Diego González: "Para llegar a la gloria tenemos que conseguir un título"
Autor de un gol ante Libertad, y con Lanús en la final de la Sudamericana, el mediocampista no se baja de la lucha en el torneo Inicial
La camiseta de Lanús es como un traje de superhéroe para Diego González. Se la pone y no le hacen falta capa y antifaz. Se transforma: ya no se ríe, salvo cuando termina la hazaña, como anteanoche, cuando hizo un gol en el éxito por 2-1 ante Libertad y los granates llegaron a la final de la Copa Sudamericana. Es otro, capaz de reponerse de los malos tiempos, de reinventarse en otra posición y de ponerse cara a cara con cualquiera sin importarle el físico. Luchó, lucha y luchará.
"A esta final llegaron 40 personas, no sólo 11 futbolistas. Fueron el cuerpo técnico, los jugadores, los ayudantes, los utileros que nos bancan el mal humor. El mérito es de todos. Fue construyéndose lentamente", dice el Pulpo González, que debutó en el Apertura 2007, torneo en el que Lanús fue campeón, y recién en la última temporada logró consolidarse en primera, tras un breve paso por Rosario Central, en 2010. Llegó al club a los siete años y le da gracia el mote de jugador/hincha. "Es más lindo, pero también se sufre mucho. Si perdés, se siente el doble. Este es mi trabajo y trato de diferenciarlo, pero no puedo dejarlo de lado. Me encantaría que Lanús fuera campeón estando o no dentro de la cancha."
-Y ahora, ¿la Copa o el Inicial?
-Y? Estamos ahí en los dos torneos, con grandes chances. Pero, si tengo que elegir una, como todo hincha, prefiero la Copa. Hubiera sido bueno que no nos cambiaran el horario del partido con Boca: pensamos que nos quedan cuatro finales, no dos.
-¿Varios pidieron jugar mañana?
-Con Boca queremos jugar todos y el DT lo sabe. Pero Guillermo maneja muy bien las cosas. Él decidirá. El esfuerzo se siente, pero el envión anímico, la cabeza, nos saca el cansancio.
-Estuvieron cerca, pero, ¿por qué no ganaron más títulos?
-Nos faltó mantener el nivel en el inicio y en el final de los torneos. Tuvimos muchas posibilidades, tanto en 2008 y 2009, con Zubeldía; con Schurrer también estuvimos cerca; con el nuevo cuerpo técnico estamos haciendo un trabajo muy bueno, pero tampoco pudimos. Nos quedamos con las manos vacías en el final.
-Da la sensación de que ya no les alcanza con buenas campañas...
-Es que las buenas campañas pueden quedar en el recuerdo o en una anécdota, pero para poner al club en lo más alto, para llegar a la gloria, tenemos que conseguir un título.
-¿Y por qué te costó afirmarte?
-Un jugador tiene que hacer el cambio mentalmente rápido. Yo recién ahora estoy cambiando, madurando en la cancha. También tuve adelante dos cracks, como Fritzler [Matías] y Pelletieri [Agustín]. Con ellos se me hacía difícil jugar. Los técnicos tampoco me ponían en la posición que hoy me pone Guillermo [en el costado derecho, pese a ser ]. Necesitaba la confianza de buscar otra posición.
-¿Qué pensaste cuando vinieron Somoza y Ortiz?
-Uff? a luchar otra vez. Gracias a Dios encontré un cuerpo técnico que me apoya. Les agradezco a ellos y a mis compañeros, como Maxi Velázquez, que no me deja bajar los brazos.
-¿Hablaste con el técnico por el tema de la titularidad?
-No. Me habló el profe Valdecantos [Javier], que es una excelente persona. Todos sabemos lo bien que trabaja. Pero, como persona, conmigo, se portó cien puntos. Tenía que estar tranquilo porque me había ganado un lugar. Eso sí: en cada práctica tenía que mostrar ganas de jugar.
-¿Te sentís reconocido?
-Sí, feliz, en uno de los mejores momentos de mi vida, en lo personal y lo profesional. El cariño que me brindan siempre va a estar guardado en mi corazón. Cuando corearon mi nombre en el medio del partido, me dieron ganas de pararme y aplaudir a la gente.
-¿Ves a Barros Schelotto por mucho tiempo en Lanús?
-No creo. Está haciendo un trabajo extraordinario. Él y todos sus colaboradores. Demostraron que pueden poner jugadores maduros tanto como juveniles. Todos le rinden igual. Los números hablan por sí solos. En su primera experiencia, pelearon los dos campeonatos. En este torneo, también.
-¿Guillermo les habla de la experiencia y los títulos en Boca?
-Lo que transmite mucho es la motivación. Lo que más me llega es la motivación, las ganas, la predisposición para convencerte de que somos los mejores, de que estamos preparados física, técnica y mentalmente para superar a cualquiera, más allá de que después te puedan ganar. Uno piensa: no hay otro que juega mejor que yo o que corre más que yo.
-Como mediocampista, ¿creés hay más mala intención?
-No, no conozco un jugador que pegue con mala intención. Esto es un juego de hombres y hay que poner la pierna fuerte. Un codazo, una piña? no pasa nada. Si no hay que jugar a otra cosa. Al tenis, que no hay roce. Al voleibol, con todos los compañeros de tu lado. Esto es fútbol. Es para hombres. No conozco a Braña [Rodrigo] personalmente, pero me encanta jugar contra él. Él me va fuerte. Yo le voy fuerte. Pero cuando termina el partido, sin conocernos, nos saludamos y cambiamos la camiseta.
-¿Y a quién no te gusta enfrentar?
-A Braña también? je. Pero volviendo al tema, y para aclarar, no se trata de lesionar. Ni yo tengo esa intención y él tampoco. Está bueno porque parece que estás jugando en el barrio. Todos tendríamos que contagiarnos de eso y copiarlo.
-Tenés dos goles en la Copa: uno de taco, con River, y otro de zurda, con Libertad, ¿con cuál te quedás?
-¡Ja! Increíble, ¿no? Con el de zurda: llegamos a la final.
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