Carrizo, Fillol, Pumpido, Barovero y Goycochea opinan de las virtudes y defectos de Franco Armani

Franco Armani es el arquero sensación del fútbol argentino. Todos hablan de él, y parecen mayoría los hinchas de todos los equipos que lo quieren ver en la lista de 23 futbolistas que Jorge Sampaoli llevará al Mundial de Rusia. Es una decisión que está por verse: por el momento, el técnico de la Selección solamente le garantizó que está entre los 35 que integran la nómina preliminar. Las actuaciones del "uno" de River no pasan inadvertidas incluso para varios de los principales arqueros de la historia del club. Amadeo Carrizo, Ubaldo Fillol, Nery Pumpido, Marcelo Barovero y también Sergio Goycochea hablaron de sus virtudes, de las cosas que tiene para mejorar y también de cómo su llegada representó para el equipo una garantía de confianza.

Barovero, el arquero al que los hinchas de River extrañaban hasta el desembarco de Armani, tiene una elogiosa mirada del casildense de 31 años: "Armani tiene unas condiciones formidables, me cuesta encontrarle defectos. Fue determinante en la final contra Boca y eso le sirvió para terminar de ganar confianza. La experiencia que sumó en el fútbol colombiano hace que su llegada a River se haya producido en el momento justo".

Tras la ida de Barovero al Necaxa, por el arco de River pasaron Augusto Batalla, Germán Lux y en algunos partidos –como la final de la Copa Argentina 2017 ante Atlético Tucumán- también estuvo Enrique Bologna. Ninguno de los tres logró afianzarse como titular, hasta que en enero de este año se sumó al plantel Armani, quien viene siendo figura en la mayoría de los partidos de River. "Por lo general, al arquero de River le llegan poco. Y Armani responde en todas esas pocas veces que le llegan a River. Ojalá que le aporte a River tanto en lo individual como en lo colectivo, y que ayude al equipo a seguir ganando cosas", agrega Barovero.

Desde que Armani se volvió una suerte de Superman del arco de River, en el Monumental se repite cada vez más el nombre de Ubaldo Fillol. "Armani es lo más parecido que vi a Fillol", afirman la mayoría de los que peinan canas en el famoso anillo del estadio. Consultado por LA NACION, Fillol dice que no le gustan las comparaciones y avisa que él no dirá si el actual arquero de River merece ir al Mundial. "Solamente te voy a decir que Armani tiene nivel de Selección. Quiero ser respetuoso con (Jorge) Sampaoli. Si él me llegara a preguntar mi opinión sobre si tiene que ir al Mundial, se la diría. Pero no quiero decir lo que pienso sobre ese tema a través de los medios".

Primer arquero campeón del mundo con Argentina, en 1978, Fillol lo describe así: "Armani está en el camino correcto. Fue de menor a mayor durante su carrera. Si sigue atajando como lo hizo contra Boca, Racing y Central, le va a meter una hermosa presión a Sampaoli. Es un arquero con grandes reflejos y mucha fuerza en las piernas. Transmite mucha seguridad, algo que es muy importante para un arquero. Por ahí tiene que mejorar un poco con los pies, pero tampoco es un negado y además es algo que puede ir mejorando con el trabajo diario".

¿Qué otro aspecto del juego de Armani le gusta a Fillol? "Siempre se la juega con todo el cuerpo y no deja pensar a los delanteros. Ese es otro rasgo que hace distintos a los arqueros. Y él además transmite siempre tranquilidad. Fijate que nunca se lo ve nervioso".

El otro título mundial que ganó Argentina, en México 1986, tuvo como guardavallas titular a Nery Pumpido, otro exarquero que por entonces atajaba en River. Pumpido también observa grandes condiciones en Armani: "Franco está haciendo un gran trabajo en River. No es fácil comenzar de esta gran forma. Tiene todas las condiciones para triunfar en River".

"Esto le abre las puertas para tener una oportunidad también en la Selección. A pesar de que yo creo que en Argentina hay un gran arquero como Sergio Romero, el conjunto nacional puede estar tranquilo de contar con seis o siete arqueros de muy buenas condiciones y entre ellos está Armani sin lugar a dudas", agregó Pumpido, quien fue el arquero de River en aquel equipo que en 1986 arrancó ganando el torneo de verano, luego el campeonato local, después la Copa Libertadores y finalmente la Intercontinental, en Japón, frente al Steaua Bucarest, de Rumania, que había superardo en la final de Europa a Barcelona.

Amadeo Carrizo, una gloria del arco de River y presidente honorario del club a los 91 años, señala los pro y los contra que ve en el nuevo dueño de esos tres palos que él tanto conoce: "Armani es un gran atajador y muy rápido de reflejos. Se destaca porque tiene mucha destreza y mucha fuerza. El físico también lo ayuda. Para terminar de perfeccionarse, puede ser que le haga falta atenazar un poco más la pelota en los centros y no darle tanto con los puños, pero seguro que es algo que va a ir perfeccionando con el tiempo".

"Ya demostró que está para grandes cosas. Es un arquero de primer nivel", asevera Carrizo, guardián del arco de River entre 1944 y 1968, lapso en el que festejó siete campeonatos locales. También formó parte de la Selección durante diez años, entre 1954 y 1964, cuando jugó el Mundial de Suecia 1958, una de las mayores frustraciones en la historia de los mundiales para Argentina al quedar afuera en la primera ronda.

Para Sergio Goycochea, subcampeón en el Mundial de Italia 1990 que también defendió los colores de River, "Armani ya demostró que tiene mucha personalidad para adueñarse de un arco que es complicado". Y completó: "Maneja la defensa, no le tiembla el pulso si tiene que pedir que le toquen la pelota hacia atrás, saber elegir si hay que salir jugando o si hay que tirarla larga para no correr riesgos. Es de los arqueros que no toman riesgos innecesarios".

Goycochea resalta que Armani no necesitó un tiempo de adaptación para destacarse en River, algo que sí suele ocurrir con muchos otros futbolistas. "El llegó y rápidamente demostró que atraviesa un período de madurez en su carrera. Si bien venía de tener un gran paso por Atlético Nacional de Medellín, había que ver cómo respondía en River. Y dejó en claro que la responsabilidad no le pesó".