Copa América. El Supremo Tribunal Federal emplazó a Jair Bolsonaro para que justifique la organización en medio de altas tasas de contagios y muertes

Un juez del Suprema Tribunal Federal de Brasil dio al presidente Jair Bolsonaro cinco días para presentar información sobre la decisión de última hora del gobierno de organizar la Copa América, a pesar de los continuos problemas del país con la Covid-19.

La solicitud del juez Ricardo Lewandowski se originó en respuesta a una demanda presentada por el opositor Partido de los Trabajadores, que rechaza acoger el torneo dada la actual situación de salud en Brasil y sumió el destino de la competencia en la incertidumbre una vez más.

Bolsonaro dijo que Brasil estaba dispuesto a recibir un torneo que debe comenzar el 13 de junio, después de que los anfitriones originales, Argentina y Colombia, quedaran descartados por el aumento de contagios y muertes a raíz de la pandemia y una situación política convulsa, respectivamente. Y este martes, luego de la medida del equivalente a la corte suprema, el gobierno nacional confirmó que la Copa América será disputada en Brasil.

El anuncio ocurre en un momento en el que el país lucha contra los estragos de un virus que mató a 462.791 personas, según el propio gobierno, una cifra que hace de Brasil la segunda nación en muertes por Covid-19 en el mundo.

“Considerando la importancia del asunto y la emergencia de salud pública derivada de la pandemia de coronavirus, así como la urgencia que el caso requiere, se solicita información al presidente de la República dentro del plazo legal”, escribió Lewandowski.

En declaraciones a sus seguidores frente al Palacio de la Alvorada, Bolsonaro señaló que fue consultado el lunes por la Confederación Brasileña de Fútbol, habló con todos los ministros interesados y dio una respuesta positiva para realizar el torneo en el país. “En lo que a mí y a todos los ministros respecta, incluido el de Salud, ya está acordado: habrá Copa América en Brasil”, había sostenido Bolsonaro antes de la ratificación de este martes, a cargo de Luiz Ramos, el equivalente a un jefe de gabinete. El presidente atribuyó una campaña en contra a sectores de la prensa que no se beneficiarán de la transmisión de los partidos.

La Copa América, que tendrá lugar del 13 de junio al 10 de julio, iba a ser celebrada por primera vez en la historia en dos sedes, Colombia y Argentina. No obstante, una serie de protestas violentas hizo que Colombia perdiera la sede y días más tarde Argentina desistió de la organización debido a una nueva ola de casos de coronavirus.

Brasil fue sede de la Copa América en 2019, cuando se consagró campeón, y del Mundial en 2014. Esta vez, según el anuncio de Ramos, las subsedes serán Mato Grosso, Río de Janeiro, Brasilia y Goiania. La organización corre contrarreloj para preparar un plan para las diez delegaciones que deberán viajar a Brasil para jugar el certamen.

Los partidos no tendrán público y Bolsonaro dijo que regirán los mismos protocolos sanitarios que se han aplicado en otros torneos subcontinentales, como los de las copas Libertadores y Sudamericana.

“¿Han visto la Libertadores? ¿La Sudamericana? El viernes aquí habrá un partido de clasificación para el Mundial. Y nadie dice nada, no hay ningún problema”, sostuvo Bolsonaro. “Los protocolos son los mismos”, finalizó.

Fuente: Reuters