Fernando Monetti: “Fue un orgullo salir campeón con Lanús jugando así”

A los jugadores que alguna vez creyeron que ser campeón era lo máximo, un equipo llegó para desdecirlos. Hay algo más todavía. Ser campeón como jugó Lanús.

"Me dio orgullo lo que hicimos", le dice Fernando Monetti a LA NACION, algunas horas después del 4-0 a San Lorenzo. Salida limpia, apoyo doble para el que tiene la pelota, cambios de frente, hipnosis, ballet: un equipo de la Bundesliga fue Lanús. Monetti ya podrá decir que jugó en Europa. Monetti es lo que millones han soñado: el arquero del nuevo campeón.

-San Lorenzo llegó a la final en el medio de un debate de estilos, mientras que lo de ustedes fue lineal. ¿La primera ventaja estuvo ahí?

-Lanús jugó así porque Almirón creyó que Lanús podía jugar así. Desde el principio nos intentó sacar el miedo que se suele tener en el fútbol, y el método fue muy sencillo: que cada uno confíe en sí mismo, porque él nos iba a respaldar. Luego, lo único que hicimos fue insistir, insistir, aun sabiendo que nos podíamos equivocar. Tampoco nos íbamos a hacer los goles solos, pero bueno: fue eso, insistir. Errores en el fútbol va a haber siempre, el tema es entender que eso es parte de un riesgo que tiene beneficios. Caemos mucho en la palabra arriesgar: yo creo que la palabra es jugar. Porque marcar se marca hasta cuando tenés la pelota, el problema es si tu técnico te da confianza para equivocarte, y si la idea tiene más variantes y herramientas no sólo para jugar, sino también para resolver otras circunstancias.

Si Almirón elige defender mano a mano es porque el hombre que en otro equipo sobraría nosotros lo tenemos en el medio o arriba, como una opción de pase más. A ver: el único tipo al que le das la pelota, se limpia a cuatro rivales y se mete en el área es Messi. Y como nosotros no tenemos a Messi –ni, creo, lo vamos a tener– hay que avanzar todos juntos. El que tiene la pelota debe contar con dos, tres opciones de pase. Más opciones, más fácil dar un pase. Más fácil dar un pase, más fácil avanzar. Y todos juntos, siempre, eso también.

-¿La final te asombró?

-Estábamos muy bien. Salvo la de Cerutti en el primer tiempo, San Lorenzo nos llegó con centros frontales. Fue un orgullo jugar así, ser campeón jugando así con Lanús.

-¿Te gustó el formato del torneo?

-(se ríe) Era lo que había, ¿no?.

-Ahora se olvidó un poco lo de la Superliga, las deudas de la AFA, pero ¿cómo llegan los problemas del fútbol argentino a la cancha, al fútbol en sí?

-La deuda de Quilmes abrió un poco las puertas de nuestro mundo, ¿no? La parte humana del jugador es lo que menos se ve y… a ver… es complicado… un ejemplo… ¿qué ejemplo puedo poner? En Gimnasia nos pasó, mirá; se había inundado la ciudad, ¿te acordás? Fue una de las inundaciones más grandes de la historia. Esto fue, no sé, un miércoles (NdeR: martes 2 y miércoles 3 de abril de 2013), y ¿qué pasó el sábado, el domingo? Tuvimos que jugar. Nuestros familiares no tenían dónde vivir, pero nosotros teníamos que jugar igual. Hace poco mataron a un jugador de Chicago (NdeR: Rodrigo Espíndola, el 13 de mayo) y ¿qué pasó? Sólo Chicago no jugó. Nosotros, que queríamos apoyar, jugamos igual. Algunas dirigencias no nos tienen en cuenta, se pretende que estemos preparados para todo y ¿qué respaldo tiene el jugador? Si todo sigue así, como lo de Quilmes, ¿los jugadores van a salir a buscar otro trabajo, qué van a hacer? Los equipos tienen que estar en igualdad de condiciones. El fútbol argentino no es equilibrado; por eso, a veces, la diferencia es abismal.

-¿Algún ejemplo?

-(piensa) Te toca entrenar en una cancha que no está en buenas condiciones, por ejemplo, y vos no decís que no: vas y entrenas igual. Vas y entrenas igual porque te exigís, pero si la cancha está más o menos, si la pelota pica mal, en el partido no vas a poder hacer tres o cuatro pases rápidos, porque esto es primer nivel. El jugador se equivoca en ceder, tiene que exigir más, porque después, obvio, le exigen sin parar. Y claro, ¿qué pasa si exijo yo? Es más complejo ahí. Al jugador siempre le dicen lo mismo. Que tiene que ganar el fin de semana. Que tiene que estar siempre arriba. Que hay que ser campeón.

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