivió el Mundial 78?
–Estaba en Colombia, pero lo vi, claro. Los mundiales siempre los seguí.
–¿Y qué le pareció el campeón del 78?
–Bien, bien, buen equipo. Tenía jugadores que eran unas fieras. Del medio para arriba te mataban… Luque, Kempes, Bertoni, todos esos jugadores eran unos aviones. Fueerrrrrtes…, parecían defensores puestos a jugar de delanteros. ¡Mamita! Yo no tengo esa pica..., Menotti sí se pelea, pero eso fue de un diario que empezó a romper los huevos…
–¿Dice que fueron los medios los responsables de la mayor grieta del fútbol argentino?
–Él no hablaba de mí, poco, yo no hablaba de él nada, nunca…
–Es que ustedes conversaban en un tiempo…
–Claro, claro, en el 73, en Huracán, en todos lados… Los dos queríamos ganar, nadie juega para perder.
–Júntense entonces… en privado, para que nada ni nadie los distorsione.
–Ahhh, eso sí, eso está bien. Está bueno, está bueno…, para ver por qué decía algunas cosas. Porque él tenía a favor un periódico importante, la pucha. Entonces era todo bueno para él y todos palos para mí. A mí me defendían La Razón y Crónica, la matutina…
–¿Un café con Menotti sin testigos puede darse entonces? No se pueden ir de este mundo sin mirarse a los ojos…
–Pero tiene que ser en privado..., yo estoy de acuerdo con vos, estoy de acuerdo, estoy de acuerdo… Yo creo que eso nació porque había un periódico muy importante que estaba con él.
–¿Y con Maradona cómo está?
–Bien, bien.
–¿Le gusta el papel protagónico que tiene en la nueva FIFA?
–Sí, sí, se lo merece, lo conocen todos a Diego, lo conocen en todo el mundo. Diego porque no quiso, porque si él quería llegaba arriba de todo.
–¿Presidente de la FIFA?
–No quiere, no le da bola. Él le da bola a esto, dos fotos, tres fotos, y después no aparece durante dos meses.
–¿Qué le parece la FIFA post-Blatter?
–Y... es jodido…
–¿Nunca habló con Infantino?
–No.
–Con la FIFA anterior tenía las puertas abiertas...
–Sí, sí, viajaba… Yo estaba bien con todos los países…, pero no sé. Me llevaban a todos lados. Parece que hubo un borrón y me la ligué.
–¿Qué opina del ingreso de la tecnología en el fútbol?
–Está bien. Si a mí la tecnología me gustó siempre. Si el primero que empezó a grabar imágenes del fútbol fui yo acá. Tenía un Betamax que llevaba a la cancha, lo que pesaba… del año del pedo. Acá no conocían lo que era grabar partidos. Está bien que se ayude al árbitro y consulten la tecnología porque hay situaciones que no se ven.
–¿Se siente reconocido?
–Bien, bien, sí, la gente me trata muy bien. Para que las mujeres te pidan fotos en la calle es porque sos reconocido.
–¿Cómo se lleva con su ego?
–No, no…
–¿Y nunca le molestaron los elogios para Menotti? Guardiola, Arrigo Sacchi, Löw, Del Bosque, Valdano o Cruyff, por citar a algunos, han contado cuánto han aprendido de él…
–No, nunca me molestó. Yo con Cruyff hablaba mucho, y yo también lo defendí mucho. Cruyff estaba en el cuerpo técnico de la FIFA y hablaba mucho de fútbol con él.
–¿Qué huella cree que deja el bilardismo?
–Y… queda por los campeonatos. Se ha dicho tantos años que a Bilardo no le gusta el fútbol… El fútbol que me gusta a mí es simple: cuando el de celeste y blanco en la selección le pasa la pelota a otro de celeste y blanco; no me gusta que se la den a los contrarios. Listo. Y al arco en el que hay una persona que no comió, no durmió y no desayunó con nosotros, pateale. Listo, ya está.
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